Rodolfo Hinostroza: "No tengo vocación de cocinero, prefiero ser escritor"
Hoy en la sección cultural de El Comercio publica una entrevista de Catherine Contreras y María Elena Peschiera a Rodolfo Hinostroza a propósito de su libro Primicias de cocina peruana. Incluyo las pregunas finales: "En tu libro tienes un recuerdo muy especial de El Mono Verde, tu restaurante de El Silencio": "La verdad es que lo fundé con mi hermana Gloria. Me acuerdo que una vez hice una crítica un poco áspera a un restaurante y el dueño me dijo 'Claro, para ti es muy fácil porque no estás dentro de la cocina, una cosa es con guitarra y otra con cajón'. Eso me quedó grabado y me acordé de Truffaut, cuando el cineasta hizo una crítica en Cahiers du Cinema y el aludido le dijo: 'a ver, pues, haz tu película'. Entonces hizo Los 400 golpes y demostró que podía estar de un lado y otro del mostrador. Guardando las distancias, un día se me metió en la cabeza pasar al otro lado del mostrador e intentamos con mi hermana un restaurante, que duró solo un verano. Fue en el 86 u 87, estábamos en la playa, rodeados por cebicherías baratas, y la gente iba igual, el mejor cliente era el embajador de México 'Chucho' Puente Leyva. Ahí intentamos hacer una cocina peruana aplicando los procedimientos de la 'nouvelle cuisine' francesa, y nos quedó muy bien". "¿Y después no intentaste de nuevo?": "No, me di cuenta de que era una chamba espantosa, horrible, dificilísima". "¿Pero esta experiencia cambió en algo tu crítica?": "¡Ah claro! Mejoró mi forma de ver todo, me metí más a la cocina, entendí mucho mejor la labor del cocinero. Es una chamba horrible, además uno trabaja parado, termina molido. Yo lo hacía los fines de semana nada más. Imagínate, yo no tengo vocación sino hasta ahí, es como una vocación militar prácticamente. El que no tenga vocación lo siente como una verdadera esclavitud. Pero los que sí la tienen se quedan 15 horas como si nada. Ahí está mi hermana. Yo no tengo vocación, yo prefiero ser escritor".
En la foto: Rodolfo Hinostroza.
En la foto: Rodolfo Hinostroza.