Más sobre los poemas de Rossella Di Paolo en Memorias in santas
A propósito de mi post del lunes "Dos poemas de Rossella Di Paolo sobre la violencia política", la autora ha tenido la gentileza de escribirme el día de ayer para reenviarme un e-mail suyo remitido a Roxana Crisólogo y Miguel Ildefonso, compiladores de Memorias in santas. Antología de poesía escrita por mujeres sobre la violencia política. A continuación, incluyo el e-mail en su integridad.
Hola Paolo: Te reenvío el correo que el 11 de julio les escribí a Roxana y a Miguel. Espero que ayude a entender la inclusión de los dos poemas en la antología Memorias in santas. Un abrazo, Rossella:
Queridos Roxana y Miguel:
Me piden unas palabras para contextualizar los poemas.
"No hay retorno" [Prueba de galera, 1985] es la angustia por la ausencia (o desaparición) de quien se ama; en otras palabras, la angustia del que se queda y sigue buscando o esperando al ausente, casi en delirio.
En "Las altas distancias" [Piel alzada, 1993], personas alejadas unas de otras que tienen la esperanza de un reencuentro.
Pienso que estos poemas pueden hablar a los que sufrieron al ver partir a los suyos a la guerra o a la muerte. A los que sufrieron al ver partir a los suyos a otras tierras, sea como desplazados, sea buscando oportunidades fuera del país. A los que se enrolaron escuchando "cantos de sirena". A los que no recuperaron los cuerpos de sus seres queridos. A los que se pelearon, pero anhelan un espacio de reconciliación...
Un abrazo grande, Rossella.
Mi comentario. El e-mail de Di Paolo a Crisólogo e Ildefonso es una respuesta al pedido de ambos por "contextualizar los [dos] poemas" que fueron finalmente incluidos en la antología. Este primer dato llama la atención. ¿Por qué se realizó tal pedido? Responder esto, sobre la base exclusiva del e-mail arriba publicado, es entrar al terreno de las especulaciones. Arrojo una: quizá una forma de realizar su trabajo de compilación consistió en averiguar con las propias autoras por poemas suyos sobre la violencia política y, al recibir los poemas de Di Paolo, le escribieron pidiéndole unas palabras para contextualizarlos en el marco del tema propuesto.
En cualquier caso, entiendo que la clave en la respuesta de Di Paolo está en su frase "[l]os poemas pueden hablar", con lo que tácitamente dice que no es ese su origen ni la preocupación en el momento de escritura o publicación original, sino que a ella le parece que podrían leerse desde otro ángulo. Es decir, al mismo instante de autorizar que se los incluya en Memorias in santas realiza la invitación a una nueva lectura, antes (y en su contexto original) imposible. Es, pues, una perspeciva en la que cualquier poema sobre el alejamiento de un ser querido entraría en la antología con un criterio tan amplio que simplemente anula la especificidad de la violencia política como fenómeno concreto.
Por otro lado, resulta llamativo que Di Paolo hable también de la migración económica fuera del país como otra posibilidad de lectura, pues eso confirma que de nada de eso se ocupaban los poemas antes, es decir, en 1985 y en 1993 respectivamente. Con esto, Di Paolo les estaba diciendo a Crisólogo e Ildefonso que los poemas no tienen que ver originalmente con la violencia política, pero justifica su inclusión desde la idea de que los contextos de lectura pueden/podrían modificar los significados. Aquí, por supuesto, cabe discutir si es posible, desde los marcos de las experiencias más directas de violencia o migración económica, si ese registro intimista y amoroso podría ayudar a que el lector involucrado en ello se identifique realmente. Teóricamente, desde una amplitud de lectura muy parecida al deconstruccionismo derridiano, uno podría decir que sí. Sin embargo, lo que es cierto, en cualquier caso, es que Di Paolo obsequia a sus lectores (los lectores-compiladores Crisólogo e Ildefonso en primer término) un modo de lectura impensable desde su contexto original.
Lo curioso es que esto no es lo que sostienen ni Carmen Ollé (que en su prólogo habla de la posibilidad de alusiones veladas a la violencia política) ni Crisólogo e Ildefonso, quienes en su introducción afirman incluso que los poemas de Di Paolo forman parte "de lo que ha empezado a denominarse literatura sobre la guerra" y que ellos, junto a "varios poemas con esta temática", o bien originalmente "pasaron desapercibidos, [o bien] fueron ocultados por sus propias autoras o en su momento no fueron entendidos como representaciones del conflicto armado", con lo que dan por sentado una interpretación de lectura (en el momento de la producción en los 80 y 90, ya no de la recepción el 2007) que Di Paolo no expresa en su e-mail.
