Mi nombre es Rachel Corrie (y la barbarie me asesinó)
La noche de ayer asistí a una excelente puesta en escena en el teatro La Plaza de Larcomar. Se trata de la unipersonal Mi nombre es Rachel Corrie, dirigida por Nishme Súmar Albújar bajo la actuación de "la notable actriz nacional Gisela Ponce de León", como acertadamente la ha calificado El Comercio.
En noviembre del año pasado, Mario Vargas Llosa (quien vio la obra en New York) publicó un artículo sobre esta obra. No sé si ese texto fue el punto de inicio para que Súmar y Ponce de León se embarcaran en este proyecto. Lo cierto es que en el programa de la obra, el cual contiene 16 páginas muy ilustrativas, se incluyen estas palabras del novelista: "Por medio de la presente me es grato dar testimonio de la seriedad y profesionalismo con que Nishme Súmar y el Teatro La Plaza han asumido el proyecto de llevar a escena la obra de teatro Mi nombre es Rachel Corrie. He tenido la oportunidad de asistir a una primera lectura y comprobar que la traducción, la elección de la actriz que interpretará a Rachel Corrie y todos los preparativos son de un muy alto nivel y reflejan una voluntad evidente de presentar un espectáculo de la más alta calidad artística y sin descuidar su significación moral. Las ideas de la directora, Nishme Súmar, que tiene una rica experiencia teatral, son excelentes y, me parece, garantizan el éxito de este montaje. Lima, 13 de febrero de 2007".
Como señala a su vez VLl en su artículo del 2006: "El texto es un monólogo de la protagonista, encarnada en una joven actriz de mucho talento, Megan Dodds, elaborado por Alan Rickman y Katharine Viner a partir de los diarios, cartas a sus padres y amigos y otros escritos personales de Rachel Corrie. Nadie diría que una obra tan bien estructurada y que fluye de manera tan natural, sin el menor tropiezo, en la electrizante hora y media que dura, no fue concebida como un texto orgánico, por un dramaturgo profesional, sino hecha solo de citas y remiendos". Uno cambia a esta cita el nombre de Megan Dodds por el de Gisela Ponce de León y queda exacta. VLl también dice: "En la obra, tal vez porque este momento crítico de su existencia no quedó documentado en sus escritos, hay un gran paréntesis, aquel período que lleva a la [estadounidense] jovencita provinciana que aspira a ser algún día poeta, a dar un paso tan audaz como ofrecerse, a comienzos del año 2003, como voluntaria para ir a luchar pacíficamente a la franja de Gaza contra la demolición, por el Ejército de Israel, de las casas de vecinos emparentados o relacionados con los palestinos acusados de terrorismo". Así como: "Rachel se inscribió en el Movimiento Internacional de Solidaridad, conformado sobre todo por jóvenes británicos, estadounidenses y canadienses, que, en los territorios ocupados, yéndose a vivir en las viviendas amenazadas, tratan de impedir --sin mucho éxito, ni qué decirlo-- una acción moral y jurídicamente inaceptable, pues parte del supuesto de una culpa colectiva, de una población civil que debe ser castigada en su conjunto por los crímenes de individuos aislados". Y: "Para cualquier persona no cegada por el fanatismo, el testimonio de Rachel Corrie sobre una de las más grandes injusticias de la historia moderna -la condición de los hombres y mujeres en los campos de refugiados palestinos donde la vida es una pura agonía- es, al mismo tiempo que sobrecogedor, un testimonio de humanidad y de compasión que llega al alma".
Imposible no sobrecogerse y emocionarse con este monólogo vívido, humano, demasiado humano. Ayer, el teatro La Plaza, totalmente abarrotado, se rindió en aplausos, de pie, ante la brillante caracterización de la joven actriz Gisela Ponce de León. Nishme Súmar, por su parte, realiza una inteligente dirección, con un escenario absolutamente minimalista, en el que ningún objeto es bienvenido al escenario (a la actriz solo le basta el canguro que lleva puesto para extraer de él algunos papeles), y en el que el acertado juego de luces (verdadero compañero del monólogo de la actriz) y algo de música le son más que suficientes. Si está en Lima conviviendo con el frío, no deje de ir a ver esta obra contundente, desgarradora.
"Lo que nuestro gobierno está financiando aquí es verdaderamente maligno", le dice Rachel Corrie a su madre en una de sus cartas. Debo decir que desconocía la construcción, el 2002, de un muro por parte del estado israelí. Como se lee en el programa: "El muro 'es una medida defensiva, destinada a impedir la entrada de terroristas, armas y explosivos en el Estado de Israel'. El 90% del trazado del muro está en territorio palestino dentro de Cisjordania, rodeando localidades, pueblos palestinos; aislando entre sí a comunidades y familias, separando a los palestinos de sus tierras, de sus lugares de trabajo, centros educativos, centros de salud y otros servicios esenciales". Es por el programa también que puedo dar con esta cita de un intelectual sumamente apreciado en esta Zona de noticias, Edward Said: "He pasado gran parte de mi vida abogando por los derechos del pueblo palestino a la autodeterminación nacional, pero siempre intenté hacerlo prestando plena atención a la realidad del pueblo judío como pueblo perseguido, víctima de un genocidio".
Los dejo finalmente con dos vídeos, extraídos de Youtube. En el primero podrán escuchar una breve entrevista concedida por Rachel Corrie. El segundo es elocuentemente inenarrable.
