Dossier Vargas Llosa: Nota del autor
Por José Miguel Oviedo*
Los textos reunidos en este Dossier son una selección de los que fueron escritos con muy variados propósitos y motivos: como ensayos, prólogos, notas conmemorativas o simples reseñas; para ser presentados en reuniones universitarias, como encargos editoriales o pedidos de revistas, periódicos y suplementos culturales. Eso explica la diversidad de su enfoque y alcance. Como corresponden a esta última década (el más antiguo, "Historia de un laberinto", fue escrito en 1996 y publicado en la revista española Cuadernos Hispanoamericanos en abril de 1998), reflejan mi visión más actual sobre la obra de Mario Vargas Llosa, tanto en el repaso de su producción anterior como en el examen –a veces polémico- de la más reciente. Así no sólo permiten apreciar su evolución como creador, sino la mía como crítico, si es que eso tiene algún interés para el lector.
Gracias a que he escrito un libro sobre el autor, a que he compilado por lo menos dos, y a tantos trabajos y artículos, conferencias, charlas y diálogos públicos con él, algunos han llegado a considerarme un "especialista" de su obra. Se trata de un generoso error o de una exageración: sólo soy un lector pertinaz de su obra, tal vez porque encuentro en ella rasgos que me son fáciles de reconocer, al lado de otro cuya complejidad me intriga y estimula mi curiosidad por descifrarlos y entenderlos mejor; si insisto es porque no siempre lo consigo. La tarea crítica es un ejercicio de la imperfección, una perpetua cacería que busca su presa mediante sucesivas aproximaciones y asedios, a veces fallidos. Pero aceptar que el juicio crítico, aún el más pertinaz, es siempre relativo, no debe tomarse como una seria limitación o una deficiencia. Si se nos permitiese saber de modo certero todo, absolutamente todo sobre una novela o un poema, ya no necesitaríamos volver más sobre ellos, lo que equivale a declararlos muertos. La crítica no busca la exactitud de una verdad inmutable, sino el hermoso riesgo de sostener una opinión y someterla a prueba. Espero que las presentes páginas reflejen de algún modo esa convicción. Por eso creo que, pese a su distinto origen y finalidad, todos estos trabajos tienen un tono bastante personal: el de un crítico que prefiere proponer una perspectiva, no dictámenes basados en una doctrina preestablecida, para compartirla con el lector si es que mis argumentos lo convencen. Al revisarlos para publicarlos aquí, varios textos sufrieron cambios de título y de forma y fondo, en algunos casos tan drásticos que apenas se parecen ahora a la versión original. He tratado de evitar las repeticiones o superposiciones normales en trabajos escritos en distintas circunstancias o bajo la urgencia de la actualidad periodística; confío en que sólo queden las inevitables. El último texto, "Vargas Llosa, testigo del mundo", es el más extenso y es inédito. Fue escrito para este libro cuando me di cuenta de que con él podía completar la imagen que tengo del autor y de que era la ocasión ideal para realizar algo que había ido postergando una y otra vez. Por eso, agradezco mucho a Mercedes González, quien tuvo la idea del presente libro y de proponerlo a este sello editorial.
* Publicado en Dossier Vargas Llosa. Lima: Santillana, junio 2007, 121 págs. Puede verse aquí el índice del libro.
En la foto: José Miguel Oviedo.
Los textos reunidos en este Dossier son una selección de los que fueron escritos con muy variados propósitos y motivos: como ensayos, prólogos, notas conmemorativas o simples reseñas; para ser presentados en reuniones universitarias, como encargos editoriales o pedidos de revistas, periódicos y suplementos culturales. Eso explica la diversidad de su enfoque y alcance. Como corresponden a esta última década (el más antiguo, "Historia de un laberinto", fue escrito en 1996 y publicado en la revista española Cuadernos Hispanoamericanos en abril de 1998), reflejan mi visión más actual sobre la obra de Mario Vargas Llosa, tanto en el repaso de su producción anterior como en el examen –a veces polémico- de la más reciente. Así no sólo permiten apreciar su evolución como creador, sino la mía como crítico, si es que eso tiene algún interés para el lector.
Gracias a que he escrito un libro sobre el autor, a que he compilado por lo menos dos, y a tantos trabajos y artículos, conferencias, charlas y diálogos públicos con él, algunos han llegado a considerarme un "especialista" de su obra. Se trata de un generoso error o de una exageración: sólo soy un lector pertinaz de su obra, tal vez porque encuentro en ella rasgos que me son fáciles de reconocer, al lado de otro cuya complejidad me intriga y estimula mi curiosidad por descifrarlos y entenderlos mejor; si insisto es porque no siempre lo consigo. La tarea crítica es un ejercicio de la imperfección, una perpetua cacería que busca su presa mediante sucesivas aproximaciones y asedios, a veces fallidos. Pero aceptar que el juicio crítico, aún el más pertinaz, es siempre relativo, no debe tomarse como una seria limitación o una deficiencia. Si se nos permitiese saber de modo certero todo, absolutamente todo sobre una novela o un poema, ya no necesitaríamos volver más sobre ellos, lo que equivale a declararlos muertos. La crítica no busca la exactitud de una verdad inmutable, sino el hermoso riesgo de sostener una opinión y someterla a prueba. Espero que las presentes páginas reflejen de algún modo esa convicción. Por eso creo que, pese a su distinto origen y finalidad, todos estos trabajos tienen un tono bastante personal: el de un crítico que prefiere proponer una perspectiva, no dictámenes basados en una doctrina preestablecida, para compartirla con el lector si es que mis argumentos lo convencen. Al revisarlos para publicarlos aquí, varios textos sufrieron cambios de título y de forma y fondo, en algunos casos tan drásticos que apenas se parecen ahora a la versión original. He tratado de evitar las repeticiones o superposiciones normales en trabajos escritos en distintas circunstancias o bajo la urgencia de la actualidad periodística; confío en que sólo queden las inevitables. El último texto, "Vargas Llosa, testigo del mundo", es el más extenso y es inédito. Fue escrito para este libro cuando me di cuenta de que con él podía completar la imagen que tengo del autor y de que era la ocasión ideal para realizar algo que había ido postergando una y otra vez. Por eso, agradezco mucho a Mercedes González, quien tuvo la idea del presente libro y de proponerlo a este sello editorial.
* Publicado en Dossier Vargas Llosa. Lima: Santillana, junio 2007, 121 págs. Puede verse aquí el índice del libro.
En la foto: José Miguel Oviedo.