Quedan en el tintero (o en el teclado) varias preguntas. Pero, dado que me resulta evidente que usted, amigo lector, tiene sus propias respuestas sobre el punto que toca este post, pues simplemente pongo punto final aquí.
En la foto: Rossella Di Paolo.
Hola Paolo: Te reenvío el correo que el 11 de julio les escribí a Roxana y a Miguel. Espero que ayude a entender la inclusión de los dos poemas en la antología Memorias in santas. Un abrazo, Rossella:
Queridos Roxana y Miguel:
Me piden unas palabras para contextualizar los poemas.
"No hay retorno" [Prueba de galera, 1985] es la angustia por la ausencia (o desaparición) de quien se ama; en otras palabras, la angustia del que se queda y sigue buscando o esperando al ausente, casi en delirio.
En "Las altas distancias" [Piel alzada, 1993], personas alejadas unas de otras que tienen la esperanza de un reencuentro.
Pienso que estos poemas pueden hablar a los que sufrieron al ver partir a los suyos a la guerra o a la muerte. A los que sufrieron al ver partir a los suyos a otras tierras, sea como desplazados, sea buscando oportunidades fuera del país. A los que se enrolaron escuchando "cantos de sirena". A los que no recuperaron los cuerpos de sus seres queridos. A los que se pelearon, pero anhelan un espacio de reconciliación...
Un abrazo grande, Rossella.
Mi comentario. El e-mail de Di Paolo a Crisólogo e Ildefonso es una respuesta al pedido de ambos por "contextualizar los [dos] poemas" que fueron finalmente incluidos en la antología. Este primer dato llama la atención. ¿Por qué se realizó tal pedido? Responder esto, sobre la base exclusiva del e-mail arriba publicado, es entrar al terreno de las especulaciones. Arrojo una: quizá una forma de realizar su trabajo de compilación consistió en averiguar con las propias autoras por poemas suyos sobre la violencia política y, al recibir los poemas de Di Paolo, le escribieron pidiéndole unas palabras para contextualizarlos en el marco del tema propuesto.
En cualquier caso, entiendo que la clave en la respuesta de Di Paolo está en su frase "[l]os poemas pueden hablar", con lo que tácitamente dice que no es ese su origen ni la preocupación en el momento de escritura o publicación original, sino que a ella le parece que podrían leerse desde otro ángulo. Es decir, al mismo instante de autorizar que se los incluya en Memorias in santas realiza la invitación a una nueva lectura, antes (y en su contexto original) imposible. Es, pues, una perspeciva en la que cualquier poema sobre el alejamiento de un ser querido entraría en la antología con un criterio tan amplio que simplemente anula la especificidad de la violencia política como fenómeno concreto.
Por otro lado, resulta llamativo que Di Paolo hable también de la migración económica fuera del país como otra posibilidad de lectura, pues eso confirma que de nada de eso se ocupaban los poemas antes, es decir, en 1985 y en 1993 respectivamente. Con esto, Di Paolo les estaba diciendo a Crisólogo e Ildefonso que los poemas no tienen que ver originalmente con la violencia política, pero justifica su inclusión desde la idea de que los contextos de lectura pueden/podrían modificar los significados. Aquí, por supuesto, cabe discutir si es posible, desde los marcos de las experiencias más directas de violencia o migración económica, si ese registro intimista y amoroso podría ayudar a que el lector involucrado en ello se identifique realmente. Teóricamente, desde una amplitud de lectura muy parecida al deconstruccionismo derridiano, uno podría decir que sí. Sin embargo, lo que es cierto, en cualquier caso, es que Di Paolo obsequia a sus lectores (los lectores-compiladores Crisólogo e Ildefonso en primer término) un modo de lectura impensable desde su contexto original.
Lo curioso es que esto no es lo que sostienen ni Carmen Ollé (que en su prólogo habla de la posibilidad de alusiones veladas a la violencia política) ni Crisólogo e Ildefonso, quienes en su introducción afirman incluso que los poemas de Di Paolo forman parte "de lo que ha empezado a denominarse literatura sobre la guerra" y que ellos, junto a "varios poemas con esta temática", o bien originalmente "pasaron desapercibidos, [o bien] fueron ocultados por sus propias autoras o en su momento no fueron entendidos como representaciones del conflicto armado", con lo que dan por sentado una interpretación de lectura (en el momento de la producción en los 80 y 90, ya no de la recepción el 2007) que Di Paolo no expresa en su e-mail.
Quedan en el tintero (o en el teclado) varias preguntas. Pero, dado que me resulta evidente que usted, amigo lector, tiene sus propias respuestas sobre el punto que toca este post, pues simplemente pongo punto final aquí.
En la foto: Rossella Di Paolo.