Situaciones surrealistas, imposibles e ilógicas del racismo
Andes imaginarios. La fotógrafa peruana Marina García Burgos y el historiador y crítico de arte español Ricardo Ramón Jarne -colectivo MR- acaban de inaugurar en la galería Enlace Arte Contemporáneo (Av. Pardo y Aliaga 676, San Isidro) una muestra "compuesta por dieciséis imágenes, [cuyo sentido] consiste en ubicar a la víctima del racismo en el espacio del racista: familias y personas de origen andino en un ambiente exclusivo y excluyente", según apunta Andina. "Aunque Ramón y García Burgos han tratado de ser sutiles, sus imágenes gritan (porque no solo hablan) por sí solas. Ellos trajeron a Lima a una familia huancaína -abuelos, padres e hijos- y la fotografiaron en ambientes 'exclusivos' de la alta sociedad limeña", da cuenta hoy la sección cultural de Perú 21. "Se trataría de retratos tradicionales de familia sino fuera por los escenarios imposibles que utiliza el colectivo MR, tan alejados de la vida diaria de los fotografiados: un restaurante de lujo, un bar de moda, un gimnasio, una tienda de diseño, un yet privado o el palco de un teatro. En definitiva, espacios a los que esta familia nunca accedería por voluntad propia y porque, además, su presencia no sería aceptada de forma espontánea", señala un cable de EFE publicado en Metro de España (el diario gratuito que uno recibe precisamente en la entrada de los metros en las ciudades de dicho país). "El primer tema trabajado por MR es el racismo, un problema serio que decidieron abordar desde una perspectiva diferente. Optaron por presentar una situación ilógica y provocadora de una manera surrealista: ubicaron a las víctimas del racismo en los espacios exclusivos de los racistas", expresa a su vez Marianne Blanco Dejardin en El Comercio (vía el weblog Perú Foto Libre). Por último, el weblog Sal de tu casa de El Comercio sostiene lo siguiente: "El bienestar económico que ha ido generando el desarrollo y el aumento de una clase media ubicada en los conos de Lima, ha hecho de estas zonas una de las de mayor crecimiento económico de toda América. Esto hará que las imágenes que conforman esta muestra, creadas e idealizadas por MR, sean cotidianas en un futuro próximo". Si MR busca llamar la atención sobre un mal endémico como es el racismo de la burguesía limeña, acaba de encontrar en la redacción web de El Comercio una elocuente respuesta. Lo que hoy mismo son situaciones surrealistas, imposibles e ilógicas del racismo, tal y como califican los propios comentaristas de la muestra, para la redacción web de El Comercio todo ello será, "en un futuro próximo", una cotidiana y palpable realidad. ¿Cuál es el significado de esta lectura? Que si queremos ver hecha realidad pronto -el 2011, el 2016, el 2021- la fantasía que hoy representa en sus fotos el colectivo MR, pues que ni se nos ocurra elegir a candidatos presidenciales opuestos al modelo económico actual.
PD Jueves 10: Luis Lama, hoy en su columna Artes & Ensartes de Caretas 2022: "[Esta muestra] es bastante conflictiva. Está planteada por Ricardo Ramón y la fotógrafa Marina García Burgos, quienes presentan 16 fotografías de gran formato con la intención de evidenciar un racismo, que del modo como ha sido propuesto resulta de una decadente obsolescencia. La propuesta no funciona –quizás en tiempos de Prado o de Franco hubieran sido subversivas–, debido a que el carácter fashion que predomina en el espacio y en los modelos anula cualquier pretendida denuncia. Ocurre que García Burgos maquilla hasta el disfraz a quienes se supone marginados, mimetizándolos con el ambiente en lugar de originar un resquebrajamiento entre la realidad y la ficción. Lo que irrita es el disfuerzo y la manipulación para obtener resultados tan trillados como los modelos en drag dentro de un comedor tan maquillado como ellos. Y este enfrentamiento entre manipulaciones es lo que hace obtener un resultado con un valor menor a cero, diría Bret Easton Ellis. El texto de presentación es absolutamente disparatado, particularmente cuando habla de esta serie como un remake contemporáneo de Chambi (¡sic!), y para rematar la petulancia afirma que el tiempo permitirá considerarlas como 'postales del futuro' (¡re-sic!). Y a pesar de la irritación que todo esto pueda causar –odio quiero más que indiferencia– hay que anotar que todo se origina en las pretensiones de glamour. Puede que por allí ronde el espíritu de Almodóvar, pero ocurre que no existe un espacio público en el cual se rechace a una familia en ojotas. Admitamos que las intenciones han sido buenas, pero hay allí tanto snobismo acumulado que el camino del infierno ha sido empedrado con ellas. Aquí no hubiera sido extraño ver a Rafael Osterling sirviendo coca sour, a Jordi Puig acomodándoles una silla Barcelona, a Rosi Salinas introduciendo tampones de coloretes o Tomás Leguía nadando con ellos en su templo Kitsch. Estas fotos harían una regia decoración para el mayor monumento al mal gusto en el Perú".
En la foto: una de las dieciséis imágenes del colectivo artístico MR. Los textos del catálogo de la exposición han sido escritos por Jorge Bruce y Santiago Roncagliolo.
PD Jueves 10: Luis Lama, hoy en su columna Artes & Ensartes de Caretas 2022: "[Esta muestra] es bastante conflictiva. Está planteada por Ricardo Ramón y la fotógrafa Marina García Burgos, quienes presentan 16 fotografías de gran formato con la intención de evidenciar un racismo, que del modo como ha sido propuesto resulta de una decadente obsolescencia. La propuesta no funciona –quizás en tiempos de Prado o de Franco hubieran sido subversivas–, debido a que el carácter fashion que predomina en el espacio y en los modelos anula cualquier pretendida denuncia. Ocurre que García Burgos maquilla hasta el disfraz a quienes se supone marginados, mimetizándolos con el ambiente en lugar de originar un resquebrajamiento entre la realidad y la ficción. Lo que irrita es el disfuerzo y la manipulación para obtener resultados tan trillados como los modelos en drag dentro de un comedor tan maquillado como ellos. Y este enfrentamiento entre manipulaciones es lo que hace obtener un resultado con un valor menor a cero, diría Bret Easton Ellis. El texto de presentación es absolutamente disparatado, particularmente cuando habla de esta serie como un remake contemporáneo de Chambi (¡sic!), y para rematar la petulancia afirma que el tiempo permitirá considerarlas como 'postales del futuro' (¡re-sic!). Y a pesar de la irritación que todo esto pueda causar –odio quiero más que indiferencia– hay que anotar que todo se origina en las pretensiones de glamour. Puede que por allí ronde el espíritu de Almodóvar, pero ocurre que no existe un espacio público en el cual se rechace a una familia en ojotas. Admitamos que las intenciones han sido buenas, pero hay allí tanto snobismo acumulado que el camino del infierno ha sido empedrado con ellas. Aquí no hubiera sido extraño ver a Rafael Osterling sirviendo coca sour, a Jordi Puig acomodándoles una silla Barcelona, a Rosi Salinas introduciendo tampones de coloretes o Tomás Leguía nadando con ellos en su templo Kitsch. Estas fotos harían una regia decoración para el mayor monumento al mal gusto en el Perú".
En la foto: una de las dieciséis imágenes del colectivo artístico MR. Los textos del catálogo de la exposición han sido escritos por Jorge Bruce y Santiago Roncagliolo.