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miércoles, julio 25, 2007

José de Piérola y una novela poderosa

Hoy en la sección cultural de El Comercio Enrique Planas publica una entrevista al escritor José de Piérola, "flamante profesor del programa de creación literaria bilingüe de la Universidad de Texas" (en El Paso). La conversa gira alrededor de su recientemente publicada novela El camino de regreso, calificada por Planas como "poderosa". Incluyo dos preguntas. "Muchos dicen que solo después del atentado en Tarata, el Perú oficial se percató de la gravedad de la guerra interna. ¿Piensa lo mismo?": "Creo que Tarata tuvo esa terrible 'virtud': traer la guerra a Lima. Al principio, se hablaba de 10 mil, 15 mil muertos, ahora se sabe que hubo más de 70 mil muertos. Era una guerra que se libraba muy lejos de la conciencia de Lima. La capital es tan grande que se puede aislar de algunos aspectos de la vida nacional. Tarata fue una terrible llamada de alerta, y creo que a partir de allí empezaron a cambiar las cosas". "Ahora que afloran en el país diversas novelas sobre los años de la violencia, ¿cree que hemos llegado a un tiempo para reflexionar con madurez sobre lo sucedido o es una simple moda literaria?": "Para poder reflexionar sobre la guerra hay que tener cierta distancia, temporal y espacial. En mi caso, la distancia espacial me ha ayudado a verme a mí mismo en esos años. Nunca es muy tarde ni muy temprano para reflexionar sobre una etapa tan traumática. Creo que hay tres formas de volver al tema de la violencia: una es explicarla, cosa que la literatura no puede, y la sociología muchas veces tampoco logra conseguirlo, otra es trivializarla, ablandar los filos de la experiencia para incorporarla como una versión más ligera de la historia, con la esperanza de dejarlo atrás. Eso es lo que ha ocurrido en EE.UU. con respecto a su guerra civil o a la Segunda Guerra Mundial. La tercera, que creo es la forma más constructiva, es replantear los problemas que ocurrían en esa época. Eso es lo que me interesa: explorar los conflictos de entonces, esas diferentes opciones y las vidas afectadas, sin pretender obtener ninguna respuesta".
Finalmente, con relación al "muchos dicen" de la primera pregunta de Planas, un comentario puntual correspondiente a Enrique Cortez (autor de una novela en la que también aparece el tema de la violencia política) publicado en el desaparecido suplemento cultural Identidades: "La conciencia de la violencia en la década de 1990 es un proceso muy limeño que, de espaldas al resto de la sociedad peruana, observó cómo durante la década de 1980 se libraba una batalla en el interior del país. Esta mirada indiferente, de la cual el Informe Final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación documenta bien –y sólo excepcionalmente crítica en los poemas de la llamada generación del ochenta–, sólo asumió esa violencia como un problema cuando un hecho real, que se hace símbolo de esa indiferencia (el atentado de la calle Tarata de Miraflores en 1992), estremeció las seguridades que construyó el sistema republicano, bajo la forma del centralismo, con una violencia no tan abrupta como la de esos años, pero acaso más fatal".

En la foto: José de Piérola. "Creo que Tarata tuvo esa terrible 'virtud': traer la guerra a Lima", afirma.