José Donayre sobre narrativa peruana actual
Encuentro en los weblogs Esta boca es mía y En mis estantes de José Donayre Hoefken varias reseñas suyas a diferentes novelas y libros de cuentos de autores peruanos publicados a lo largo de este 2008 que ya se nos va. A continuación, incluyo fragmentos de cuatro de sus reseñas.
Sobre Que la tierra te sea leve de Ricardo Sumalavia: "Con esta novela me queda muy claro que Sumalavia es el escritor mejor consolidado del grupo de narradores bisoños que conocí antes de 1990. Que la tierra te sea leve es un libro con muchas virtudes, pero, sobre todo, compuesto a la luz de una mística literaria que el autor empezó a cultivar desde su primera entrega: Habitaciones. Sí, mística. Concepto que escritores alrededor de los cuarenta años pueden saber de su existencia y uso lingüístico, pero que no logran, a partir de este término, establecer un estilo o plantear un norte literario, pues se hallan en la banal y frívola carrera de atender un mercado o posicionar su nombre sobre la base de una estrategia de marketing. Hablamos de fama y reconocimiento, pero no necesariamente de consagración y éxito, que se logra con un trabajo constante y comprometido, en el que el buen uso del idioma, más que un detalle, es prácticamente todo, a fin de que el quehacer literario no solo sea una imitación de la realidad sino la reinvención de la palabra misma. Y aquí estamos en un nivel literario mayor y muy complejo: la mística de la poética, ámbito que Sumalavia explora a sus anchas y a todo riesgo".
Sobre Como los verdaderos héroes de Percy Galindo: "No hay que olvidar que Como los verdaderos héroes es -en gran parte y desde sus primeras palabras: 'Diecisiete puñaladas'- una novela policial, por lo que el recurso de los testimonios y testigos, en muchos casos, más que explicar, revelar, confundir o contradecir, exacerban el ritmo narrativo. Estamos ante pulsiones verbales que apuntan hacia un remate abierto e irónico ('Breve nota de un encargo') que tiene las siglas del autor (P.G.R.) como firma -final en el que incluso la autoría del registro de los testimonios queda en duda-. Pulsiones que crean también surcos de historias secundarias, pues como ocurre en la vida ningún hecho es realmente aislado -aunque sí aislable-. Galindo, con notable destreza, consigue armonizar estas historias secundarias en un cuerpo bastante sólido".
Sobre Los espectros nacionales de José Güich: "Ocho relatos de ficción fantástica: 'Los espectros nacionales', 'El otro monitor', 'Ubicuidad de las voces', 'Vórtice en Prescott', 'La penumbra', 'Intersecciones', 'Los pasajes errantes' y 'La reina madre'. José Güich se enfrenta al mundo físico con resultados tan sorprendentes como ingeniosos y desconcertantes. Con un uso sobrio y preciso del lenguaje, consigue una sólida colección de relatos fantásticos que soliviantan al lector en su relación con la 'realidad real'" .
Sobre Playas de Carlos Calderón Fajardo: "Narradas con un estilo seco y directo -y tramadas desde la metáfora del mar y el símbolo de la arena-, las dos historias de Playas -'Playa Ballena' y 'Punta Negra', en ese orden— son una reflexión sobre la vida con la vejez y la muerte como telón de fondo. En estos escenarios, el tiempo —en cuanto transcurso y percepción como experiencia íntima y personal— es el espíritu que articula el cuerpo de los hechos, en cuanto color, textura y temperatura. [...] El mar, después de todo, imagen de muerte y figura de memoria, en manos de Calderón Fajardo, es un lugar que se inventa a medida que se le disfruta o se le teme o se le mira. Y Playas -austero, costero y, por tanto, certero título- es una doble mirada ofrecida con talento e inteligencia, para recordarnos que la literatura puede hacer mejores personas a los lectores ante las adversidades de la existencia, pero no necesariamente a quienes la cultivan. Punzante verdad que Calderón Fajardo no duda en enrostrar a unos y a otros desde su bien ganada y prominente orilla, su trono como rey de las playas".
