Vargas Llosa, Monsiváis/Chambi, Thays
VARGAS LLOSA INTERNADO Y RECUPERADO. "El escritor Mario Vargas Llosa fue internado en la víspera en la Clínica San Pablo debido a un problema cardíaco. El autor de La guerra del fin del mundo estaría lúcido y en recuperación. Según informó RPP, el también periodista no sería intervenido quirúrgicamente y saldría de la clínica en las próximas horas. Como se sabe, en las últimas semanas el mundo de la literatura tembló con las noticias acerca de la salud del escritor portugués José Saramago, autor de Ensayo sobre la ceguera, quien fue hospitalizado debido a problemas respiratorios así como por la salud del uruguayo Mario Benedetti, quien se encuentra en la unidad de cuidados intensivos de un nosocomio de su país luego de haber sufrido un cuadro de deshidratación, producto de una infección intestinal", dio cuenta esta mañana Perú 21. Por su parte, RPP acaba de informar que "aparentemente recuperado, Mario Vargas Llosa se retiró de la Clínica San Pablo en compañía de sus familiares".
MONSIVÁIS SOBRE CHAMBI. "Carlos Monsiváis (México, 1938) es uno de los más grandes intelectuales latinoamericanos. Hace poco dictó en Lima, invitado por la Universidad Católica (PUCP), unas conferencias sobre cultura popular". Este jueves fue entrevistado en la sección cultural de Perú 21. Una pregunta. "¿Qué piensa de Martín Chambi?": "Es un fotógrafo portentoso. La tristeza, la solemnidad y el júbilo exteriorizado con dureza que consigue Chambi significan una mirada sin contemplaciones, sin concesiones y, al mismo tiempo, una forma de acercamiento, de una vinculación humana muy grandes. Tenemos fotógrafos equivalentes en México, pero sin su calidad. Sin duda, Chambi es uno de los grandes fotógrafos del mundo".
THAYS Y LA "PLURALIDAD". El pasado mes de octubre Alonso Cueto dedicó una de sus columnas en Perú 21 al tema de escritores andinos y criollos en esa "totalidad contradictoria" llamada literatura peruana. Hoy Iván Thays hace lo propio en el suplemento cultural Babelia del diario El País como parte de las "Crónicas de América Latina" que viene entregando dicho suplemento. Como se sabe, Cueto y Thays fueron las primeras personas en publicar artículos en esa "bronca de agitadas consecuencias cuyo germen fue [....] un encuentro literario de narradores peruanos en Madrid", tal y como describe el autor de El viaje interior.
Thays realiza un apretado resumen de dicha polémica. En el debate intervinieron más de treinta personas, si cada una hiciera el suyo propio al final tendríamos tres grandes grupos atendiendo a su perspectiva: un resumen más hacia lo andino, otro más hacia lo criollo y ninguno de los anteriores. En su artículo, Thays enfatiza dos puntos surgidos del debate: "la necesidad absolutamente justificable de ser 'reconocido' por el otro" y los argumentos "vinculados a la representación de la literatura peruana".
Y más adelante afirma lo siguiente: "La noción misma de una literatura nacional me parece discutible, al igual que es discutible la idea de un canon único y unidireccional". Así como: "La ambición por apoderarse de la totalidad de la representación literaria del país (de cualquier país, pero sobre todo de uno como [el] Perú) es anacrónica no sólo por darle la espalda al mundo que nos tocó vivir sino, sobre todo, por ir contracorriente de la noción de antitotalitarismo con la que hemos crecido". Por mi parte, aquí recuerdo el libro ¿Quién dijo totalitarismo? de Slavoj Zizek y su célebre tesis: "Desde el momento en que uno acepta la noción de 'totalitarismo' queda inserto firmemente en el horizonte democrático liberal" (Valencia: Pre-textos, 2002, 13).
En el párrafo final de su texto, Thays propone lo siguiente: "Desterremos la palabra 'tolerancia', muy del agrado de estos escritores dispuestos a tolerar con buen humor a los que consideran minorías hegemónicas o excluidas, y propongamos a cambio 'pluralidad'. Y en vez de pelearnos por estar falsamente unidos en torno a una obligación, hagámoslo por defender la diferencia de los demás". Yo añadiría, utilizando las palabras de Carlos García-Bedoya en su "Semblanza de Antonio Cornejo Polar", "no sólo destacar –o celebrar- las diferencias, sino descubrir que muchas de ellas encubren desigualdades, injusticia, marginación, explotación".
