Dos notas breves
En la sección cultural de La Primera se da cuenta de la aparición del libro Nuevos asedios a Carlos Germán Belli (Fondo Editorial de la UNMSM), editado por el poeta y crítico Miguel Ángel Zapata. Se trata de "un volumen de textos que busca afrontar de manera coherente la vasta obra de uno de los más importes poetas peruanos". Por su parte, en la sección cultural de Correo se informa sobre la reciente aparición del número 12 de la revista electrónica El Hablador. "En esta edición podemos destacar las entrevistas realizadas a Carlos Calderón Fajardo y a Edgardo Rivera Martínez, un artículo de Giancarlo Stagnaro sobre el escritor francés Michel Houellebecq, un estudio de Camilo Fernández Cozman sobre la poesía de Washington Delgado. Y como siempre, una sección destinada a la creación literaria (narrativa y poesía). Recomendable".
PD Jueves 31: Más sobre este reciente número de El Hablador. En uno de los artículos, "Archivo y testimonio: sobre la literatura de resistencia", del chileno Raúl Rodríguez Freire, se problematiza la noción de testimonio y narrativa testimonial manejada por el saber académico e institucional. Es interesante el planteamiento de esta cuestión, ya que en el Perú se requiere de más estudios sobre este punto sobre todo a raíz de la enorme cantidad y variedad de testimonios y declaraciones recopilados por la CVR. En ese sentido, se torna necesario el conocimiento de herramientas teóricas y conceptuales que actualicen los distintos aspectos de lo testimonial del caso peruano, a la manera en que los estudiosos chilenos y argentinos han legitimado un discurso articulado y crítico a la represión de las dictaduras que gobernaron esos países en décadas pasadas. En su caso, Rodríguez diferencia entre la crónica de la Conquista y la narrativa testimonial: "Dicha narrativa emerge recién durante los años sesenta en América Latina como una especie de discurso de resistencia de los grupos subalternos, dirigido hacia una opinión pública internacional con el fin de denunciar aspectos o acciones que los sectores dominantes ocultan", afirma. También dice: "No sólo el contexto sino también los objetivos hacen de la narrativa testimonial un discurso radicalmente alejado de los textos coloniales señalados más arriba, donde los 'sin voz' comienzan a tomar la palabra para convertirla en escritura. Ya no se trata [...] de un secuestro del discurso indígena; por el contrario, ahora la voz se hace cuerpo y se materializa generalmente mediante una articulación con 'intelectuales' comprometidos en los mismos objetivos de develamiento". El testimonio alcanza incluso repercusiones más actuales. Rodríguez menciona el caso del libro ¡Pásalo! Relatos y análisis sobre el 11-M y los días que siguieron (2004), en el que los autores recopilan como testimonios distintos soportes, desde mensajes de texto y weblogs hasta cartas y declaraciones televisivas. Por tanto, lo testimonial tiene una vigencia impresionante, sobre todo con los nuevos medios. En esa línea, Rodríguez concluye sosteniendo que "el testimonio tiene como característica central el ser narrado por un sobreviviente, una persona que tiene la posibilidad de contar el horror que ha vivido y al que ha sobrevivido. No se trata de un testigo en tercera persona, sino por quien ha experimentado, en carne propia, lo que cuenta y que, en dicha experiencia traumática, ha perdido amigos, familiares y personas con las que compartió la violencia, la opresión y la tortura, de manera que estar vivo para contarlo es una (enorme) posibilidad, que hace de quienes se deciden a hablar 'historiadores combativos' como les llama Primo Levi, un sobreviviente del genocidio nazi".
Por otra parte, El Hablador incluye a su vez un artículo de Víctor Quiroz sobre Rosa Cuchillo, la novela más importante de Óscar Colchado Lucio (en un número anterior de esta misma publicación, Quiroz ha desarrollado una serie de análisis sobre novelas que tocan la violencia política, escritas antes de la presentación del Informe Final de la CVR). En su artículo, Quiroz destaca los vasos comunicantes que la novela de Colchado mantiene con el denominado canon occidental.
Respecto a la literatura de viaje, tema central de la revista, Miguel Ángel Vallejo entrevista a Edgardo Rivera Martínez. Preguntado sobre si el libro Pasajeros perdurables (mencionado del siguiente modo por el entrevistador: "Acaba de ser publicada una antología de cuentos peruanos del siglo XX, cuyo tema central es el exilio"), compilación a cargo de Iván Thays, "es un ejemplo de un nuevo género de literatura de viajes", Rivera Martínez responde: "Claro, pero es diferente. Ahora no se manifiestan las mismas preocupaciones que en el pasado. Existe la televisión, los medios de comunicación. La tecnología ha cambiado las cosas, todo se ha integrado. No hay nada nuevo que descubrir: ahora la literatura de viaje se basa en las impresiones personales. Se apunta a una subjetividad, a la propia visión del autor. La literatura de viajes actual contiene mucho más de descripciones personales y menos de búsquedas objetivas. No tiene sentido describir una ciudad".
