El punto de unión entre sueño y realidad
El punto de unión entre sueño y realidad, aunque parezca más que evidente, estará en la sensación del reo que espera que se lleve a cabo su sentencia de muerte. No se sabe bien, eso sí, si está aguardando la muerte o la sentencia. No se sabe tampoco en dónde puede estar la diferencia. Se podría suponer que las dos esperas son similares. Sobre todo si se toma en cuenta que el reo sabe de antemano que el final del trance conlleva siempre a la muerte. Ojalá que ese tránsito no sea como todos suponemos. Con el individuo acostado en la cama, inerte, con todas las esperanzas perdidas. Evocando quizá su crimen o una niñez en el campo. Arrepentido, no se sabe si del acto que motiva su sentencia o del error de las estratagemas necesarias para que el jurado haya podido dar su fallo. Prefiero pensar en un abandono absoluto de la voluntad. Un dejar su poder de vida mansamente en manos de sus carcelarios. Sabiendo que tiene la llave debajo de la franela que le sirve de almohada. En cualquier momento el reo se puede levantar, abril fácilmente la puerta de la celda y salir a caminar como un ciudadano común y corriente.
Mario Bellatin. La jornada de la mona y el paciente. Buenos Aires: Eloísa cartonera, 2005, pág. 7.
Mario Bellatin. La jornada de la mona y el paciente. Buenos Aires: Eloísa cartonera, 2005, pág. 7.