En la foto: narrador y crítico literario José Donayre.
Sobre Que la tierra te sea leve de Ricardo Sumalavia: "Con esta novela me queda muy claro que Sumalavia es el escritor mejor consolidado del grupo de narradores bisoños que conocí antes de 1990. Que la tierra te sea leve es un libro con muchas virtudes, pero, sobre todo, compuesto a la luz de una mística literaria que el autor empezó a cultivar desde su primera entrega: Habitaciones. Sí, mística. Concepto que escritores alrededor de los cuarenta años pueden saber de su existencia y uso lingüístico, pero que no logran, a partir de este término, establecer un estilo o plantear un norte literario, pues se hallan en la banal y frívola carrera de atender un mercado o posicionar su nombre sobre la base de una estrategia de marketing. Hablamos de fama y reconocimiento, pero no necesariamente de consagración y éxito, que se logra con un trabajo constante y comprometido, en el que el buen uso del idioma, más que un detalle, es prácticamente todo, a fin de que el quehacer literario no solo sea una imitación de la realidad sino la reinvención de la palabra misma. Y aquí estamos en un nivel literario mayor y muy complejo: la mística de la poética, ámbito que Sumalavia explora a sus anchas y a todo riesgo".
Sobre Como los verdaderos héroes de Percy Galindo: "No hay que olvidar que Como los verdaderos héroes es -en gran parte y desde sus primeras palabras: 'Diecisiete puñaladas'- una novela policial, por lo que el recurso de los testimonios y testigos, en muchos casos, más que explicar, revelar, confundir o contradecir, exacerban el ritmo narrativo. Estamos ante pulsiones verbales que apuntan hacia un remate abierto e irónico ('Breve nota de un encargo') que tiene las siglas del autor (P.G.R.) como firma -final en el que incluso la autoría del registro de los testimonios queda en duda-. Pulsiones que crean también surcos de historias secundarias, pues como ocurre en la vida ningún hecho es realmente aislado -aunque sí aislable-. Galindo, con notable destreza, consigue armonizar estas historias secundarias en un cuerpo bastante sólido".
Sobre Los espectros nacionales de José Güich: "Ocho relatos de ficción fantástica: 'Los espectros nacionales', 'El otro monitor', 'Ubicuidad de las voces', 'Vórtice en Prescott', 'La penumbra', 'Intersecciones', 'Los pasajes errantes' y 'La reina madre'. José Güich se enfrenta al mundo físico con resultados tan sorprendentes como ingeniosos y desconcertantes. Con un uso sobrio y preciso del lenguaje, consigue una sólida colección de relatos fantásticos que soliviantan al lector en su relación con la 'realidad real'" .
Sobre Playas de Carlos Calderón Fajardo: "Narradas con un estilo seco y directo -y tramadas desde la metáfora del mar y el símbolo de la arena-, las dos historias de Playas -'Playa Ballena' y 'Punta Negra', en ese orden— son una reflexión sobre la vida con la vejez y la muerte como telón de fondo. En estos escenarios, el tiempo —en cuanto transcurso y percepción como experiencia íntima y personal— es el espíritu que articula el cuerpo de los hechos, en cuanto color, textura y temperatura. [...] El mar, después de todo, imagen de muerte y figura de memoria, en manos de Calderón Fajardo, es un lugar que se inventa a medida que se le disfruta o se le teme o se le mira. Y Playas -austero, costero y, por tanto, certero título- es una doble mirada ofrecida con talento e inteligencia, para recordarnos que la literatura puede hacer mejores personas a los lectores ante las adversidades de la existencia, pero no necesariamente a quienes la cultivan. Punzante verdad que Calderón Fajardo no duda en enrostrar a unos y a otros desde su bien ganada y prominente orilla, su trono como rey de las playas".
En la foto: narrador y crítico literario José Donayre.