La vaca profana sobre Ya nadie incendia el mundo
La vaca profana anónima que escribe sobre libros de literatura en la sección peruana de Terra acaba de publicar una reseña al poemario Ya nadie incendia el mundo de Victoria Guerrero. "La parte más desgarradora del poemario es aquella que reincide en la figura del sanatorio o la sala de operaciones. Entre doctores y paciente hay una relación perversa. Los primeros son descritos como sujetos violentos que penetran en el cuerpo de los enfermos de manera artificial, violando el orden de las cosas. No son agentes de sanación, son impersonalizados, casi máquinas sin sentimientos", escribe. Y concluye sosteniendo lo siguiente: "Ya nadie incendia el mundo consigue estremecernos porque incluso el dolor roza lo irónico: una escritora internada en un hospital cuestiona su posición como poeta bohemia y llega a pensar que el cáncer 'es un tema para la literatura/ y todo el alcohol que los poetas puedan beber para escupirlo'. Guerrero constata que nadie, ni siquiera el resto de su generación, ni siquiera sus colegas escritores, podrá volver a incendiar el mundo. Quizá esa pretensión formó parte de un proyecto de antaño, pero la ruina los ha convencido de su inutilidad. Por lo tanto, solo queda tomar un trago en el Queirolo luego de vagar por el centro de Lima. Este camino de la ironía puede ser el más indicado para su escritura próxima. ¿Qué nos queda de esta travesía por quirófanos y bares? Un poemario que arriesga con ciertos atisbos de vanguardia y merece ser leído".