Babelia navideña
La edición de hoy del suplemento cultural Babelia del diario El País está dedicada a las "Letras de Navidad". El artículo de fondo corre a cargo de Alberto Manguel, quien entre otras cosas sostiene lo siguiente: "La literatura de los últimos cien años es especialmente rica en tales versiones: La iglesia que estaba en Antioquía, de Rudyard Kipling; La última tentación de Cristo, de Niko Katzantzakis; El viaje de los reyes magos, de T. S. Eliot; Cuarentena, de Jim Crace; El Evangelio según Jesucristo, de José Saramago; Una visita a Morin, de Graham Greene; Augie Wren, de Paul Auster; Una Navidad, de Truman Capote; Riesgo para Papá Noel, de Siegfried Lenz; Nochebuena, de Vladímir Nabokov; La navidad de niño en el País de Gales, de Dylan Thomas, y docenas de otras obras (incluyendo El evangelio según Marcos, de Borges, que narra no el principio sino el fin de la historia), proclaman su universalidad, traduciéndola a un vocabulario contemporáneo que a veces la despoja de su médula religiosa, y a veces la ilumina a través de una íntima expresión de fe. Creyentes, agnósticas o ateas, casi todas estas versiones hacen explícita una doble convicción: que la esperanza sucede al desaliento y que la redención sigue a la culpa." El número incluye muchos más textos relativos al tema, pero lo que resulta especialmente destacable es el artículo de Martín Rodríguez-Gaona sobre Francisco Bendezú, "probablemente, uno de los poetas más singulares y altos de la lengua española de la segunda mitad del siglo XX", como señala con sincera admiración el poeta noventero. También, la reseña de Fernando Castanedo a la novela La hora azul, de Alonso Cueto: "Como en todas las obras fuertes, aquí los niveles de interpretación se multiplican. Por lo que respecta a lo que reconocemos de nosotros mismos y de la sociedad que nos rodea, La hora azul aborda -por lo menos- dos asuntos centrales. En primer lugar recuerda que en la guerra todo son crímenes, y que 'crímenes de guerra', en contra de lo que se pretende, es una redundancia de lo más torpe que legitima siempre los intereses de los vencedores. A los que siempre pierden, a los civiles -a Miriam-, no les ayuda en nada. En este sentido la novela, entre otras cosas, muestra que hablar de guerra desde el concepto de crimen simplifica, falsea y confunde. Por otro lado está la cuestión de la culpa. A este respecto la novela apunta al resurgimiento de un atavismo que la religión cristiana, y sobre todo el catolicismo, contribuyó a erradicar en el pasado: la creencia de que la culpa se hereda 'hasta la tercera y la cuarta generación'."
En la foto: poeta Paco Bendezú (1928-2004).