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domingo, enero 28, 2007

Un operativo audaz

En estos momentos se está dando inicio al denominado "Operativo empleada audaz" en el exclusivo balneario de Asia, al sur de Lima. La actividad se plantea como "un acto simbólico y emblemático que busca reafirmar el derecho de las Trabajadoras del Hogar y de todas las personas y sin distinción de raza, género u otra índole a ingresar libremente a lugares públicos como la playa". Como señalaba la revista Caretas en su edición de la semana pasada, entre los partipantes están los que "vienen de barrios tan disímiles entre sí como San Isidro, San Juan de Miraflores, Comas o La Molina". Cuatro de ellos son Ruth Karina, Eduardo Adrianzén, Susana Villarán y Wicho García, cantante tropical, dramaturgo, política y rockero, respectivamente, como informa hoy El Comercio. Otra participante es la Ministra de la Mujer, como hace notar Eduardo González Viaña en su Correo de Salem de ayer. "Me siento feliz de que una preocupación expresada desde hace algún tiempo a través de esta columna haya obtenido eco y gran respaldo. Me adhiero a la marcha y espero que capture éste y todos los recintos de la discriminación", afirma. Juan Acevedo aborda el tema en su punzante Love History de Perú 21.
Jorge Bruce publica hoy una interesante reflexión a propósito del operativo en su columna de Perú 21: "El operativo 'empleada audaz' es una de esas iniciativas que, más allá de su resultado efectivo, responde a una necesidad social evidente. La sola idea de marginar del acceso al mar a personas por su condición social o étnica -combinadas- es tan abyecta, que los propios discriminadores se niegan a aceptarla. Para ello se encubren tras una serie de dispositivos 'prácticos', tales como horarios de trabajo o uniformes. El hecho concreto es que las empleadas de los balnearios más exclusivos no son tratadas en condiciones de igualdad por sus patrones, lo cual no es más que un lugar de concentración de una conducta que se reproduce por todo el país. Mediante una serie de subterfugios no escritos pero por todos conocidos, se les arrima a una situación que les arrebata su dignidad y las confina en un rol de seres inferiores, silenciosos e invisibles. Esto va desde la gramática -ellas tratan de usted a los patrones que las tutean- hasta extremos tan grotescos como las habitaciones exiguas e incómodas o alimentos de menor calidad. Esto no constituye necesariamente la generalidad. De hecho, el racismo es una ideología que no convierte automáticamente a sus adeptos en malas personas. Mucha gente no es consciente de lo aberrante de estas relaciones humanas y lo hace con toda 'naturalidad'. Es lo que han visto hacer a sus padres y abuelos. Incluso, es frecuente que se enorgullezcan de brindar a sus empleados un trato más decente que sus antecesores. Lo cual suele ser cierto. Entre otras cosas, porque la servidumbre doméstica ha ido tomando conciencia de sus derechos y poco a poco los reivindica", expresa.
PD: Respecto a la jornada de hoy del "Operativo empleada audaz", véase esta nota y esta otra de Pospost.

En la foto: Asia, balneario coloquialmente ironizado como Eisha.