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martes, setiembre 04, 2007

Ecuador en la mira

Cultural: El país del norte será el coprotagonista del encuentro literario 'La palabra vecina'. Raúl Pérez Torres es uno de los invitados estrella

Por Maribel de Paz*

Llevar la etiqueta de escritor maldito y ocupar un puesto público destacado no es incompatible y ahí está Raúl Pérez Torres para demostrarlo. Acreedor del premio Casa de las Américas 1979, el Julio Cortázar de España 1995 y el Juan Rulfo otorgado por Radio Francia Internacional ese mismo año, Pérez Torres es dueño de una vasta bibliografía cuentística cargada de erotismo o lo que algunos han llamado "sensualismo amargo y desbordado". Como presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, este destacado escritor ha señalado que "los procesos culturales nunca han sido unificadores en nuestros países". Por eso, para contrarrestar esta falta de unión, Pérez Torres será uno de los invitados centrales del Encuentro de Escritores Perú-Ecuador 'La palabra vecina', organizado por el CC Inca Garcilaso desde [hoy] 4 de setiembre.

Su novela Teoría del desencanto dio pie a que a sus coetáneos los calificaran de "generación del desencanto". ¿Siente que este lo envuelve?
Creo que no estoy ni he estado desencantado. Cada día estamos construyendo nuevas esperanzas y formas de vivir, aunque desencantado estoy por la guerra de Estados Unidos contra Irak. Eso es dolorosísimo para cualquier cultura… haber destrozado la Mesopotamia donde se dio la cultura fundacional del mundo. El artista y el escritor deben comprometerse cada vez más con su pueblo porque es este el que alimenta su obra. Creo que el fin último de la cultura es la felicidad de las personas, y mi actitud ante la literatura y la vida es una actitud política y social. Actualmente estoy participando en la Asamblea Constituyente por la Izquierda Democrática.
¿El escritor debe entonces actuar más allá de su obra?
Desde luego. Tenemos que entender que nuestra palabra vale mucho y no puede desgastarse. Yo nací un poco con la poesía de César Vallejo y las ideas de Mariátegui, Ciro Alegría y Arguedas, y siempre he considerado que entre peruanos y ecuatorianos existe una hermandad que viene de las letras y las profundidades de la Tierra. Por otro lado, considero que Martín Adán es uno de los escritores más importantes de América Latina.
En el Perú se está viviendo un boom de literatura sobre los años del terror. ¿Cómo describiría usted el panorama literario ecuatoriano?
Bueno, a propósito de lo que me dice, he leído las obras de Roncagliolo. He leído Abril rojo y me parece extraordinaria porque plantea casi con un silencio ancestral lo que está sucediendo actualmente en el Perú, esa violencia que no se nota en las grandes ciudades, esa condición humana de perversidad, desaliento y violencia. Creo que nuestra literatura se ha globalizado y ahora tiene alas un poquito más grandes, donde destacan Eliécer Cárdenas, Iván Égüez, Jorge Dávila, Javier Vásconez, Jorge Velasco y, desde luego, el padre de todos nosotros: Jorge Enrique Adoum.
Este encuentro de escritores apela a la vecindad literaria, a imaginarios comunes…

Pienso que tenemos una sola historia intelectual y espiritual, unidas por el Tahuantinsuyo y la pachamama. Creo que eso define nuestro comportamiento, que es un comportamiento de búsqueda permanente.
¿Una insatisfacción permanente?
Desde luego, y una búsqueda ancestral de una profundidad que nos contenga y que nos defina. Entonces, siento que estamos hermanados por una misma historia y también por una misma tragedia.
Una hermandad que por momentos pareció romperse.
Pero esa no fue una separación de los pueblos, sino del capitalismo y el petróleo. Con mi exposición quiero precisamente acercar a los peruanos a lo nuevo que se está haciendo en Ecuador, a la nueva literatura y las nuevas formas de atrapar el tiempo y el espacio en la palabra.
¿Qué espera finalmente de este encuentro?
Hermanarnos. Lo más significativo de un encuentro es el hecho de abrazarse. Nuestra libertad termina donde empieza la del otro y por eso es importante conocer a ese otro. Nuestras aspiraciones en la era del conocimiento ya no deben ser de nuestra patria chica.

* Publicado en Caretas Nº 1991.
En la foto: Pérez Torres llegará para presentar su obra El Tiempo, esa pluma. La cita es en Ucayali 391, Lima. [Leyenda de Caretas]