Ágreda sobre Hinostroza y Oquendo sobre Estruendomudo
En su columna de hoy en la página cultural del diario La República, Javier Ágreda escribe sobre Memorial de Casa Grande, de Rodolfo Hinostroza. En su reseña, dice Ágreda: "Si bien la obra de Hinostroza, como casi toda la poesía de la generación del 60, se ha caracterizado por incluir elementos narrativos, esta vez estos elementos se vuelven dominantes, dejando fuera las alusiones intertextuales y las reflexiones metaliterarias de la poesía hinostroziana. Además, se abandona todo tipo de retórica y métrica por un lenguaje oral y coloquial". También señala que "fue el crítico español Fernando de Diego quien motivó a Hinostroza –al pedirle algunas páginas sobre el pasado de su familia– a escribir estos poemas. De Diego destaca, en el prólogo, el valor testimonial de este Memorial que recorre el siglo XX peruano a partir de los avatares de dos familias de diferente origen pero de la misma clase media. Las crisis económicas, la migración, el retrato de la Lima `que se fue´, las injusticias raciales y de género, aparecen en estas páginas ligadas a ciertos aspectos de la cultura popular. De ahí las diferentes menciones fílmicas, culinarias y musicales".
Por su parte, en el mismo medio, Abelardo Oquendo escribe sobre Estruendomudo, "una editorial audazmente interesada en lanzar óperas primas y autores desconocidos. Tras explorar con éxito literario (ignoramos si comercial) la nueva narrativa peruana, se atrevió a incursionar en la poesía y creó para ella la colección hotel hotel. Al revés de su serie de narrativa, Estruendomudo eligió para inaugurar hotel hotel dos nombres con antecedentes: el de Luis Fernando Chueca, autor de tres poemarios previos, y el de una poeta también con tres libros anteriores: Victoria Guerrero. Pero decir ‘al revés’ no ha sido lo más propio porque no se ha saltado de escritores que se inician a otros que forman ya parte del establecimiento literario, desde que no es este el caso de Guerrero ni de Chueca, jóvenes ambos. En hotel hotel han aparecido Contemplación de los cuerpos, de Chueca, libro que ha logrado la atención de la crítica periodística, una atención mayor que Ya nadie incendia el mundo, de Victoria Guerrero, no obstante ser este un poema infrecuente no solo por su extensión –ocupa todo el libro- sino por su intensidad". Oquendo menciona también "a dos poetas noveles, estudiantes aún y sin historia" que han publicado en esa misma colección: Rafael Robles Olivos (Lima, 1982) y José Miguel Herbozo (Lima, 1984).
En la foto: Rodolfo Hinostroza.
Por su parte, en el mismo medio, Abelardo Oquendo escribe sobre Estruendomudo, "una editorial audazmente interesada en lanzar óperas primas y autores desconocidos. Tras explorar con éxito literario (ignoramos si comercial) la nueva narrativa peruana, se atrevió a incursionar en la poesía y creó para ella la colección hotel hotel. Al revés de su serie de narrativa, Estruendomudo eligió para inaugurar hotel hotel dos nombres con antecedentes: el de Luis Fernando Chueca, autor de tres poemarios previos, y el de una poeta también con tres libros anteriores: Victoria Guerrero. Pero decir ‘al revés’ no ha sido lo más propio porque no se ha saltado de escritores que se inician a otros que forman ya parte del establecimiento literario, desde que no es este el caso de Guerrero ni de Chueca, jóvenes ambos. En hotel hotel han aparecido Contemplación de los cuerpos, de Chueca, libro que ha logrado la atención de la crítica periodística, una atención mayor que Ya nadie incendia el mundo, de Victoria Guerrero, no obstante ser este un poema infrecuente no solo por su extensión –ocupa todo el libro- sino por su intensidad". Oquendo menciona también "a dos poetas noveles, estudiantes aún y sin historia" que han publicado en esa misma colección: Rafael Robles Olivos (Lima, 1982) y José Miguel Herbozo (Lima, 1984).
En la foto: Rodolfo Hinostroza.