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lunes, marzo 05, 2007

García Márquez en la polémica

Hace unas semanas escribí un post en el que daba cuenta de un artículo de Víctor Farías sobre García Márquez y Cien años de soledad publicado en la Revista de Libros del diario El Mercurio. Acabo de ver (a través del weblog de Iván Thays) que el crítico español Ignacio Echevarría en la última edición de ese suplemento responde al texto de Farías. Se trata de un excelente artículo-respuesta. En su penúltimo párrafo Echevarría sostiene que el hecho en sí de contestar a tal artículo (ambos, el suyo y el de Farías, aparecidos en "en un periódico conservador, como es El Mercurio"), busca "poner de relieve la cínica autocomplacencia y la confiada impunidad con que inteligencias supuestamente críticas como la de Farías se hacen portavoces de la ideología dominante".
En la Revista de Libros me entero a su vez que Greg Dawes había contestado previamente ahí mismo a Farías, cuyo artículo es caracterizado como "una malintencionada interpretación de la obra [de García Márquez] y una caracterización de su autor hecha con mala fe". Farías ha reaccionado ayer en la propia Revista de Libros haciendo una ridiculización absoluta de lo que denomina como "izquierdistas de salón en EE.UU.", grupo humano en el que incluye a Dawes en tanto estadounidense progresista ligado al campo de las letras (Dawes es editor de la revista A contracorriente y profesor de literatura hispanoamericana en North Carolina State University).
Dentro de su argumentación, Farías afirma que, hoy por hoy, "los proletarios de todo el mundo están unidos por la certeza de que el socialismo es un sistema constitutivamente incapaz de crear la riqueza que ellos necesitan para vivir dignamente de su trabajo". A la vez, reactualiza la famosa frase de Carl Marx respecto de Balzac ("un escritor genial y reaccionario, y no los economistas, fue el único capaz de revelar el mecanismo social y económico de la sociedad francesa y europea de su época") para trasladar el ejemplo al mismísimo García Márquez, quien, en palabras de Farías, "como Balzac, no fue capaz de ir más allá de su tiempo, y por eso su palabra está llena de depresión y fatalismo reaccionario". Ya había escrito yo, cuando presenté el artículo inicial de Farías, que "se acercan los cuarenta años de la publicación de Cien años de soledad de Gabriel García Márquez, que se cumplen el próximo mes de junio, y se empiezan a a reproducir los artículos y estudios que buscan nuevos sentidos, plantean lecturas distintas, arriesgan visiones inéditas sobre la gran novela". Y la lectura de Farías, como se ve, ha venido con cola (tal y como el artículo "El regreso del idiota" de Vargas Llosa).
En su texto, Dawes a su vez afirma que una "vertiente anticomunista se manifiesta hoy en Estados Unidos como en la época de McCarthy, pero de una forma un tanto más atenuada, con las campañas de David Horowitz -correligionario de Farías- destinadas a identificar a los profesores 'peligrosos' en las universidades norteamericanas y a denunciarlos en el sitio que tiene en internet y en el libro que acaba de publicar, The Professors: The 101 Most Dangerous Academics in America (2006)".
Por otra parte, y a propósito de García Márquez, la Casa de América de Madrid, el espacio que fuera sede del Congreso de Narradores Peruanos del 2005, viene organizando en estos momentos, y hasta las primeras horas de mañana martes (un aproximado de 16 horas en total), una lectura pública de Cien años de soledad. Forman parte de la maratónica lectura los narradores peruanos Jorge Eduardo Benavides, Fernando Ampuero y Alonso Cueto, quien hoy en su columna semanal de Perú21 escribe sobre el genio colombiano. "Estoy seguro de que el libro suyo que va a permanecer, el que es su obra maestra no es Cien años de soledad sino El amor en los tiempos del cólera, un gran texto de madurez", afirma no sin cierta provocación Cueto. Un motivo más para discutir la afamada novela de 1967 de García Márquez.

En la foto: García Márquez cumplirá el día de mañana los 80 años de una vida extraordinaria.