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viernes, diciembre 12, 2008

Montalbetti entre líneas


Lingüista y poeta, Mario Montalbetti llega al galope con dos poemarios bajo el brazo y mucho reto para el lector

Por Maribel de Paz*

Ocho cuartetas en contra del caballo de paso peruano no tiene nada que ver con el caballo de paso peruano. Publicada por el Álbum del Universo Bakterial, la última entrega del poeta y lingüista Mario Montalbetti busca, así, remarcar que más importante puede ser el número de versos que el título mismo de un poema. Trabajando a contracorriente del lenguaje, incidiendo en la repetición de los versos y apartándose de la búsqueda de significados, el vate, discípulo de Noam Chomsky, llega, además, con otro libro: El lenguaje es un revólver para dos, editado por la Colección Underwood de la U. Católica, una especie de bonus track con poemas rescatados de lo que quedara fuera de Cinco segundos de horizonte, su libro anterior. Y por si fuera poco, Ocho cuartetas…llega, además, con anuncio de epitafio propio entre sus versos: "se fue de lengua".
Al terminar de leer Ocho cuartetas… queda la sensación de que es un poemario críptico, experimental. ¿Qué has buscado con esta entrega?

La tesis fundamental es que el verso es más importante que el poema, es decir, que las partes son más importantes que el todo, y se indican direcciones por donde alguien que lo lee puede darle la significatividad que quiere.
¿Hay en este poemario una voluntad de comunicar?
No, la comunicación es una de las peores ideas que tiene el ser humano respecto del lenguaje, menos aún en poesía. No trato de comunicar nada.
¿Por qué publicas entonces?
Porque fuera de la comunicación, de dar significados, hay otra cosa que se puede hacer. Y es dar fragmentos que indican direcciones a ningún lugar específico. Es como la diferencia entre una señal de tránsito que te da el sentido del tránsito, y otra que te promete una Plaza de Armas al final de la flecha. Yo no te prometo ninguna plaza, te digo solamente "tomemos un micro y vayamos en cierta dirección, y si te quieres bajar en algún lugar me parece fantástico".
¿Y hacia dónde te llevan a ti tus propios versos?
Si lo supiera lo escribiría, pero sí me llevan a buscar cosas que no me garantizan ni unidad ni totalidad. Se parece más a cierta deconstrucción derridiana, es decir, el destejer ciertos hilos y ver hacia dónde va este destejimiento. Hay gente que escribe con toda la comodidad del lenguaje detrás suyo. Yo no.
Dices en un poema "compañeros nuestros versos está demasiado pesados demasiado cargados de castellano". Y aplicas, también, una ruptura gramatical.
En contra del todo de la gramática, el todo de la Academia de la Lengua. Creo que cuando usas formas incorrectas de hablar encuentras la dirección del lenguaje. Pero la gente busca otra cosa.
¿El preciosismo?
No, también leen a Osho. Lo que pasa con el ser humano es que es como un toro que embiste ante ciertas muletas, y hay una a la que siempre embiste: el significado. El significado es el gran ansiolítico de la sociedad. Entonces, cuando escuchas los bombos en una sinfonía de Tchaikovsky dices "ah, esos son los cañones del ejército ruso, fantástico".
Alguna vez dijiste que el poeta en el fondo no sabe lo que hace. ¿Tú tampoco lo sabes?

No sé lo que estoy haciendo. La gente piensa que el poeta sabe cuál es el significado del poema críptico, pero el poeta no lo sabe, y por eso escribe.
Chomsky, tu maestro, centra parte de su discurso en el resguardo de la seriedad. ¿Cuál dirías que es la principal falta de seriedad que aqueja al Perú actualmente?
Uf. ¿Puedo decir el APEC? Una de las grandes faltas de seriedad en el sentido de seriedad de análisis tiene que ver con los medios, con la casi imposible distinción entre un blog y un periódico. Realmente el diario El Comercio es un blog, da opiniones y no ideas.
¿Versus la prensa estadounidense?
Tampoco hay mucha diferencia entre el New York Times y los blogs. Y en el Perú hay mejores noticias mejor comentadas en El útero de Marita que en El Comercio. Con el APEC se vio clarísimo. Para mí el APEC es un road show con 21 personas que se ponen un poncho y cantan una vez al año en diferentes zonas de la región. Esta vez la canción se llamaba "no al proteccionismo", pero nadie analizó qué quería decir. Quiere decir que si tienes una compañía al borde de la quiebra puedes botar a un trabajador, pero a ti como dueño sí te van a ayudar, te van a decir sí al proteccionismo. Entonces, ¿qué tipo de canción es esta de 21 personas a las que solo les faltaba el caballo de paso? Que en realidad es un caballo de Troya en el que te meten el neoliberalismo más radical. Parecería que hubiera una tarea de embrutecimiento adrede de la sociedad.

* Publicado en Caretas
2057.
En la foto: Mario Montalbetti. "En el Perú hay mejores noticias mejor comentadas en El útero de Marita que en El Comercio", señala.