¿Realidad o poesía?
Cenicienta
Derrumbada caíste hacia la tierra,
derrumbada y sucia por mis brazos,
derrumbada caíste hacia el planeta,
caíste derrumbada.
Tú fuiste la sirvienta de mi casa.
Tenías un cuarto de terrazas y escaleras.
Y tus pechos derrumbados por mis ojos,
cayeron a mis ojos, derrumbados:
Una cascada desflorada: Ano y sangre, Cenicienta.
Mis colmillos de perro echando baba,
mis globos de rey marciano en su castillo,
mis pelos de lobo helado en brujos cráteres lunáticos,
derrumbaban,
calor de espuma, vapores,
derrumbaban,
sobre la ola de tu vientre blanco,
estallando en bocas de geranio,
derrumbado,
bordoneado de espumas negras y de vahos.
Tú fuiste la sirvienta de mi casa.
Poma, fámula, apio, ámbar, nalgas de ceniza.
Tenías un cuarto de escaleras y novelas deshojadas.
Y una cocina rosada olía a ajos y a madera.
Fue en la noche.
Y mi trompa de escalera alucinada
vibraba semen a los bufones y a la luna.
Derrumbada caíste, Cenicienta, y las novelas...
Y mi semen polen a tus vellos y a tu panza en rosas.
Derrumbada sirvienta de escaleras,
fuiste sexo entre planetas,
carne en flor abierta, arrabalera,
madre derrumbada.
Guillermo Chirinos Cúneo, "Cenicienta", Idiota del Apocalipsis (Lima, 1967). Encontré el video aquí.