Madeinusa: Gustavo Buntinx dialoga con Claudia Llosa y Patricia Bueno
Doy paso al siguiente texto del crítico Gustavo Buntinx, escrito a modo de gorro explicativo para su entrevista a Claudia Llosa y Patricia Bueno. Lean:
Tras obtener dieciseis premios internacionales, la película Madeinusa se ha estrenado este 14 de setiembre en el Perú. En apenas quince días de proyecciones, el público limeño que acude a verla se acerca ya a los treinta mil espectadores, muchos de ellos en cines de clientela popular. Una tendencia que confirma el positivo e impresionante impacto generado por esta cinta en el pueblo ancashino de Canrey Chico, cuyos escenarios y habitantes tuvieron una participación decisiva durante su rodaje.
La voluntad de presentar la obra en ese espacio preciso antes que en la capital ha servido para confirmar la radicalidad de una propuesta fílmica dispuesta a no reprimir sino productivizar las múltiples diferencias que en el Perú nos (des)construyen como sociedad. Algo sin duda intuido o percibido por los numerosos críticos culturales y cinematográficos que también en nuestro país le han otorgado un reconocimiento singular, incluyendo su nominación al Óscar y el premio a la mejor película peruana en el último encuentro de cine latinoamericano.
Tal acumulación de logros en una opera prima parece haber alentado la airada difusión –sobre todo a través de internet– de algunas opiniones discrepantes, que en ciertos casos proponen lecturas ideológicas sesgadas. Tal vez la mejor respuesta a esos ataques, sin embargo, sea muy anterior a que ellos fueran siquiera concebidos, pues se encuentra en las reflexiones y revelaciones recogidas en marzo de 2006 a lo largo de una extensa conversación con la guionista y directora de Madeinusa –Claudia Llosa– acompañada por Patricia Bueno, quien junto con Susana Torres aparece en los créditos como responsable de la conceptualización visual de la película.
A continuación se reproduce la versión de esa entrevista publicada en el número 28 de la revista Butaca, correspondiente a mayo de 2006. (G.B., 30 de setiembre de 2006)
Tras obtener dieciseis premios internacionales, la película Madeinusa se ha estrenado este 14 de setiembre en el Perú. En apenas quince días de proyecciones, el público limeño que acude a verla se acerca ya a los treinta mil espectadores, muchos de ellos en cines de clientela popular. Una tendencia que confirma el positivo e impresionante impacto generado por esta cinta en el pueblo ancashino de Canrey Chico, cuyos escenarios y habitantes tuvieron una participación decisiva durante su rodaje.
La voluntad de presentar la obra en ese espacio preciso antes que en la capital ha servido para confirmar la radicalidad de una propuesta fílmica dispuesta a no reprimir sino productivizar las múltiples diferencias que en el Perú nos (des)construyen como sociedad. Algo sin duda intuido o percibido por los numerosos críticos culturales y cinematográficos que también en nuestro país le han otorgado un reconocimiento singular, incluyendo su nominación al Óscar y el premio a la mejor película peruana en el último encuentro de cine latinoamericano.
Tal acumulación de logros en una opera prima parece haber alentado la airada difusión –sobre todo a través de internet– de algunas opiniones discrepantes, que en ciertos casos proponen lecturas ideológicas sesgadas. Tal vez la mejor respuesta a esos ataques, sin embargo, sea muy anterior a que ellos fueran siquiera concebidos, pues se encuentra en las reflexiones y revelaciones recogidas en marzo de 2006 a lo largo de una extensa conversación con la guionista y directora de Madeinusa –Claudia Llosa– acompañada por Patricia Bueno, quien junto con Susana Torres aparece en los créditos como responsable de la conceptualización visual de la película.
A continuación se reproduce la versión de esa entrevista publicada en el número 28 de la revista Butaca, correspondiente a mayo de 2006. (G.B., 30 de setiembre de 2006)