Varios

"El general no merece que lo lloren" es el título de la nota publicada hoy en la sección cultural de El Comercio en la que se incluyen declaraciones de los escritores Mario Benedetti, Carlos Fuentes y Luis Sepúlveda respecto al fallecimiento de Pinochet. En España se dejan escuchar a su vez reacciones de anti homenaje, como esta muy sentida del catedrático José Carlos Rovira de la Universidad de Alicante.
Por otro lado, en su columna de los martes (antes lunes) en Perú 21, Alonso Cueto escribe una interesante reflexión a propósito de El cuerpo ausente, reciente libro de Miguel Rubio en el cual "incluye testimonios, transcripciones, diarios y entrevistas, además de fragmentos teatrales. También aparecen muchas fotos de las representaciones públicas y menciones a algunas personas en Ayacucho que los inspiraron, como la emblemática Angélica Mendoza, quien -como se sabe- se enfrentó con gran valentía a los soldados que secuestraron a su hijo Arquímedes en 1983".
En la sección cultural de este mismo diario, Arturo Corcuera escribe sobre "Víctor Casartelli en Lima", escritor que "pertenece a esa raza de poetas paraguayos que escriben tocados primordialmente por la realidad, por su paisaje torrencial y sobrecogedor y por los sueños del hombre en su lucha incesante por modelar su destino".
En la sección cultural de La República, Abelardo Oquendo escribe sobre el Fondo Editorial del Congreso con ocasión de la reciente salida del libro Teoría y práctica de la oralidad en el discurso social del Perú de Juan Biondi y Eduardo Zapata. "La amenaza que parecía cernirse sobre el Fondo Editorial del Congreso tras el tono acre con que el presidente García dijo 'hasta edita libros' refiriéndose al Poder Legislativo en su discurso de asunción del mando, se desvaneció en el aire. El nuevo Congreso ha mantenido ese Fondo en actividad y con el mismo carácter riguroso y exigente que le ha valido su prestigio. Es algo en realidad extraordinario: el Fondo nació dentro de un régimen del cual no cabía esperar algo semejante, se fortaleció a lo largo de otro no particularmente interesado en la cultura y cuenta con el apoyo de la presidencia aprista del Congreso pese a la extrañeza expresada ante esa función ajena a la legislativa por el presidente –aprista- de la república. Congratulémosnos. Los libros que han aparecido de julio último a la fecha, aun cuando resulte obvio que corresponden al plan editorial trazado antes del cambio de gobierno, muestran el propósito de proseguir una labor ya iniciada, sin esas rupturas perversas tan frecuentes en nuestra política", señala.
En esta misma sección, Javier Ágreda reseña Hotel Lima de Miguel Ildefonso. "No estamos ante una lectura fácil, pero sí ante un libro original y auténtico (a pesar de sus tropiezos en ciertos pasajes y páginas), un ajuste de cuentas con los principales temas y motivos de la obra literaria de Miguel Ildefonso", concluye.
En la sección cultural de El Peruano, Giancarlo Stagnaro publica una nota respecto al "periodista y escritor Víctor Andrés Ponce (Lima, 1969), [quien] ha regresado cargado de novedades de la reciente Feria del Libro de Santiago de Chile, donde el Perú fue invitado de honor. Ponce presentó en la capital sureña De amor y de guerra (Norma, 2005), novela ambientada durante la ocupación senderista del valle del Apurímac".
Y en esta misma sección, se da cuenta de la convocatoria al IV Congreso de la Asociación Internacional de Peruanistas que se llevará a cabo del 25 al 27 de abril de 2007 en Santiago de Chile.
Por su parte, la sección cultural de La Primera informa sobre el inicio, el día de hoy, del coloquio "Lo cholo en el Perú", el cual se llevará a cabo en el nuevo local de la Biblioteca Nacional y que está dedicado al pintor Víctor Humareda. El Peruano hace lo propio.
También, el cineasta Raúl Goyburu acaba de realizar un video a Luis Arias Vera, como un homenaje por el 40 aniversario de la formación del grupo Arte Nuevo del cual Arias Vera fuera fundador.
Finalmente, este viernes se inaugura en el Museo de Arte de Lima la exposición (curada por Jorge Villacorta) "Tránsito de imágenes (puntos de fuga hacia el arte último)" dentro del marco del proyecto Miradas de Fin de Siglo. Verónica Klingenberger publica un reportaje en el último Dominical de El Comercio. "Durante los 50 se discutió mucho si el arte debía ser abstracto o figurativo. Si era figurativo, entonces debía rescatar situaciones para convertirse en elemento de liberación para el individuo maniatado y explotado por la sociedad. Era un poco la idea del arte comprometido. Es la misma discusión que había en la poesía sólo que simplificada de una forma mucho más drástica en las artes visuales, sobre todo en la pintura. La polémica se fue resolviendo en los 50 a favor de lo abstracto, o sea que para el 55 o 56 lo abstracto era lo que imperaba. 'Siempre recuerdo esta línea de Mazzotti, 'métete la realidad en el poema' -finaliza Villacorta-, porque ellos estuvieron explorando cómo hacer para incorporar experiencias de lo real en el arte que hacían. Y ahí es cuando empiezan a descubrir todo un discurso extraído de las imágenes publicitarias, de los afiches, revistas, fotografías, elementos de lo banal, aquello que va y viene, de lo perecible, de lo transitorio pero que parte de lo real'", se lee.

En la foto: Víctor Humareda, homenajeado desde hoy hasta este jueves en el coloquio Lo cholo en el Perú.