En ese sentido, hace tres décadas Cornejo Polar propuso la categoría conceptual de heterogeneidad para explicar la realidad fragmentada de América Latina que se produce desde el momento inicial del choque cultural tras el 12 de octubre de 1492. "La heterogeneidad propuesta por Cornejo Polar, en efecto, no es un concepto desnudo o vacío, dotado nada más que de un contenido abstracto, vagamente cultural o vagamente literario, sino un concepto firmemente anclado en la sociedad y en la historia, tanto como en la cultura", escribe Raúl Bueno en su libro Antonio Cornejo Polar y los avatares de la cultura latinoamericana (Lima: Fondo Editorial UNMSM, 2004, cap. 1, 21).
En el fondo, lo que Thays propone es la aceptación del circuito literario dominante como un elemento más de esa pluralidad, sin señalar que hay relaciones asimétricas de mercado y, por supuesto, de multiglosia o discriminación lingüística. Para la aceptación plena de la pluralidad tendría que darse una sociedad con las mismas oportunidades para todos aquellos que hasta ahora (incluyendo a los escritores y sobre todo a los productores populares de discursos que nunca llegan a la escritura) se sienten postergados. Y esa es precisamente la contradicción que apunta Zizek.
Finalmente, recomiendo dos artículos recientes relacionados con algunas de las ideas expuestas por Thays: "El reconocimiento del otro para ser uno mismo" de Carlos Calderón Fajardo y "La nación en venta: bricheros, turismo y mercado en el Perú contemporáneo" de Víctor Vich.
PD Lunes 21: Gato por gato. Gustavo Faverón tiene un serio problema de comprensión de lectura. Sobre el acápite de este post concerniente a un artículo de Iván Thays, reduce la frase "incluyendo aquellos..." (y lo que sigue) a "solamente aquellos..." (y lo que sigue). Y termina jocosamente deduciendo que para mí "son 'los escritores' que se sienten postergados y 'los productores populares de discursos que nunca llegan a la escritura' y que se sienten igualmente postergados" los que constituyen la totalidad de quienes se sienten postergados en el Perú. O sea, más del 50% de la población. Vaya ingenuidad. Además, "un comunero en alguna altura ayacuchana sin acceso real a ninguna forma de representatividad en el circuito social oficial" no tiene por qué dejar de ser un productor popular de discursos que nunca llegan a la escritura. Semejante manipulación podría curarse con menos habladuría refranera y aprendiendo a leer para poder interpretar. Los hábitos de lectura de la persona mencionada están guiados por el simple placer de desvirtuar y la prepotencia tergiversadora de siempre. No hay polémica posible con quien no sale de vender gatos sin siquiera reconocer la liebre.
Por otra parte, no he puesto entre comillas el término "pluralidad" sino que más bien he respetado en el título las propias comillas utilizadas por Thays en su artículo.
En la foto: "El gigante de Paruro" de Martín Chambi.
MONSIVÁIS SOBRE CHAMBI. "Carlos Monsiváis (México, 1938) es uno de los más grandes intelectuales latinoamericanos. Hace poco dictó en Lima, invitado por la Universidad Católica (PUCP), unas conferencias sobre cultura popular". Este jueves fue entrevistado en la sección cultural de Perú 21. Una pregunta. "¿Qué piensa de Martín Chambi?": "Es un fotógrafo portentoso. La tristeza, la solemnidad y el júbilo exteriorizado con dureza que consigue Chambi significan una mirada sin contemplaciones, sin concesiones y, al mismo tiempo, una forma de acercamiento, de una vinculación humana muy grandes. Tenemos fotógrafos equivalentes en México, pero sin su calidad. Sin duda, Chambi es uno de los grandes fotógrafos del mundo".
THAYS Y LA "PLURALIDAD". El pasado mes de octubre Alonso Cueto dedicó una de sus columnas en Perú 21 al tema de escritores andinos y criollos en esa "totalidad contradictoria" llamada literatura peruana. Hoy Iván Thays hace lo propio en el suplemento cultural Babelia del diario El País como parte de las "Crónicas de América Latina" que viene entregando dicho suplemento. Como se sabe, Cueto y Thays fueron las primeras personas en publicar artículos en esa "bronca de agitadas consecuencias cuyo germen fue [....] un encuentro literario de narradores peruanos en Madrid", tal y como describe el autor de El viaje interior.
Thays realiza un apretado resumen de dicha polémica. En el debate intervinieron más de treinta personas, si cada una hiciera el suyo propio al final tendríamos tres grandes grupos atendiendo a su perspectiva: un resumen más hacia lo andino, otro más hacia lo criollo y ninguno de los anteriores. En su artículo, Thays enfatiza dos puntos surgidos del debate: "la necesidad absolutamente justificable de ser 'reconocido' por el otro" y los argumentos "vinculados a la representación de la literatura peruana".
