Dante Castro sobre Abril rojo (y más)
Veo que en su weblog El Yanapuma, Dante Castro publicó el pasado 16 de julio una extensa reseña a la novela Abril rojo de Santiago Roncagliolo.
En su texto, Dante Castro habla desde la posición de "quienes hemos llevado el tema de la violencia política a la literatura, desde los años ochenta, cuando vemos surgir –en el nuevo siglo- a los Jackie Chang de la narrativa peruana". Y expone lo siguiente: "Pienso que el tema de la violencia política no puede ser reducido a un thriller. Según el informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, esa etapa histórica le ha costado al Perú 69 mil muertos aproximadamente. Por este motivo y por el saldo de dolor que ha dejado en miles de familias peruanas, es sumamente importante la posición del autor que pretende tratar el asunto. Alguien me dirá que cada quien hace lo que quiere con su novela. Yo contesto que eso no condiciona mi opinión". También dice: "Santiago Roncagliolo ha hecho una novela que, en términos formales, está bien fabricada. Tiene páginas bien hechas, aunque el argumento a veces sea contradictorio. Lleva al lector a un desenlace sorprendente, pero retrasa demasiado la llegada al clímax de la narración. Para ser una gran novela, le faltan ingredientes que son exigibles en el tema de la violencia política que vivió el Perú. Necesita verismo, investigación del tema y de los detalles que enriquezcan el universo narrado. Los detalles son sumamente importantes para que los peruanos podamos identificarnos con eso que se nos cuenta y tomarlo seriamente". Y concluye sosteniendo que "desde el punto de vista político, esta novela abona la corriente burguesa de literatura de post guerra. No contiene una crítica de los sucesos que han marcado a fuego el subconsciente colectivo de millones de peruanos. Tampoco se puede leer entre líneas la posición del autor. Por eso se enmarca en la secuencia narrativa de Vargas Llosa (Historia de Mayta y Lituma en los Andes) y de Alonso Cueto (Pálido cielo y La hora azul). Hasta allí los Jackie Chang de la narrativa de violencia política le han abierto el camino al Karate Kid que Alfaguara puede promocionar. Pero recordemos que ese film, a pesar que ha vendido millones de boletos, no convence a ningún practicante serio de artes marciales".
Quiero mencionar los diferentes cuentos en los que Dante Castro, en cada uno de sus libros de relatos, ha tratado el tema de la violencia política.
En el primero de ellos, Otorongo y otros cuentos (1986), se encuentra "Escarmiento", el cual trata del ajusticiamiento de una campesina por colaborar con los Sinchis de la GC.
En el segundo, Parte de combate (1991), hay tres cuentos: "Nakay Pacha (El tiempo del dolor)", "Ángel de la isla" y "Parte de combate". "Ángel..." fue hecho gracias al testimonio de un sobreviviente del Frontón. Muchos años después, su testimonio, ante la CVR, parecía la lectura directa de este cuento. La literatura había llegado antes que el periodismo al hecho histórico y a recoger testimonios verídicos. Existe un reportaje en Caretas que da cuenta de esto.
En el tercero, Tierra de pishtacos (1992), están "Como astillas del cielo" y "La guerra del Arcángel San Gabriel".
En el cuarto, Cuando hablan los muertos (1998), otros dos: "El otro pishtaco" y "Cuando hablan los muertos".
Y en el quinto, Prosas paganas (2004), otros dos cuentos: "Pepebotas" y "Amador" (aunque este último transcurre en la Nicaragua de los 80s, está ligado a través de un personaje peruano al tema de la violencia política en el Perú de esa misma década).
Finalmente, véase esta extensa entrevista de María-Elvira Luna-Escudero-Alie a Dante Castro, aparecida en el número 33 de la cuatrimestral revista de estudios literarios Espéculo perteneciente a los meses de julio-octubre de este año.
En la foto: karateca literario Dante Castro.
En su texto, Dante Castro habla desde la posición de "quienes hemos llevado el tema de la violencia política a la literatura, desde los años ochenta, cuando vemos surgir –en el nuevo siglo- a los Jackie Chang de la narrativa peruana". Y expone lo siguiente: "Pienso que el tema de la violencia política no puede ser reducido a un thriller. Según el informe de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, esa etapa histórica le ha costado al Perú 69 mil muertos aproximadamente. Por este motivo y por el saldo de dolor que ha dejado en miles de familias peruanas, es sumamente importante la posición del autor que pretende tratar el asunto. Alguien me dirá que cada quien hace lo que quiere con su novela. Yo contesto que eso no condiciona mi opinión". También dice: "Santiago Roncagliolo ha hecho una novela que, en términos formales, está bien fabricada. Tiene páginas bien hechas, aunque el argumento a veces sea contradictorio. Lleva al lector a un desenlace sorprendente, pero retrasa demasiado la llegada al clímax de la narración. Para ser una gran novela, le faltan ingredientes que son exigibles en el tema de la violencia política que vivió el Perú. Necesita verismo, investigación del tema y de los detalles que enriquezcan el universo narrado. Los detalles son sumamente importantes para que los peruanos podamos identificarnos con eso que se nos cuenta y tomarlo seriamente". Y concluye sosteniendo que "desde el punto de vista político, esta novela abona la corriente burguesa de literatura de post guerra. No contiene una crítica de los sucesos que han marcado a fuego el subconsciente colectivo de millones de peruanos. Tampoco se puede leer entre líneas la posición del autor. Por eso se enmarca en la secuencia narrativa de Vargas Llosa (Historia de Mayta y Lituma en los Andes) y de Alonso Cueto (Pálido cielo y La hora azul). Hasta allí los Jackie Chang de la narrativa de violencia política le han abierto el camino al Karate Kid que Alfaguara puede promocionar. Pero recordemos que ese film, a pesar que ha vendido millones de boletos, no convence a ningún practicante serio de artes marciales".
Quiero mencionar los diferentes cuentos en los que Dante Castro, en cada uno de sus libros de relatos, ha tratado el tema de la violencia política.
En el primero de ellos, Otorongo y otros cuentos (1986), se encuentra "Escarmiento", el cual trata del ajusticiamiento de una campesina por colaborar con los Sinchis de la GC.
En el segundo, Parte de combate (1991), hay tres cuentos: "Nakay Pacha (El tiempo del dolor)", "Ángel de la isla" y "Parte de combate". "Ángel..." fue hecho gracias al testimonio de un sobreviviente del Frontón. Muchos años después, su testimonio, ante la CVR, parecía la lectura directa de este cuento. La literatura había llegado antes que el periodismo al hecho histórico y a recoger testimonios verídicos. Existe un reportaje en Caretas que da cuenta de esto.
En el tercero, Tierra de pishtacos (1992), están "Como astillas del cielo" y "La guerra del Arcángel San Gabriel".
En el cuarto, Cuando hablan los muertos (1998), otros dos: "El otro pishtaco" y "Cuando hablan los muertos".
Y en el quinto, Prosas paganas (2004), otros dos cuentos: "Pepebotas" y "Amador" (aunque este último transcurre en la Nicaragua de los 80s, está ligado a través de un personaje peruano al tema de la violencia política en el Perú de esa misma década).
Finalmente, véase esta extensa entrevista de María-Elvira Luna-Escudero-Alie a Dante Castro, aparecida en el número 33 de la cuatrimestral revista de estudios literarios Espéculo perteneciente a los meses de julio-octubre de este año.
En la foto: karateca literario Dante Castro.