Gonzalo Millán (1947-2006): Entrevista en El Mercurio

¿Cuál es, finalmente, el gran objetivo de la poesía?
Los poetas trabajamos con el lenguaje, que está cargado de sintaxis y de ideología hasta la saturación. Descargarlo es la tarea. Hacer que el paso del tiempo sea lo más lento posible, porque eso permite que la palabra se mire a sí misma como objeto. En la expresión temporal la palabra se tiende a obviar, se convierte en instrumento. La poesía y la buena narrativa, en cambio, tratan de que se vea, resalte, sea opaca. Lo que interesa es el cuerpo de la palabra: jugar con la grafías, los sonidos y toda esa materialidad que permite, a través de la escritura o la memoria, su perduración.
En la foto: Millán.