Varios de los diarios
OQUENDO SOBRE KAMENSZAIN. Abelardo Oquendo dedica su columna de hoy en La República al libro La boca del testimonio. Lo que dice la poesía de Tamara Kamenszain. "Este columnista no ha visto el libro que acaba de mencionar. Se enteró de su existencia en el diario argentino Clarín, más precisamente en Ñ, su revista cultural de los sábados, por una entrevista que Fernando Molle le hizo allí a la autora", señala, y termina por escribir que "estas líneas tratan de encontrar un camino para llegar al libro del cual hablan sin conocer. Por si algún librero se anima a traerlo". Puede verse a su vez esta entrevista de Luis Chitarroni a Kamenszain, "poeta adscripta al movimiento neobarroco" (de ahí su epílogo en la célebre antología Medusario), publicada hace dos años en Radar Libros de Página 12.
CUETO SOBRE BRYCE. Alonso Cueto dedica su columna de hoy en Perú 21 a Las obras infames de Pancho Marambio de Alfredo Bryce. "La novela me parece muy lograda por varias razones. Entre ellas, el pleno dominio de su lenguaje. La densidad de las frases -hechas de corrientes y contracorrientes, una marca de su auto- muestra, una vez más, las virtudes del tierno libertinaje de su estilo. Para Bryce, este es el lenguaje que mejor puede aprehender la esencial maleabilidad y mutabilidad del mundo", señala. Es sabido que un "pleno dominio" del lenguaje no basta para escribir una novela "muy lograda". Hubiera sido bueno saber otras de las "varias razones".
ÁGREDA SOBRE BENAVIDES. Ayer en La República Javier Ágreda reseñó la novela Un millón de soles de Jorge Eduardo Benavides. "Sorprende que Benavides le haya dado más protagonismo a Montesinos que al propio Velasco Alvarado. Mientras el asesor aparece en diferentes contextos –hasta enamorando a la hija de un ministro– al dictador apenas lo vemos en su despacho vociferando alguna orden o fumando nerviosamente. No se relata ningún episodio de su pasado, ni se dice nada de su enfermedad o problemas personales. El hombre que convirtió su rostro en el emblema más característico del 'gobierno revolucionario de las FFAA' es en esta novela una sombra sin voluntad ni vida propia. Incluso varios de sus ministros resultan personajes más logrados", escribe. Por su parte, la edición de esta semana de Caretas ofrece un fragmento de la novela.
HERRALDE. "El argentino Martín Kohan (Buenos Aires, 1967) fue proclamado el vencedor del galardón [Premio Herralde de Novela], dotado con 18.000 euros, por Ciencias morales. Como finalista quedó el mexicano Antonio Ortuño (Guadalajara, 1976) por la novela Recursos humanos. Ambas obras, según apuntó el editor Jorge Herralde, se publicarán en España en un plazo no superior a los 10 días, mientras que en Argentina y México tendrán que esperar cuatro o cinco semanas", informa el diario El País. Las secciones culturales de El Peruano, Correo, El Comercio y La República informan también de este premio.
LETRA CAPITAL. El fin de semana último la página web del diario Correo estuvo en reparación. Carlos M. Sotomayor, periodista cultural en dicho diario, ha posteado algunas notas aparecidas en esos días en su weblog Letra capital. Una entrevista suya a José Carlos Yrigoyen por su poemario Horoskop y una reseña (también suya) a la novela de Patricia de Souza Ellos dos, y la reseña de José Güich sobre La soñada coherencia de Luis Hernández (edición de Edgar O'Hara).
En la foto: José Carlos Yrigoyen. "Los temas que me han obsesionado siempre -y basta hojear lo que he escrito para darse cuenta- son mi familia, la sexualidad, la violencia y el racismo", expresa.
CUETO SOBRE BRYCE. Alonso Cueto dedica su columna de hoy en Perú 21 a Las obras infames de Pancho Marambio de Alfredo Bryce. "La novela me parece muy lograda por varias razones. Entre ellas, el pleno dominio de su lenguaje. La densidad de las frases -hechas de corrientes y contracorrientes, una marca de su auto- muestra, una vez más, las virtudes del tierno libertinaje de su estilo. Para Bryce, este es el lenguaje que mejor puede aprehender la esencial maleabilidad y mutabilidad del mundo", señala. Es sabido que un "pleno dominio" del lenguaje no basta para escribir una novela "muy lograda". Hubiera sido bueno saber otras de las "varias razones".
ÁGREDA SOBRE BENAVIDES. Ayer en La República Javier Ágreda reseñó la novela Un millón de soles de Jorge Eduardo Benavides. "Sorprende que Benavides le haya dado más protagonismo a Montesinos que al propio Velasco Alvarado. Mientras el asesor aparece en diferentes contextos –hasta enamorando a la hija de un ministro– al dictador apenas lo vemos en su despacho vociferando alguna orden o fumando nerviosamente. No se relata ningún episodio de su pasado, ni se dice nada de su enfermedad o problemas personales. El hombre que convirtió su rostro en el emblema más característico del 'gobierno revolucionario de las FFAA' es en esta novela una sombra sin voluntad ni vida propia. Incluso varios de sus ministros resultan personajes más logrados", escribe. Por su parte, la edición de esta semana de Caretas ofrece un fragmento de la novela.
HERRALDE. "El argentino Martín Kohan (Buenos Aires, 1967) fue proclamado el vencedor del galardón [Premio Herralde de Novela], dotado con 18.000 euros, por Ciencias morales. Como finalista quedó el mexicano Antonio Ortuño (Guadalajara, 1976) por la novela Recursos humanos. Ambas obras, según apuntó el editor Jorge Herralde, se publicarán en España en un plazo no superior a los 10 días, mientras que en Argentina y México tendrán que esperar cuatro o cinco semanas", informa el diario El País. Las secciones culturales de El Peruano, Correo, El Comercio y La República informan también de este premio.
LETRA CAPITAL. El fin de semana último la página web del diario Correo estuvo en reparación. Carlos M. Sotomayor, periodista cultural en dicho diario, ha posteado algunas notas aparecidas en esos días en su weblog Letra capital. Una entrevista suya a José Carlos Yrigoyen por su poemario Horoskop y una reseña (también suya) a la novela de Patricia de Souza Ellos dos, y la reseña de José Güich sobre La soñada coherencia de Luis Hernández (edición de Edgar O'Hara).
En la foto: José Carlos Yrigoyen. "Los temas que me han obsesionado siempre -y basta hojear lo que he escrito para darse cuenta- son mi familia, la sexualidad, la violencia y el racismo", expresa.