zonadenoticias

miércoles, noviembre 21, 2007

Rocco Maquina

La editorial Mundo ajeno ha publicado en Lima Maquina, primer poemario del novísimo poeta chileno Bernardo Rocco, entrevistado hoy por Giancarlo Stagnaro en la sección cultural de El Peruano. "El título de tu libro es ambiguo. Dice 'maquina' del verbo, maquinar: 'él maquina'. Sin embargo, es fácil confundirlo con una máquina. ¿Un pensamiento máquina, entonces? ¿Un hombre que cuando piensa se vuelve máquina, es decir, deja de pensar?": "La única manera de contestar a tu pregunta sería a través de una anécdota. Cuando estaba en el proceso de buscar un título al libro, un grupo de peruanos residentes en Estados Unidos me invitó a un céntrico hotel de Filadelfia durante una conferencia de la MLA en 2006. Me acuerdo que estaba Róger Santiváñez, José Antonio Mazzotti y Enrique Cortez. No más entro a la habitación del hotel cuando Róger me dice: 'Hemos decidido que tu libro debe llamarse maquina. Sí Bernardo, así como escuchas, sin acentos y en minúscula'". Rocco nació en Chillán, Chile, en 1973 (un año tan cargado históricamente para dicho país), estudió literatura en la Universidad Nacional de Chile e hizo el master en literatura latinoamericana en Temple University (Filadelfia). Actualmente continúa sus estudios de doctorado en literatura latinoamericana en la Universidad de Pittsburgh.
"Sin duda estamos ante una nítida visión del capitalismo decadente en medio del cual el poeta –a pesar de su dolor– todavía es capaz de recuperar las correspondencias baudelaireanas y ver música en el desvaído color de la ciudad en estado de descomposición. Porque de todos modos, la poesía es un canto –aunque sea fúnebre–pero un canto que se alza por encima de los rascacielos y toca las nubes del cielo, atraviesa la nada y llega al paraíso, tras esa estadía en el infierno, como quiso Rimbaud. No me queda la menor duda que Rocco pertenece a esta estirpe maldita, la de aquellos entremezclados con las muchedumbres urbanas, rebuscando en su desolación 'fresas' (que yo leo como la boca de una muchacha) o 'contemplando tus marinos trazos' (lo que interpreto como una alusión a la mujer, rediviva Venus siempre brotada del mar). La virtud de esta poesía está en su frescura, en su ondulante fraseo renovado por la inédita experiencia vital del autor", sostiene Róger Santiváñez en el prólogo del poemario.

En la foto: Bernardo Rocco. "La continuidad entre Chile y Perú se da en lo privado", afirma.