Angélica Mendoza de Ascarza, heroína

Hoy en su columna de opinión de Perú 21 Carlos Iván Degregori publica un artículo a propósito de los cinco años del Informe Final de la CVR. "Si algunos dicen que el documento no le importa a nadie es porque viven en la burbuja de la política oficial. Miren el mundo del arte: la cantidad de novelas, cuentos, películas, pinturas, instalaciones, esculturas, lugares de memoria. Dónde está la producción artística sobre esos años de quienes tienen una versión de los hechos radicalmente distinta a la que presentó la CVR. Solo atinan a destruir. Miren el mundo de las investigaciones sociales. Jóvenes en el Perú y en otros países indagan y estudian esos años con nuevas preguntas, con miradas frescas, tomando distancia e incluso criticando las insuficiencias del Informe de la CVR, que definió ella misma su verdad como 'perfectible'. Pero parten de ese hito, les guste o no a los que quisieran sepultarlo en el olvido porque, según ellos, polarizó al país", afirma. Y les dice lo siguiente al actual ministro de Defensa, al vicepresidente y al cardenal primado: "[No] les desearía a los personajes mencionados que, por algún azar de la metempsicosis, se vieran de pronto reencarnados en una señora de polleras, campesina, pobre, quechua, violada cinco o diez veces seguidas y tuvieran después que levantarse para emprender un vía crucis por las instalaciones militares y por los juzgados civiles en las capitales de su distrito, provincia, departamento, hasta llegar a Lima, a veces varias veces ida y vuelta en busca de sus hijos, padre o esposo, para darles cristiana sepultura sin encontrar alivio a su dolor en 15, 20 o 25 años. No se lo deseo porque dudo de que ellos, como la mayoría de peruanos, me incluyo, tendríamos el valor, la tenacidad y la dignidad de esas miles de mujeres que, cuando se escriba la historia definitiva de esos años aciagos, serán nuestras principales heroínas".

En la foto: heroína Angélica Mendoza de Ascarza, fundadora de la Asociación de Familiares de los Desaparecidos. La CVR "definió ella misma su verdad como 'perfectible'", señala Iván Degregori.