El Perú opinable y el Otro espacial a 5 años del Informe final
En su libro Modernidad, razón e identidad en América Latina el sociólogo chileno Jorge Larraín Ibáñez comenta cómo "la mayoría de los discursos de la modernidad encuentra en la razón y la civilización, y aquellos que las representan, la fuente más importante de identidad cultural", la cual "siempre implica una distinción con los valores, características y modos de vida de otros". En ese sentido, Larraín señala que "el otro puede definirse al menos en tres dimensiones", todas ellas determinadas "por criterios de racionalidad". La primera es la dimensión temporal donde "el o lo otro es el pasado en contraposición con el cual se construye un modelo nuevo" (de aquí surgen "muchas teorías típicas de la modernidad que entienden a la sociedad moderna en oposición a la sociedad tradicional"). La segunda es la dimensión espacial, la del otro "que vive fuera, el bárbaro o primitivo que no ha sido civilizado todavía", sumamente decisivo "en la construcción de las identidades culturales europeas desde el siglo XVI en adelante" (y aquí resulta útil la lectura de La conquista de América: el problema del otro de Tzvetan Todorov). La tercera es la dimensión llamémosle intermedia, la que define al otro "en el contexto de la propia sociedad como aquel que no cumple con algún requisito básico característico". Aquí entran tres sujetos clásicos: las clases trabajadoras ("peligrosas, pues sus desmedidas aspiraciones introducirían el desorden en la sociedad"), las mujeres (excluidas "debido a su supuesta 'emocionalidad', 'falta de control' y de racionalidad") y finalmente los locos e insanos, "el otro irracional que no tiene control de sí mismo" (págs. 91-92). En fin, pienso que esta didáctica y somera comprensión de la otredad (pero sobre todo del sujeto pretendidamente moderno que construye estas alteridades discursivas) puede ser un buen marco para situar mejor las siguientes opiniones.
"Acaso el camino que mejor uniría las necesidades políticas con las económicas en las circunstancias 2009-2011 sería el de la social-democracia. Si una lección ofrece la crisis financiera mundial de estos días, es que el neoliberalismo tiene fallas graves, y que el Estado debe ser traído de vuelta al escenario. Sería una manera de no seguir tensando la cuerda entre un crecimiento económico sin suficientes raíces sociales y una protesta social que se siente sin perspectivas económicas", escribió Mirko Lauer el sábado en su columna de La República. El viernes, Lauer había sostenido lo siguiente: "El mundo autóctono se ha modernizado en todas las oportunidades reales que se le han presentado. Pero en un país mayoritariamente informal, rara vez han necesitado de las leyes para modernizarse. Les ha bastado el acceso a los mercados. [...] Lo que las comunidades precisan es más autonomía política para poder ir trazando un camino social, cultural y económico hacia una modernidad propia. Ellas lo saben perfectamente. El país debería escucharlas en esto". Por su parte, hoy en Perú 21 el historiador Nelson Manrique publica un artículo titulado "El país vacío y los indios invisibles" en el cual afirma que resulta "risible pretender construir la modernidad con políticas del siglo XIX". "Los nativos han sido invisibles para el Estado" es el título de la entrevista realizada ayer en Perú 21 por Michael A. Zárate al antropólogo y asesor presidencial Juan Ossio. Incluyo algunas preguntas. "Más allá de las apreciaciones sobre las ONG, ¿no cree que ha habido también falencias en el Gobierno?": "Por supuesto que las ha habido. Una de las grandes falencias –que no es solo de este gobierno– es que generalmente las poblaciones nativas de la selva han sido invisibles para el Estado. Ha habido una indiferencia hacia el tema indígena y este gobierno no es una excepción. La institución que debería preocuparse por los indígenas, el Indepa, está en un rincón dentro del Ministerio de la Mujer sin haber alcanzado un rango adecuado". "Son los lastres de nuestra sociedad": "Así es, pero también puedo decir que me alegro que este tema de la 'Ley de la selva' haya saltado así, porque ahora los indígenas sí se están presentando como una fuerza que molesta y que puede llegar a incomodar. Quizá eso haga que la gente abra los ojos". "Y que se ponga el tema en agenda": "Claro. El único elemento positivo de todo esto es que el tema ha sido puesto en las primeras planas de los diarios. Es interesante ver cómo las organizaciones nativas han logrado alcanzar tal dimensión que sus voces pueden ya ser escuchadas a escala nacional, lo cual antes era imposible". [...] "Oiga, ¿y no será que a esas comunidades nativas no les interesa vivir como lo hacemos nosotros?": "Yo no podría decir que ellos no quieren vivir como vivimos nosotros. Esto es muy interesante. Fíjese que el mesianismo andino siempre hablaba de que para restaurar el orden había que expulsar a los españoles. Pero el mesianismo de la selva dice que hubo un héroe mítico –Pachacamayte– al que los blancos o 'choris’ le arrebataron todas las bondades que el dios quería darles a los nativos. Pero ellos creen que va a llegar el momento en que tendrán acceso a esos bienes". "Es una concepción totalmente distinta del mundo, aunque hay también una aversión hacia los blancos": "Así es. Hay una aversión hacia los blancos, pues les echan la culpa de que se hayan llevado lo que les correspondía, pero los nativos no está rechazando esas bondades. Es decir, no están en contra de los beneficios de la modernidad. La cuestión es cómo encontrar los medios para acceder a esta. Ahí está el problema".
Hubiera sido deseable que Zárate tratara con Ossio el tema de las recomendaciones del Informe final de la CVR, a la que la ultraderecha, obviamente, continúa atacando. Por lo pronto, hoy en La Primera Carlos Noriega entrevista a Salomón Lerner, quien afirma lo siguiente: "Frente a los derechos humanos en general, y dentro de ello la aplicación de las recomendaciones de la CVR, hay en este gobierno una dejadez, indiferencia y hasta antagonismo. El régimen muestra un interés negativo en el tema de derechos humanos, como proponer la pena de muerte, atacar a las ONG que defienden los derechos humanos, tratar a la población menos favorecida como una población minusválida mentalmente y cívicamente". Y ayer en Domingo de La Répública el propio Lerner (en entrevista con Nilton Torres) comentaba que "ni siquiera vivimos pensando en el futuro, vivimos el día a día y ese es un defecto nacional. La misma comunidad se está acostumbrando a dejar de lado las cosas que de verdad importan. Hay poco espacio para la reflexión, incluso en los propios medios de comunicación".
En la foto: caricatura de Carlín el último sábado en La República.
En la foto: caricatura de Carlín el último sábado en La República.