Dos reseñas (y una entrevista)
Hoy las secciones culturales de dos diarios publican reseñas a las dos novelas peruanas de la hora. Los reseñistas son dos jóvenes que, hasta donde conozco, se estrenan en estos quehaceres, por lo menos en estos diarios. En La Primera, Francisco Izquierdo Quea publica una reseña, bastante impresionista, sobre Travesuras de la niña mala de Mario Vargas Llosa. En su opinión, "quizá éste sea el regreso del Vargas Llosa ameno, de marcadas influencias folletinescas de los setentas, pero que lejos de cualquier ojo zalamero está tan lejos de lo mejor que en algún momento pudo entregar para sus seguidores".
Por su parte, en Correo, Olga Rodríguez Ulloa (quien al parecer, por el e-mail que aparece debajo de su nombre, se encargará de la sección de libros de este diario) escribe sobre Abril rojo de Santiago Roncagliolo. Su texto empieza diciendo que la novela "es la carnicería de un loco vista por un tonto". También afirma que "contrariamente a lo que se pueda pensar de un funcionario del Poder Judicial, [el fiscal provincial adjunto Félix] Chacaltana es un hombre pegado a las reglas y a las formalidades que ya nadie respeta. Con este apego, el personaje del fiscal no sólo raya lo inocente, se sumerge de lleno en la idiotez y, por momentos, en la inverosimilitud". A su vez, habla de "una estructura narrativa eficaz", dice que "el narrador refuerza la idea de la serranía como un espacio de muerte, mientras que los personajes inciden en un paisajismo a lo Riva Agüero" y señala que "ideológicamente la novela no plantea nada nuevo; se queda en la interrogante, en la incomunicación y en la incomprensión de la guerra y sus móviles".
Finalmente, hoy en la página cultural de Expreso Tomacini Sinche López entrevista a Carlos García-Bedoya a propósito de la reciente publicación de Memorias de JALLA 2004 Lima. En la parte final, García-Bedoya se refiere a Santiago Roncagliolo en los siguiente términos: "El Premio Alfaguara tiene una gran repercusión internacional. Habrá que esperar para ver si esto consolida su trayectoria literaria. En su caso particular, me parece que lo está logrando".
En la foto: Carlos García-Bedoya.
Por su parte, en Correo, Olga Rodríguez Ulloa (quien al parecer, por el e-mail que aparece debajo de su nombre, se encargará de la sección de libros de este diario) escribe sobre Abril rojo de Santiago Roncagliolo. Su texto empieza diciendo que la novela "es la carnicería de un loco vista por un tonto". También afirma que "contrariamente a lo que se pueda pensar de un funcionario del Poder Judicial, [el fiscal provincial adjunto Félix] Chacaltana es un hombre pegado a las reglas y a las formalidades que ya nadie respeta. Con este apego, el personaje del fiscal no sólo raya lo inocente, se sumerge de lleno en la idiotez y, por momentos, en la inverosimilitud". A su vez, habla de "una estructura narrativa eficaz", dice que "el narrador refuerza la idea de la serranía como un espacio de muerte, mientras que los personajes inciden en un paisajismo a lo Riva Agüero" y señala que "ideológicamente la novela no plantea nada nuevo; se queda en la interrogante, en la incomunicación y en la incomprensión de la guerra y sus móviles".
Finalmente, hoy en la página cultural de Expreso Tomacini Sinche López entrevista a Carlos García-Bedoya a propósito de la reciente publicación de Memorias de JALLA 2004 Lima. En la parte final, García-Bedoya se refiere a Santiago Roncagliolo en los siguiente términos: "El Premio Alfaguara tiene una gran repercusión internacional. Habrá que esperar para ver si esto consolida su trayectoria literaria. En su caso particular, me parece que lo está logrando".
En la foto: Carlos García-Bedoya.