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viernes, agosto 18, 2006

Más, mucho más sobre Congrains

Existe en el distrito limeño de Santa Anita una calle que lleva por nombre Enrique Congrains Martin. Calle que inicialmente llevaba equivocadamente el apellido "Confrais". Se había producido un error al momento de registrarla. "Me has dejado boquiabierto con esa información sobre esa locura de bautizar una calle de Lima con mi nombre, y además equivocado. Carajo, si todavía no me he muerto. Es algo que nadie, ni mi familia en el Perú, sabía", me comentó el autor de Lima, hora cero (1954) en una comunicación. Precisamente sobre la Lima de los cincuenta en contraste con la de hoy, el periodista Carlos Cabanillas consultó a Congrains (la pregunta no llegó a aparecer en la edición de ayer de Caretas): "¿Cómo recuerda la Lima de los años 50 y cómo interpreta a la de ahora?": "Desde luego, la Lima de los cincuenta era una ciudad mucho más manejable para el citadino. Ahora, y en casos extremos, el moverse dentro de la Gran Lima puede insumir hasta una cuarta parte del tiempo útil. También le puedo decir que tenemos varias Limas. En Brasil, país que conozco perfectamente bien, dijeron que su verdadero nombre debería ser 'Belindia', neologismo que encierra la idea de Bélgica y de la India. Con eso querían expresar que Brasil tenía tanto de primer mundo como del cuarto. Lo mismo sucede en Lima. Del esplendor y bienestar de zonas como la aledaña al Golf de San Isidro se pasa a lugares donde ni siquiera hay agua ni luz. En mi concepto, una espada de Damocles pende sobre nuestra capital, y es que eventualmente podría, igual que Ciudad de México, sufrir una severa y permanente escasez de agua. Ahora bien, pensando a nivel macro, creo que el Perú necesita tener seis ciudades de un millón de habitantes, dos en el norte, dos en la sierra central, y las otras dos en el sur. Increíblemente, en ese sentido, Bolivia, país donde resido, tiene un mejor equilibrio urbano-territorial".
Producto de las comunicaciones con Congrains es la extensa entrevista que el autor amablemente me ha concedido y que hoy les entrego. La misma abarca diferentes temas, desde aspectos desconocidos de su vida hasta detalles puntuales de su obra reciente. Adelanto las dos preguntas finales: "¿Qué cosas son las que mayormente le preocupan?": "En lo más inmediato, la carnicería que a vista y paciencia de todo el mundo está cometiendo Israel en el Líbano. En mi opinión, no es otra cosa que la extensión de la guerra y ocupación de Irak. Creo que los Estados Unidos están provocando al mundo islámico, y que existe el riesgo de que esto sea el germen de una tercera guerra mundial. En lo cultural, me preocupa muchísimo cómo la juventud se frivoliza cada vez más: la televisión anestésica, los juegos electrónicos, el chateo intrascendente. Creo que nos espera menor número de lectores, pero eso sí, mejores lectores. Todo lo referente a la educación también es muy preocupante. En las nuevas potencias asiáticas, cada vez se estudia más horas y con mejor rendimiento académico. En China estudian diez horas diarias. En todo el oriente, se toma con mucha mayor seriedad la formación". "¿En qué cree usted?": "En el poder de las ideas. En el potencial, lamentablemente menospreciado, de la formación autodidáctica. Y en la absoluta igualdad de todos los seres humanos". Pueden leer de inmediato la entrevista completa haciendo click aquí.

En la foto: Congrains.