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viernes, noviembre 30, 2007

Más sobre el Premio Cervantes a Juan Gelman


"Si yo tenía que recibir hoy una alegría, debía ser ésta del premio Cervantes de Juan Gelman. En primer lugar porque es un gran poeta. Cabe decir que durante muchos años se ha mantenido -quizá a sí mismo- en una especie de penumbra. Todo el mundo era consciente de la grandeza de su obra, pero no aparecía a menudo en los periódicos. Sólo hace pocos años, y quizá también desde la concesión del premio Reina Sofía, su nombre empezó a ocupar en las preferencias literarias y artísticas -y humanas en general- de mucha gente el lugar que le corresponde. Yo tuve una pequeña parte en la carta que escribió al presidente de Uruguay, Julio María Sanguinetti, quien no parecía dispuesto a dar orden de profundizar en la investigación sobre los restos del hijo de Juan Gelman. Creo que la carta produjo su efecto y al cabo se llegó al descubrimiento de una nieta de Juan y a su encuentro con ella. Juan ha vivido momentos muy duros con la preocupación casi obsesiva de no saber dónde estaban los suyos e hizo de esa preocupación casi el objetivo de su vida, que en parte ya ha logrado. Pilar, mi mujer, y yo, estuvimos hace casi un mes en Buenos Aires y visitamos el Parque de la Memoria donde, de una manera absolutamente emocionante, se ha levantado un muro de treinta mil ladrillos, cada uno de ellos con el nombre de un desaparecido. Las personas que visitan el parque y llevan flores las lanzan al Río de la Plata en memoria de todos los que fueron torturados. Pero, claro, el premio no es por esto. Gelman es gran poeta y hoy ha tenido un reconocimiento porque a lo largo de los años, como escritor y como persona, ha mantenido una lucha en busca de la verdad. Por eso creo que el ladrillo que tiene el nombre de su hijo, el nombre y nada más -al igual que el resto de los 30.000, que recuerdan a los que perdimos- se convertirá en una especie de lugar de peregrinación. Con esa pérdida, y con tantas otras, nosotros también ganamos, en el sentido de que si necesitáramos héroes sabemos que los tenemos allí", escribe el escritor portugués José Saramago en artículo publicado hoy por el ABC.
El mismo diario publica unas líneas de Antonio Gamoneda, ganador del premio Cervantes del 2006: "Juan Gelman es un poeta y un hombre de gran ejemplaridad, porque no debemos olvidar que ha padecido terribles sufrimientos personales, pero nunca se hizo panfletario por ellos, sino que ha sabido interiorizarlo y ha surgido su poesía de esa zona existencial. Porque Gelman mismo ha salido transformado, tanto en su pensamiento como en el lenguaje poético y no en una documentación acusatoria, a pesar de los motivos personales que la habrían sustentado. Es por esto que ha sido capaz de abarcar dentro de su poesía sus causas de sufrimiento más agudas y reales".
ABC ofrece además otras notas sobre el premio Cervantes a cargo de Tulio Demicheli, Antonio Astorga y Miguel García Posada.
Por su parte, El Mundo entrega un completo especial sobre Juan Gelman.
En Milenio entrevistan al poeta. Vicente Muleiro hace lo propio en Clarín.
Por último, Juan Palomo en su papelera bloggera de El Cultural habla de un "Cervantes amañado". "[Gelman] es amigo de Gamoneda y Gamoneda amigo de Zapatero", afirma. Palomo había escrito el lunes 26 que "el poeta Gamoneda, que este año le toca ser jurado, puede salirse con la suya, y lograr que el ganador sea un poeta porteño de terrible pasado". Y el mismo día del premio, antes de conocerse el fallo del jurado, amaneció diciéndose que "hoy sabremos si al final Gamoneda se ha salido con la suya y logra que Gelman se lleve el premio, a pesar de ser el único que lo ha presentado, frente a los cuatro que propusieron a Benedetti o los otros tantos que apostaron por Nicanor Parra, Poniatowska...". Palomo también habla de los "versos desiguales" de Gelman. ¿Los quería con rima?

En la foto: Juan Gelman. "Es equivocado cuando se habla de mi poesía como política. Uno vive en la realidad las 24 horas del día y no todo despierta la necesidad de escribir. Como ciudadano siento responsabilidades, compromisos que no necesariamente tienen que estar en la poesía. La ideología de alguien forma parte de su subjetividad, pero no es toda su subjetividad", afirma.