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domingo, setiembre 28, 2008

Breves


WEBLOG Y POESÍA REUNIDA DE CHANOVE. Crónica del instante es el título del weblog que administra el poeta arequipeño Oswaldo Chanove, quien hace poco publicó Las palabras no pueden expresar lo que yo experimenté, "una antología que celebra 25 años de trayectoria; 25 años representados en [sus] cuatro libros. Pero no se trata de una antología concebida sobre una base cronológica y bibliográfica, que sería lo convencional, sino sobre seis ejes temáticos que reconfiguran la estructura de dicha trayectoria, y que Chanove califica como 'asuntos que se han revelado ya como obsesiones'. A saber: el amor y el deseo, el acto creativo, la fe y la idea de Dios, la historia, la identidad, la muerte", como escribió Diego Otero el último domingo de agosto en El Dominical de El Comercio. "A una selección de sus cuatro poemarios publicados, el volumen añade un nuevo poemario ('Qué es lo que yo sé y los demás no saben') que ocupa casi la mitad del libro. El material ha sido organizado en seis secciones, insertando en ellas páginas de los diversos poemarios sin sujetarlos a un criterio cronológico", señaló por su parte Ricardo González Vigil el pasado 17 de agosto en la sección cultural de El Comercio.

LA ARMONÍA DE H. Alfredo Vanini en Domingo de La República y Diego Otero en El Dominical de El Comercio publican notas hoy sobre La armonía de H. Vida y obra de Luis Hernández Camarero, de Rafael Romero Tassara. En opinión de Vanini, "lo más importante del libro es que desmiente contundentemente las teorías hasta hoy supuestas sobre su muerte: una, la teoría del suicidio, largamente extendida entre los estudiantes de literatura ya en 1985, año que adquirí la antología que publicó Mirko Lauer, también amigo cercano de LH; y dos, la teoría, felizmente menos difundida pero bastante más descabellada, de su eliminación a manos de la represión militar argentina, especie que hace pocos meses, un semanario local, con más sensacionalismo que responsabilidad, publicitó en su portada. ¿La verdad? A pocos días de su retorno a Lima, y ya curado de una yatrogenia en una clínica de Buenos Aires, Hernández, que nació y creció en una ciudad sin trenes, habría tenido un fatídico accidente en una vía férrea. Así de simple, así de triste". ¿Habría? ¿Entonces tampoco es seguro que Hernández muriera de manera accidental? Diego Otero, por su parte, escribe lo siguiente: "Leyendo La armonía de H confirmamos que a Luis Hernández le gustaba dejar un halo brillante de misterio a su paso: su vida cotidiana está plagada de gestos memorables, ocurrentes, bellos. También nobles. Como detener el auto y dejar una cartulina iluminada por dibujos a plumón y poemas en medio de la pista. O las tantas veces que atendía gratis en su consultorio (porque también era médico y psicólogo). La crisis que pudo haberlo conducido a la muerte también está narrada con claridad en el libro, y se descartan las hipótesis más o menos descabelladas que hablan de algún tipo de conspiración política".

GONZÁLEZ VIAÑA. Enrique Sánchez Hernani entrevista hoy en El Dominical de El Comercio a Eduardo González Viaña a propósito del Premio Internacional Latino del 2007 obtenido en USA con su novela El corrido de Dante. Incluyo dos preguntas. "¿La antología Se habla español de Edmundo Paz Soldán y Alberto Fuguet es un buen referente de ese nuevo escritor hispano?": "Para nada, porque es un conjunto de cuentos organizado alrededor de una collera de una edad determinada, y muchos de esos autores nunca estuvieron en EE.UU., aunque algunos son buenos narradores". "¿El caso de Daniel Alarcón es particular?": "No lo es. Conozco a Marie Arana, una excelente narradora nacida en el Perú pero que viajó [a USA] a los 8 años y ha escrito en inglés dos novelas autobiográficas que serían el camino a esa nueva expresión que se busca: los recuerdos de su familia en el Perú y la migración de ésta a EE.UU. Ella es la directora del Books del Washington Post. Luego está la puertorriqueña Esmeralda Santiago, que hace novelas autobiográficas y que son la historia del migrante puertorriqueño en Nueva York, escritas en inglés y traducidas al español con grandes problemas".


SIN RED EN LA CIUDAD. Hoy en su Kolumna okupa de Domingo de La República Rocío Silva Santisteban publica un artículo titulado "¿Qué nos hacemos sin internet?". "El miércoles pasado colapsó el acceso a la red en varios países de América del Sur al parecer por problemas de conectividad de la propia empresa Telefónica. Fueron dos horas en las que no podíamos navegar, ni entrar al correo electrónico, ni chatear, ni consultar páginas internacionales, ni buscar nada por Google. Sólo el acceso a algunas páginas peruanas, como la de este mismo diario, confirmaban que no era un problema de nuestra propia computadora sino algo más grave, ¿el colapso de la red debido al colapso de Wall Street? En ese instante se podía pensar de todo: cualquier fantasía podía prender la chispa de la pradera paranoica. Esta situación me hizo recordar que los estadounidenses pueden imaginar todo tipo de cataclismos, todo tipo de desastres globales, toda posibilidad de caos y destrucción, maremotos, enfriamiento global bajo cero, invasiones intergalácticas comandadas por marcianos o venusinos, o un Armagedón, pero lo que nunca han podido imaginar en sus películas es la debacle del capitalismo. Jamás han fantaseado con el fin del capitalismo. Las frases anteriores son robadas –con otras palabras– del provocador eslovenio Slavoj Zizek, un filósofo marxiano (marxista + lacaniano), que suele poner el dedo en la llaga", afirma.

En la foto: Eduardo González Viaña. "Yo siempre he sido un narrador insular tanto en mi país como fuera", sostiene.