En la foto: carátula de libro sobre Belli.
PD Jueves 31: Más sobre este reciente número de El Hablador. En uno de los artículos, "Archivo y testimonio: sobre la literatura de resistencia", del chileno Raúl Rodríguez Freire, se problematiza la noción de testimonio y narrativa testimonial manejada por el saber académico e institucional. Es interesante el planteamiento de esta cuestión, ya que en el Perú se requiere de más estudios sobre este punto sobre todo a raíz de la enorme cantidad y variedad de testimonios y declaraciones recopilados por la CVR. En ese sentido, se torna necesario el conocimiento de herramientas teóricas y conceptuales que actualicen los distintos aspectos de lo testimonial del caso peruano, a la manera en que los estudiosos chilenos y argentinos han legitimado un discurso articulado y crítico a la represión de las dictaduras que gobernaron esos países en décadas pasadas. En su caso, Rodríguez diferencia entre la crónica de la Conquista y la narrativa testimonial: "Dicha narrativa emerge recién durante los años sesenta en América Latina como una especie de discurso de resistencia de los grupos subalternos, dirigido hacia una opinión pública internacional con el fin de denunciar aspectos o acciones que los sectores dominantes ocultan", afirma. También dice: "No sólo el contexto sino también los objetivos hacen de la narrativa testimonial un discurso radicalmente alejado de los textos coloniales señalados más arriba, donde los 'sin voz' comienzan a tomar la palabra para convertirla en escritura. Ya no se trata [...] de un secuestro del discurso indígena; por el contrario, ahora la voz se hace cuerpo y se materializa generalmente mediante una articulación con 'intelectuales' comprometidos en los mismos objetivos de develamiento". El testimonio alcanza incluso repercusiones más actuales. Rodríguez menciona el caso del libro ¡Pásalo! Relatos y análisis sobre el 11-M y los días que siguieron (2004), en el que los autores recopilan como testimonios distintos soportes, desde mensajes de texto y weblogs hasta cartas y declaraciones televisivas. Por tanto, lo testimonial tiene una vigencia impresionante, sobre todo con los nuevos medios. En esa línea, Rodríguez concluye sosteniendo que "el testimonio tiene como característica central el ser narrado por un sobreviviente, una persona que tiene la posibilidad de contar el horror que ha vivido y al que ha sobrevivido. No se trata de un testigo en tercera persona, sino por quien ha experimentado, en carne propia, lo que cuenta y que, en dicha experiencia traumática, ha perdido amigos, familiares y personas con las que compartió la violencia, la opresión y la tortura, de manera que estar vivo para contarlo es una (enorme) posibilidad, que hace de quienes se deciden a hablar 'historiadores combativos' como les llama Primo Levi, un sobreviviente del genocidio nazi".
Por otra parte, El Hablador incluye a su vez un artículo de Víctor Quiroz sobre Rosa Cuchillo, la novela más importante de Óscar Colchado Lucio (en un número anterior de esta misma publicación, Quiroz ha desarrollado una serie de análisis sobre novelas que tocan la violencia política, escritas antes de la presentación del Informe Final de la CVR). En su artículo, Quiroz destaca los vasos comunicantes que la novela de Colchado mantiene con el denominado canon occidental.
Respecto a la literatura de viaje, tema central de la revista, Miguel Ángel Vallejo entrevista a Edgardo Rivera Martínez. Preguntado sobre si el libro Pasajeros perdurables (mencionado del siguiente modo por el entrevistador: "Acaba de ser publicada una antología de cuentos peruanos del siglo XX, cuyo tema central es el exilio"), compilación a cargo de Iván Thays, "es un ejemplo de un nuevo género de literatura de viajes", Rivera Martínez responde: "Claro, pero es diferente. Ahora no se manifiestan las mismas preocupaciones que en el pasado. Existe la televisión, los medios de comunicación. La tecnología ha cambiado las cosas, todo se ha integrado. No hay nada nuevo que descubrir: ahora la literatura de viaje se basa en las impresiones personales. Se apunta a una subjetividad, a la propia visión del autor. La literatura de viajes actual contiene mucho más de descripciones personales y menos de búsquedas objetivas. No tiene sentido describir una ciudad".
En la foto: carátula de libro sobre Belli.