Desde Lima
He llegado a Lima después de un viaje estupendo en Air Canada. Un vuelo directo Toronto - Lima que te evita pasar por las molestas revisiones y chequeos en los aereopuertos estadounidenses. Previo vuelo inicial de una hora de Ottawa a Toronto, partimos a las diez y treinta de la noche de Toronto y ocho horas después ya habíamos aterrizado en la húmeda Lima. Duermes normal, casi como una noche en casa, y al salir del Jorge Chávez (cada vez las cosas funcionan mejor ahí, dentro de todo) empiezas tu día tomándote el desayuno con la familia. Cosa que acabo de hacer y ahora he venido aquí a dejarles a ustedes este mensaje breve con mi deseo de un buen año 2006. Y ahora, a recorrer las calles, a empaparse de ellas, que para eso están las siguientes cinco semanas en Lima. Hasta el lunes. Desconectémonos un rato y a recibir como se debe toda la noche el año que se nos viene.