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jueves, diciembre 04, 2008

Montalbetti, Rafael Espinosa‏, Helguero, Francisco Ángeles

MARIO MONTALBETTI. Hoy Gonzalo Pajares Cruzado entrevista en la sección cultural de Perú 21 a Mario Montalbetti a propósito de su reciente quinto poemario Ocho cuartetas en contra del caballo de paso peruano (Álbum del Universo Bakterial), libro de tapas negras y tipo de letra a modo de máquina de escribir que será presentado hoy a las 7:45 pm en el Centro de la Imagen (Av. 28 de Julio 815, Miraflores). Incluyo las dos primeras preguntas. "¿Por qué opta por la unidad del verso y no por la unidad del poema?": "Tengo una tesis que establece la diferencia entre prosa y poesía. En la prosa, el todo es más que las partes; en poesía, las partes son más que el todo. En el fondo, el poema lo que quiere es una especie de perro pastor que trata de que las ovejas –los versos– del rebaño no se le escapen. En este libro me interesó trabajar el verso y que el poema no fuese una unidad. Por eso, en cada uno de los poemas se señala cuántos versos contiene para destacar que, en realidad, es un conjunto de versos". "Si son versos sueltos, que no intentan ser un poema, ¿cómo pueden resultar un poemario?": "La pregunta es muy buena. En realidad, no lo es. Por eso, los poemas están ordenados en orden alfabético. Es decir, su armado ha sido aleatorio". Por otra parte, Pajares Cruzado escribe que "de Mario Montalbetti se dice, con ironía y admiración, que es una rara avis porque es un excelente poeta y, además, una persona inteligente". Hubiera sido deseable que el periodista precisara dónde es que "se dice" que ambos atributos ciertos convierten a Montalbetti en "una rara avis".

RAFAEL ESPINOSA. Raúl Cachay publicó el martes en la sección cultural de El Comercio una breve nota sobre Aves de la ciudad y alrededores (Álbum del Universo Bakterial), reciente poemario de Rafael Espinosa. "El séptimo poemario de Espinosa parece indicar que el yo poético del autor ahora transita una senda estilística mucho más luminosa y expansiva que en sus primeros títulos, como Fin (1997) o Geometría (1998), que llevaron a que algunos críticos lo 'acusaran' (el verbo es del propio poeta) de ser neobarroco. Lo cierto es que ese cambio ya se había insinuado claramente en El anticiclón del Pacífico Sur, su muy celebrado poemario anterior. La tensión entre la quietud y el movimiento (simbolizada por las aves citadinas del título del libro, que al mismo tiempo están y no están, se mueven y permanecen) está presente en casi todos los poemas, tanto como la proverbial oposición entre realidad y ensueño que suele nutrir el ejercicio de la poesía misma. Espinosa recorre ambos espacios casi a tientas, observando con estupor y maravilla lo que lo rodea como si fuera el testigo único de una ceremonia cotidiana e incomprensible, un paisaje configurado por el caos y la belleza", señala Cachay.


LORENZO HELGUERO. Ayer se publicó en la sección cultural de El Comercio una nota sobre Entre el cielo y el suelo, la reciente novela de Lorenzo Helguero. "El suyo es un personaje desgarrador: Lorenzo Helguero ha escrito una novela de amor en la que su protagonista, Carlitos, posee una sensibilidad de adolescente que lo lleva a vivir en la más profunda depresión tras la ruptura con su enamorada, Clara, quien le dice que lo seguirá a Estados Unidos y nunca va a su encuentro. [...] Con Entre el cielo... Helguero se estrena como novelista y reafirma su calidad narrativa", se lee.

FRANCISCO ÁNGELES. Hoy a las 8:00 pm, en la Feria del Libro Ricardo Palma (parque Kennedy, Miraflores), Fernando Ampuero y Jeremías Gamboa presentan La línea en medio del cielo, primera novela de Francisco Ángeles. "Me interesa trabajar con la paranoia, hacer un personaje con ese rasgo esencial. Pero no una paranoia gratuita, una justificada, al punto en que ni yo mismo sé si sería justo definirlo como paranoico. El protagonista no entiende nada lo que pasa, cuáles son las fronteras entre su historia y la historia mayor (el contexto político, que es importante para la novela), como tampoco sabe cómo llegó a cierto punto de su historia. Ni siquiera sabe si realmente está en ese punto. Ese tipo en realidad no sabe nada. Pero intenta comprender. Espero que el lector también lo haga", comenta el autor en La bitácora de El Hablador. Por su parte, Jack Martínez señala lo siguiente en Porta 9: "Ángeles ha apostado por una novela corta, que no se aleje del cuento en lo que respecta a la precisión del lenguaje y a la intensidad sostenida de las acciones. Que nada sobre, era su intención inicial. Y finalmente nada sobra. Todo es necesario. Ignat, el protagonista, actúa con tranquilidad frente a sucesos impactantes y trascendentales. Es como si se abstrajera de la realidad para proferir sus sentencias frente al resto del mundo. Porque acaso él mismo busca ese aislamiento: en algún momento de la novela Ignat renuncia al mundo exterior. Adentro está él, sus fotografías y su pasado; afuera, un ineludible caos político". Otros personajes de la novela son Virginia y Zeta. Transcribo el primer párrafo del capítulo 6 de la primera parte: "Las reuniones en casa de Virginia terminaron por suspenderse y la comisión se disolvió. En las calles el clima se enrarecía. Manos anónimas repartían volantes en las esquinas, volantes que convocaban a una marcha de protesta. De boca en boca corría el rumor de que se había detenido a un grupo de activistas, que fueron llevados una madrugada al Cuartel General del Ejército y seguían en condición de desaparecidos. En los últimos días, camiones del Ejército empezaron a patrullar la ciudad" (30).


En la foto: Mario Montalbetti. "En realidad, yo creo que los versos producen, no tanto un significado redondo, sino sentido, dirección, apuntan hacia algún lugar. Y esto depende del lector, no del poema", señala.