Vaya a ver la obra.
En la foto: Rachel Corrie. Olympia, Washington 10 abril 1979 - Franja de Gaza, Palestina 16 marzo 2003.
En noviembre del año pasado, Mario Vargas Llosa (quien vio la obra en New York) publicó un artículo sobre esta obra. No sé si ese texto fue el punto de inicio para que Súmar y Ponce de León se embarcaran en este proyecto. Lo cierto es que en el programa de la obra, el cual contiene 16 páginas muy ilustrativas, se incluyen estas palabras del novelista: "Por medio de la presente me es grato dar testimonio de la seriedad y profesionalismo con que Nishme Súmar y el Teatro La Plaza han asumido el proyecto de llevar a escena la obra de teatro Mi nombre es Rachel Corrie. He tenido la oportunidad de asistir a una primera lectura y comprobar que la traducción, la elección de la actriz que interpretará a Rachel Corrie y todos los preparativos son de un muy alto nivel y reflejan una voluntad evidente de presentar un espectáculo de la más alta calidad artística y sin descuidar su significación moral. Las ideas de la directora, Nishme Súmar, que tiene una rica experiencia teatral, son excelentes y, me parece, garantizan el éxito de este montaje. Lima, 13 de febrero de 2007".
Como señala a su vez VLl en su artículo del 2006: "El texto es un monólogo de la protagonista, encarnada en una joven actriz de mucho talento, Megan Dodds, elaborado por Alan Rickman y Katharine Viner a partir de los diarios, cartas a sus padres y amigos y otros escritos personales de Rachel Corrie. Nadie diría que una obra tan bien estructurada y que fluye de manera tan natural, sin el menor tropiezo, en la electrizante hora y media que dura, no fue concebida como un texto orgánico, por un dramaturgo profesional, sino hecha solo de citas y remiendos". Uno cambia a esta cita el nombre de Megan Dodds por el de Gisela Ponce de León y queda exacta. VLl también dice: "En la obra, tal vez porque este momento crítico de su existencia no quedó documentado en sus escritos, hay un gran paréntesis, aquel período que lleva a la [estadounidense] jovencita provinciana que aspira a ser algún día poeta, a dar un paso tan audaz como ofrecerse, a comienzos del año 2003, como voluntaria para ir a luchar pacíficamente a la franja de Gaza contra la demolición, por el Ejército de Israel, de las casas de vecinos emparentados o relacionados con los palestinos acusados de terrorismo". Así como: "Rachel se inscribió en el Movimiento Internacional de Solidaridad, conformado sobre todo por jóvenes británicos, estadounidenses y canadienses, que, en los territorios ocupados, yéndose a vivir en las viviendas amenazadas, tratan de impedir --sin mucho éxito, ni qué decirlo-- una acción moral y jurídicamente inaceptable, pues parte del supuesto de una culpa colectiva, de una población civil que debe ser castigada en su conjunto por los crímenes de individuos aislados". Y: "Para cualquier persona no cegada por el fanatismo, el testimonio de Rachel Corrie sobre una de las más grandes injusticias de la historia moderna -la condición de los hombres y mujeres en los campos de refugiados palestinos donde la vida es una pura agonía- es, al mismo tiempo que sobrecogedor, un testimonio de humanidad y de compasión que llega al alma".
Imposible no sobrecogerse y emocionarse con este monólogo vívido, humano, demasiado humano. Ayer, el teatro La Plaza, totalmente abarrotado, se rindió en aplausos, de pie, ante la brillante caracterización de la joven actriz Gisela Ponce de León. Nishme Súmar, por su parte, realiza una inteligente dirección, con un escenario absolutamente minimalista, en el que ningún objeto es bienvenido al escenario (a la actriz solo le basta el canguro que lleva puesto para extraer de él algunos papeles), y en el que el acertado juego de luces (verdadero compañero del monólogo de la actriz) y algo de música le son más que suficientes. Si está en Lima conviviendo con el frío, no deje de ir a ver esta obra contundente, desgarradora.
"Lo que nuestro gobierno está financiando aquí es verdaderamente maligno", le dice Rachel Corrie a su madre en una de sus cartas. Debo decir que desconocía la construcción, el 2002, de un muro por parte del estado israelí. Como se lee en el programa: "El muro 'es una medida defensiva, destinada a impedir la entrada de terroristas, armas y explosivos en el Estado de Israel'. El 90% del trazado del muro está en territorio palestino dentro de Cisjordania, rodeando localidades, pueblos palestinos; aislando entre sí a comunidades y familias, separando a los palestinos de sus tierras, de sus lugares de trabajo, centros educativos, centros de salud y otros servicios esenciales". Es por el programa también que puedo dar con esta cita de un intelectual sumamente apreciado en esta Zona de noticias, Edward Said: "He pasado gran parte de mi vida abogando por los derechos del pueblo palestino a la autodeterminación nacional, pero siempre intenté hacerlo prestando plena atención a la realidad del pueblo judío como pueblo perseguido, víctima de un genocidio".
Los dejo finalmente con dos vídeos, extraídos de Youtube. En el primero podrán escuchar una breve entrevista concedida por Rachel Corrie. El segundo es elocuentemente inenarrable.
Vaya a ver la obra.
En la foto: Rachel Corrie. Olympia, Washington 10 abril 1979 - Franja de Gaza, Palestina 16 marzo 2003.