zonadenoticias

lunes, mayo 08, 2006

Mario Vargas Llosa en Estocolmo

Recientemente, entre el 3 y 5 de mayo, se llevó a cabo en el Instituto Cervantes de la ciudad de Estocolmo, Suecia, el Congreso Internacional "Una vida de pasión por la literatura", dedicado a la obra de Mario Vargas Llosa, el cual contó con la presencia del propio autor. El mismo fue organizado por Inger Enkvist y Roy Boland. Formaron parte del Congreso James Higgins, Stephen Hart, Roland Forgues, Concepción Reverte, Fietta Jarque, Nuria Amat, Fernando Iwasaki, J. J. Armas Marcelo, entre otros. En el evento, los asistentes pudieron discutir sobre diversos aspectos de la vasta obra vargallosiana e incluso alcanzaron a enterarse de algunos detalles acerca de las nuevas novelas que el autor de La ciudad y los perros tiene en mente escribir. En una comunicación (que voy a parafrasear), el periodista e investigador Carlos Arroyo Reyes, quien estuvo presente en el evento, ha tenido la gentileza de transmitirme algunos de esos detalles de estos nuevos proyectos narrativos del afamado escritor peruano.
Una de las novelas giraría en torno a un personaje histórico muy interesante pero un poco olvidado, Roger Casement (1864-1916), que formó parte del servicio diplomático británico y jugó un rol importantísimo en las denuncias contra las atrocidades que bajo el mandato del rey Leopoldo, de Bélgica, se cometieron en el Congo. Después, cuando fue nombrado cónsul de Gran Bretaña en Pará, Casement participó también en la campaña contra los crímenes de los caucheros en el Putumayo. Lo dramático del caso, y que le confiere un sentido trágico o novelesco a la vida de Casement, es que al final los ingleses llegaron a descubrir que él no sólo simpatizaba con la causa de los nacionalistas irlandeses, sino incluso estaba comprometido en el contrabando de armas. Por ese motivo, los ingleses, que en materia de la seguridad del imperio no se venían con cuentos, lo ahorcaron.
Arroyo Reyes, que en su reciente libro Nuestros años diez. La Asociación Pro-Indígena, el levantamiento de Rumi Maqui y el incaísmo modernista hace alusión a Casement (pág. 29), tiene la impresión de que este singular personaje empezó a inquietar a Vargas Llosa desde que éste escribiera el prólogo al libro El fantasma del rey Leopoldo. Una historia de codicia, terror y heroísmo en el África colonial (2002), de Adam Hochschild.
La otra novela que Vargas Llosa piensa escribir sería una continuación de Elogio de la madrastra y Los cuadernos de don Rigoberto, aunque en esta tercera entrega la trama y las peripecias se focalizarían alrededor de la madrastra Lucrecia.
Es cuestión de esperar para saber qué forma tomarán ambos proyectos. Por lo pronto, ya está empezando a difundirse por el mundo su muy reciente novela Travesuras de la niña mala.