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domingo, febrero 26, 2006

Entrevistas a Patricia de Souza y Mariela Dreyfus

Hoy en la página cultural de Correo se publica una entrevista de Manuel Eráusquin a Patricia de Souza, a propósito de su reciente y quinta novela Electra en la ciudad. La respuesta final se refiere al vínculo positivo por la vía de la afectividad de la novelista con el Perú: "Tú tienes mucho tiempo viviendo en Francia. ¿Cómo es tu relación con el Perú?": "Con el Perú siempre me he relacionado afectivamente. Digamos que siempre ha habido una mirada afectiva. Yo no puedo ver al Perú sin ese afecto que siento por él, no tengo una visión objetiva. Siempre hay una mirada que deviene en indulgencia. Digamos que todo me parece mejor, aunque haya cosas que te demuestren lo contrario. Y es que es muy difícil desligarte de lo afectivo". Otra entrevista a esta misma autora es la realizada por Claudia Velasco Mosto en la sección cultural de El Comercio. "Esta es una Electra violenta, como la de Eurípides y si utilizo el mito es porque al escribir este libro me di cuenta de que tal vez seguía un hilo conductor en mis últimas tres novelas: destruir ciertas figuras y deshacerse de ciertos lastres que tiranizan el deseo, para poder existir independientemente", comenta de Souza.
Por su parte, en la página cultural de La Primera se publica una entrevista a Mariela Dreyfus, a propósito de la publicación de su poemario Pez. Con relación a su libro y a su ciudad de residencia, explica la autora: "Nueva York es, de alguna manera, la protagonista del poema o, en todo caso, el contrapunto de ese yo que habla desde la maternidad. Isla-ciudad-Gran Manzana: todos los nombres que la definen son femeninos y así, no es difícil la identificación con esa gran urbe o matria; con todo lo que se mueve y gesta –nace y muere– en su interior. Pero, además, los distintos ritmos poéticos que ensayo en Pez, las medidas y cortes del verso, aspiran a incorporar en el texto toda esa vorágine de voces neoyorquinas, su amplia gama de lenguajes y lenguas, en medio de la crispación emocional que supone el estallido de las Torres Gemelas". Cabría anotar que el apelativo de "Gran Manzana" para hablar de Manhattan viene del inglés "The Big Apple" que no tiene marca de género en el idioma de Whitman. Cosas de la lengua. Por otro lado, Dreyfus también habla de las poetas de su generación y, tal y como hiciera Carmen Ollé en un texto publicado en ese mismo diario el domingo pasado, sale al frente de ciertas lecturas críticas con relación a esa poesía:
"–Si bien el tema del cuerpo está presente, esta vez es abordado con un lenguaje distinto, más encerrado en sí mismo y gira en torno a la maternidad. En este sentido, ¿qué tanto se aleja de la poética de sus compañeras de generación?:
Por su pregunta parecería que entre las poetas de mi generación existe sólo un tema y un solo modo de escribir sobre él. También se ha dicho que el estilo de estas poetas es descriptivo-realista, sin reconocer la densidad conceptual y simbólica de sus textos, así como el fuerte alegato político-existencial que contienen.
Yo más bien le diría que las poetas del ’80 compartimos un Zeitgeist, el espíritu de una época signada por el caos y la violencia política; escribimos cercadas por apagones y bombas, enfrentando y temiendo el cuchillo que nos espera, parafraseando el título de un libro de Alba.
Pero es cierto también que estas autoras han decantado esa experiencia inicial, a la que se agregan otras opciones igualmente importantes, llámese maternidad, viaje, exilio interior, militancia política o sexual, en una poética particular, suya de cada una, manejando una impresionante variedad de registros, que van desde el coloquialismo al barroquismo, de la ironía punzante al lirismo. Esas voces necesitan leerse con menos prejuicios, con la atención que ameritan veinticinco años de trayectoria poética".
Tal parece que la poeta Dreyfus ve que dicha crítica sobre el "realismo" de las poetas del 80 está dirigida a sus primeros libros publicados en esa década, en que su lenguaje era claramente deudor de un narrativismo y coloquialismo generales en el momento, tanto para algunos poetas hombres como para algunas poetas mujeres. Evidentemente, hoy las cosas han cambiado.

En la foto: Mariela Dreyfus sostiene que las poetas del ochenta comparten "el espíritu de una época signada por el caos y la violencia política".