Sicko, la nueva película de Michael Moore
Tal y como informa Yolanda Monge en la sección cultural del diario El País: "El polémico e irreverente cineasta [Michael Moore] ha violado las leyes de comercio de Estados Unidos al viajar a Cuba para filmar parte de su nuevo trabajo. Sicko ha llegado a las salas de Nueva York este fin de semana con una gran ovación, una semana antes de la fecha prevista para su estreno, el día 29. ¿La razón? Hay para elegir. La oficial: las expectativas eran tan altas que se anticipó un pase para los neoyorquinos. La oficiosa: el temor de Moore a que la película no llegue a estrenarse si el Departamento del Tesoro dicta el embargo de la obra. Ante esta posibilidad, el director confirma a este periódico que ha puesto una copia a buen recaudo en Canadá". También se lee: "Sicko muestra a pacientes muriendo en condiciones infrahumanas en Los Ángeles. O a la víctima de un accidente que tiene que elegir qué dedo se le reimplanta porque no se puede permitir pagar dos implantes. Según las cifras del director de cine, 'EE UU ocupa el número 37 en asistencia sanitaria, justo un poco por encima de Eslovenia'. 'Creo que una película puede cambiar las cosas', declaraba Moore tras el pase para la prensa en Washington hace unos días. Ésa era también la opinión de algunos legisladores en el Capitolio, que auguraban que Sicko será para la necesaria reforma del sistema de salud de EE UU lo que el documental de Al Gore para la lucha contra el cambio climático. La diferencia es que Gore metió el dedo en el ojo con un simple sistema de power point e inocentes aunque desasosegantes fotografías y Moore decidió viajar a la Cuba embargada desde 1962. Alquiló un bote y trasladó a un grupo de trabajadores de los servicios de emergencias de Nueva York afectados por los efluvios del 11-S para que recibieran asistencia sanitaria en la bahía de Guantánamo. Moore quería demostrar que los detenidos sospechosos de ser parte de Al Qaeda reciben una asistencia médica inalcanzable en EE UU: dentista, oftalmólogo... Y gratis. Sobra decir que Moore no pudo anclar su paquebote en la base militar de Guantánamo. Y en esto llegó Fidel. Moore puso rumbo a La Habana y allí encontró a un doctor que trató a todos los afectados. En su periplo por Cuba, el cineasta descubrió que bajo el comandante todos tienen médico. 'Cuba tiene un sistema de sanidad increíble para un país tan pobre', explica el director. 'Tienen una tasa de mortalidad infantil muy baja y viven más años'. 'Bush me está investigando y quizá tenga que ir a la cárcel', declara Moore. Para Harvey Weinstein, directivo de la distribuidora de Sicko, 'la cerrada ovación del público en Nueva York confirma lo que intuíamos: que la audiencia adora la película'".
En la foto: Michael Moore.
En la foto: Michael Moore.