El Paso de Miguel Ildefonso
El día de hoy, en la sección Luces de El Comercio, Enrique Planas entrevista a Miguel Ildefonso a propósito de su reciente libro de crónicas en clave de relato El Paso, publicado por Estruendomudo (en una edición impecable). El título de la obra hace referencia a la ciudad del mismo nombre, en el Estado de Texas en los Estados Unidos, y en la cual Ildefonso estudió entre 1999 y 2001 una maestría en creación literaria. Se trata de una ciudad fronteriza, pegada (tal como Lima con el Callao) a la mexicana Ciudad Juárez (la misma de las mujeres trabajadoras asesinadas y desaparecidas, tragedia que Hollywood está llevando este año al cine con Jennifer López y Antonio Banderas). El borde geográfico que une y separa los Estados Unidos de Latinoamérica (río Bravo y Muro de por medio, así como muchísimos puentes y autopistas), ha venido sirviendo de fuente temática a la producción literaria de este autor tanto en su poesía (ahí está su Canciones de un bar en la frontera, por poner un ejemplo) como ahora en sus textos en prosa. En la entrevista, entre otros temas (y con ese "de repente" tan ildefonsiano), el autor hace referencia a su entendimiento de lo que le significa escribir literatura: "De repente hay entre los más jovenes una falta de vivencias y sí muchas lecturas. Para mí, lo interesante no es lo estrictamente literario, ni tampoco la realidad como cualquiera puede vivirla. Siempre me he planteado (supongo que como todos los escritores), crear un mundo propio, en el que está tu vida y la parte de la literatura de la que te apropias. Así vivo a diario, pensando que puedo toparme en la calle con los escritores que me gustan". Habla también de su admiración al escritor estadounidense Charles Bukowski: "Bukowski me ha ayudado mucho. No solo para escribir sin preocupaciones tan literarias, sino también para vivir allá. Al comienzo no me gustaba. Todo el mundo lo leía y lo copiaba. Pero después empecé a leerlo y lo convertí en un autor mío. No me importa que haya habido muchos "Bukowskitos" que se alucinan escritores a la primera borrachera. Creo haber vivido algunas cosas que él mismo cuenta, compartimos esa cuestión marginal que siempre he sentido y vivo. Eso es lo que me gusta de él, esa mirada que tiene de sórdido y de sublime. En sus textos hace siempre homenajes a escritores como un modo de sacarte de la mediocridad". Recuerdo la pieza de Miguel Ildefonso en El Paso, con las paredes barrocamente inundadas de múltiples fotocopias con los retratos de escritores, rockeros, artistas y demás personajes a los que admiraba. También, las borracheras en el "Hemingway´s" con Zapata y los amigos mexicanos (estudiantes y poetas también), los cruces de fin de semana a Ciudad Juárez realizando peregrinajes a los barcitos que recordaban a Quilca (es de ahí el "Noa Noa", donde iniciara su carrera musical Juan Gabriel, local que el cantante inmortalizó en una pegajosa canción, y que lamentablemente se incendiara hace dos años) y recuerdo también las implacablemente tristes soledades en el desierto con ciudad de El Paso.