Nuevo poeta: Rafael Robles Olivos

La página cultural del diario La Primera publica hoy una entrevista de Francisco Izquierdo al joven poeta Rafael Robles Olivos (Lima, 1982), quien el pasado fin de año publicó en la editorial Estruendomudo el poemario Buena suerte Peter Parker. En opinión del entrevistador, "la validez de este poemario, sin duda, está en que retoma una senda truncada en nuestra tradición poética, como es la del humor, y presenta distintos tópicos cotidianos, determinados por una frescura y naturaleza propia del mejor [Luis] Hernández o Jacques Prevert".
En la entrevista, Robles Olivos hace algunas declaraciones -algo polémicas, algo ingenuas- en relación con dos reconocidos poetas de nuestra tradición. Al comentar uno de sus poemas, titulado precisamente "Antonio Cisneros", cuenta lo siguiente: "Lo que pasa es que a mí me afectó mucho leer la poesía de Cisneros, revisar cosas de él en algunos libros del colegio, y luego verlo borracho en Miraflores, que es cuando hemos hablado, porque sobrio nunca me ha saludado ni dirigido la palabra". Y sobre Enrique Verástegui dice: "Pensé que él podría escribir la contratapa del libro, pero cuando me enteré que para eso cobra en plata y trago, desistí". No dejan de ser jocosas (e irrespetuosas) las anécdotas que Robles comparte con los lectores a través de La Primera, pero a la vez son reveladoras del precario trato que a veces otorga nuestra sociedad a algunos de sus mejores poetas. Esto sin dejar de mencionar que Cisneros hoy dirige dignamente un centro cultural del Estado. Por el contrario, en el caso de Verástegui, por ejemplo, no se sabe por qué razón no se lo invitó a la FIL de Guadalajara. El tópico no es nada nuevo, pero tampoco olvidable: ¿qué ha hecho el Estado para apoyar seria y duraderamente a nuestros poetas?
Regresando a Robles Olivos, si quieren echar una mirada a su interesante y divertida poesía, El Hablador publicó en sus números siete y diez varios de sus poemas.