Y más adelante afirma lo siguiente: "La noción misma de una literatura nacional me parece discutible, al igual que es discutible la idea de un canon único y unidireccional". Así como: "La ambición por apoderarse de la totalidad de la representación literaria del país (de cualquier país, pero sobre todo de uno como [el] Perú) es anacrónica no sólo por darle la espalda al mundo que nos tocó vivir sino, sobre todo, por ir contracorriente de la noción de antitotalitarismo con la que hemos crecido". Por mi parte, aquí recuerdo el libro ¿Quién dijo totalitarismo? de Slavoj Zizek y su célebre tesis: "Desde el momento en que uno acepta la noción de 'totalitarismo' queda inserto firmemente en el horizonte democrático liberal" (Valencia: Pre-textos, 2002, 13).
En el párrafo final de su texto, Thays propone lo siguiente: "Desterremos la palabra 'tolerancia', muy del agrado de estos escritores dispuestos a tolerar con buen humor a los que consideran minorías hegemónicas o excluidas, y propongamos a cambio 'pluralidad'. Y en vez de pelearnos por estar falsamente unidos en torno a una obligación, hagámoslo por defender la diferencia de los demás". Yo añadiría, utilizando las palabras de Carlos García-Bedoya en su "Semblanza de Antonio Cornejo Polar", "no sólo destacar –o celebrar- las diferencias, sino descubrir que muchas de ellas encubren desigualdades, injusticia, marginación, explotación".
En ese sentido, hace tres décadas Cornejo Polar propuso la categoría conceptual de heterogeneidad para explicar la realidad fragmentada de América Latina que se produce desde el momento inicial del choque cultural tras el 12 de octubre de 1492. "La heterogeneidad propuesta por Cornejo Polar, en efecto, no es un concepto desnudo o vacío, dotado nada más que de un contenido abstracto, vagamente cultural o vagamente literario, sino un concepto firmemente anclado en la sociedad y en la historia, tanto como en la cultura", escribe Raúl Bueno en su libro Antonio Cornejo Polar y los avatares de la cultura latinoamericana (Lima: Fondo Editorial UNMSM, 2004, cap. 1, 21).
En el fondo, lo que Thays propone es la aceptación del circuito literario dominante como un elemento más de esa pluralidad, sin señalar que hay relaciones asimétricas de mercado y, por supuesto, de multiglosia o discriminación lingüística. Para la aceptación plena de la pluralidad tendría que darse una sociedad con las mismas oportunidades para todos aquellos que hasta ahora (incluyendo a los escritores y sobre todo a los productores populares de discursos que nunca llegan a la escritura) se sienten postergados. Y esa es precisamente la contradicción que apunta Zizek.
Finalmente, recomiendo dos artículos recientes relacionados con algunas de las ideas expuestas por Thays: "El reconocimiento del otro para ser uno mismo" de Carlos Calderón Fajardo y "La nación en venta: bricheros, turismo y mercado en el Perú contemporáneo" de Víctor Vich.
PD Lunes 21: Gato por gato. Gustavo Faverón tiene un serio problema de comprensión de lectura. Sobre el acápite de este post concerniente a un artículo de Iván Thays, reduce la frase "incluyendo aquellos..." (y lo que sigue) a "solamente aquellos..." (y lo que sigue). Y termina jocosamente deduciendo que para mí "son 'los escritores' que se sienten postergados y 'los productores populares de discursos que nunca llegan a la escritura' y que se sienten igualmente postergados" los que constituyen la totalidad de quienes se sienten postergados en el Perú. O sea, más del 50% de la población. Vaya ingenuidad. Además, "un comunero en alguna altura ayacuchana sin acceso real a ninguna forma de representatividad en el circuito social oficial" no tiene por qué dejar de ser un productor popular de discursos que nunca llegan a la escritura. Semejante manipulación podría curarse con menos habladuría refranera y aprendiendo a leer para poder interpretar. Los hábitos de lectura de la persona mencionada están guiados por el simple placer de desvirtuar y la prepotencia tergiversadora de siempre. No hay polémica posible con quien no sale de vender gatos sin siquiera reconocer la liebre.
Por otra parte, no he puesto entre comillas el término "pluralidad" sino que más bien he respetado en el título las propias comillas utilizadas por Thays en su artículo.
En la foto: "El gigante de Paruro" de Martín Chambi.