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martes, febrero 06, 2007

Dos cineastas: Alejandro Landes y Javier Corcuera

La sección cultural de El Comercio publica hoy una entrevista de Raúl Cachay al cineasta ecuatoriano Alejandro Landes, director del documental Cocalero. "Fue la gran sorpresa en la sección competitiva del último festival de Sundance: Cocalero, un documental de bajo presupuesto que se centra en la figura del actual presidente de Bolivia durante su campaña electora y del sindicato cocalero, fue ovacionado ruidosamente por el público y la crítica en el encuentro de cine independiente más importante del planeta", comenta Cachay. La sinopsis del documental habla de "un hijo de la guerra norteamericana contra las drogas. Un indio aymara llamado Evo -acompañado por una tropa de cocaleros- [que] atraviesa los Andes y el Amazonas en jeans y zapatillas, encabezando una contienda histórica para convertirse en el primer presidente indígena de Bolivia", tal y como se lee en Los Tiempos. Incluyo las dos primeras preguntas. "¿Cómo empezó tu relación con Evo Morales? ¿Cuándo decidiste que era un personaje ideal para un documental?": "Yo llegué a Bolivia el 1 de octubre del 2005. No tenía garantías de acceso de ningún tipo a Evo Morales. Viajé a Bolivia con un pequeño equipo de filmación, porque de alguna manera sentía que la historia personal de [Evo] Morales entretejía muchas otras historias propias de toda la región: por un lado está el componente racial, ya que él estaba a punto de ser el primer presidente indígena de Bolivia; por otro, tenía un nexo muy marcado con Estados Unidos, porque en su historia personal estaba su oposición a la lucha antidrogas de ese país en América Latina. Bolivia se convirtió en un campo de batalla regional. La propuesta del documental no fue hacer algo didáctico, con entrevistas a politólogos o sociólogos, sino más bien tratar de que fuera algo más próximo, íntimo, como para que salieran esos temas pero de una forma casi anecdótica". "Cuando uno va a iniciar la filmación de un documental, es natural que tenga muchas ideas previas, incluso ciertos prejuicios sobre el tema o los individuos que pretende abordar. ¿Cuán diferente fue el Evo Morales que conociste y filmaste al que te habías construido mentalmente antes de empezar a trabajar en la película?": "Tienes razón. Uno puede tener muchas ideas previas, pero el mismo documental te fuerza a ponerlas a un lado. Yo fui a Bolivia a filmar una historia con una narración más bien étnico -cultural, algo así como la historia de Nelson Mandela: 500 años después de Colón llega el primer presidente indígena a Bolivia. Pero me encontré con algo distinto: sí, Evo es un indígena aimara, pero él proviene de una tradición mestiza. Su poder no viene de un discurso indigenista, sino de un sindicato, el de los cocaleros, que nace como consecuencia de la violencia de la guerra estadounidense contra las drogas. Para mí, ese mundo de los cocaleros fue el mayor descubrimiento durante la filmación del documental y, eventualmente, eso se vuelve el corazón de la historia".
Por otro lado, en la sección cultural de Perú 21 Gonzalo Pajares Cruzado entrevista al cineasta peruano Javier Corcuera, residente en España, y quien se encuentra de paso por Lima, "donde se enteró de que el último trabajo en el que participó, Invisible -un documental compuesto por cinco historias y producido por el actor Javier Bardem-, será estrenado el 16 de febrero, en el Festival de Berlín". Incluyo las primeras preguntas. "Invisible es una creación múltiple": "Sí. Reúne cinco historias sobre cinco crisis olvidadas de cinco lugares: Colombia, Bolivia, Uganda, El Congo y la República Centroafricana. Han sido dirigidas por Wim Wenders, Isabel Coixet, Fernando León de Aranoa, Mariano Barroso y yo, que hago la de Colombia".
"¿Qué cuenta su historia?": "Habla de los civiles desplazados por la guerra interna de Colombia, en donde existen tres millones de ellos. Cuenta la historia del retorno de un grupo de pobladores de El Encanto, un pueblo del llano colombiano. La protagonista se llama Luz, quien perdió a su padre, hermano y esposo en su lucha por el retorno. Ellos fueron asesinados por los paramilitares. A pesar de tanta muerte y de tanto dolor, Luz consiguió -después de cuatro años y junto con otras mujeres- reorganizar a los pobladores de su comunidad -dispersos en la urbe- y retornar a la tierra de donde habían sido expulsados". "¿Regresan porque la guerrilla y los paramilitares están siendo vencidos?": "La comunidad logró que su pueblo fuera reconocido como una 'zona humanitaria', que es una fórmula del derecho internacional que consiste en establecer que son una población civil no activa en el conflicto armado. Esto, y la presencia de algunos observadores internacionales, les da cierta tranquilidad, que no es del todo real pues las guerrillas y los paramilitares siguen controlando la zona". "¿Por qué vuelven, entonces?": "Porque, como ellos mismos dicen, un campesino sin tierra no es nada. Y también porque quieren esclarecer la verdad y buscar justicia y reparación".


En la foto: Javier Corcuera. "La realidad es que, durante el mandato de Uribe, los crímenes de los paramilitares -y su complicidad con el ejército y con el Estado- han aumentado. Su supuesta desmovilización y desmilitarización no es real. Sus acciones se están legalizando, y no solo eso: muchos se están incorporando a las fuerzas de seguridad, a la policía. Y cuentan con el apoyo de Estados Unidos", expresa.