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martes, octubre 03, 2006

Madeinusa y el cargamontón neoliberal

Por Juan Zevallos Aguilar


Vi la película el 30 de setiembre con dos colegas peruanas en la Cineteca de la Ciudad de México que se encuentra en Coyoacán. A diferencia de la asistencia multitudinaria que están teniendo las salas que proyectan Madeiunsa en Lima, el público en la Cineteca no llegaba a las 40 personas. Asimismo, cuando terminó la película, había un silencio incómodo. El público asistente, en su mayoría mexicano, dejó el espacio sin aplaudir y comentar la película, algunos asistentes más bien intentaron emitir tímidos silbidos.
Artísticamente Madeiunsa se sostiene. En pocas palabras, se narra una historia de manera adecuada. La construcción del microcosmos es verosímil en el sentido que hay una correspondencia entre actores, medio ambiente y tiempo histórico que se podría llamar "mundo andino". Del mismo modo, es una versión bien hecha de los viejos tópicos del mundo al revés, mitos griegos y el tiempo suspendido en el ritual. De otra parte, la iluminación, uso de planos y enfoques son profesionales. En este sentido, es una película que significa un avance en comparación al cine nacional anterior en el que no se sabía narrar, manifestaban problemas técnicos y se contaban historias inverosímiles. Recuérdese la serie basada en la novela Matalaché de Enrique López Albujar, que si bien estaba bien contada tenía un punto débil, imposible de aceptar para los estándares de la industria cinematográfica mundial, cuando el público se daba cuenta que al actor, que era el protagonista, le rizaban el pelo y le pintaban el rostro para que pareciera un negro esclavo. Este hecho generó críticas que preguntaban porqué el director y los productores no escogieron un buen actor negro o por lo menos mulato. Asimismo, se señaló el racismo enquistado en la institución cinematográfica peruana. Nada pasó, la productora grabó la serie que tuvo éxito de audiencia.
Una crítica contemporánea definitivamente no puede quedarse en el mero comentario formal sino debe dar un paso más adelante para explicar por qué el arte adopta esa forma. Así el arte es entendido como un síntoma de algo más que el crítico debe averiguar. Slavoj Zizek, entre muchos, ha remarcado esta línea de análisis. Desde esta perspectiva, voy a comentar algunos detalles ubicándolos en el contexto cultural, histórico, político y social peruanos que me han causado fascinación y malestar.
La verosimilitud de la película se basa en elementos realistas que recrean un imaginario urbano que se tiene sobre el denominado mundo andino. Es decir, los rasgos fenotípicos de los actores, el paisaje, el acento del español, el atraso del pueblo y el uso de un dialecto del quechua recrean un mundo andino a pesar de que hay detalles, insignificantes diría yo, en romper el pacto realista. En Madeinusa se le da al pueblo un nombre ficticio, se borra la presencia de agentes del Estado y de la iglesia católica y, con la excepción del limeño que llega al pueblo y que posibilita el desarrollo de la historia, muestra la ausencia de foráneos en el pueblo. Apunto estos detalles porque precisamente aun la fiesta religiosa sincrética andina de un minúsculo pueblo, en el que se crea el mundo al revés mientras dura, tiene la presencia de alcaldes, policías, maestros, soldados, turistas, antropólogos y reporteros que causan problemas. Estas fiestas también son dirigidas por miembros de la iglesia católica que si bien se hacen de la vista gorda sobre muchas cosas que ocurren tienen el control del evento religioso y social.
Se reconoce la propuesta feminista de Madeinusa. La protagonista encuentra su liberación de un orden patriarcal provinciano, cuyos cimientos son el machismo y la religión católica, emigrando a Lima. Sin embargo, esta propuesta adolece de irresponsabilidad política y social o es una celebración de la victoria del neoliberalismo en el Perú. Es irresponsable en cuanto refuerza y perpetúa la concepción sobre el mundo andino que precisamente justificó el genocidio indígena que la guerra interna provocó entre 1980 y 1995 en el Perú. Tanto Sendero Luminoso como las fuerzas represivas del Estado peruano que contaba con el apoyo de la iglesia católica conservadora e iglesias protestantes llevaron a cabo el genocidio indígena porque "los indios" eran concebidos como atrasados, bárbaros y salvajes que por no querer modernizarse en las líneas comunista o neoliberal merecían la tortura y la muerte. Afortunadamente los ashaninkas, aymaras y quechuas se han revitalizado en la última década con la creación o consolidación de sus propias organizaciones y con el apoyo de instituciones internacionales. El denominado movimiento indígena se ha constituido en una de las pocas fuerzas que se oponen al vendaval neoliberal. En este contexto de postguerra, Madeinusa forma parte del cargamontón neoliberal que quiere expandirse en los Andes que adopta valor por la existencia de yacimientos de minerales. Es decir, Madeinusa sería parte de una campaña que está buscando el aniquilamiento de una incómoda población en nombre de la mujer andina utilizando los prejuicios de siempre. No es mera coincidencia que en el Departamento de Ancash, lugar donde se filmó la película, la población indígena se resiste y lucha contra las corporaciones extranjeras que están explotando minas auríferas.
La propuesta feminista sería más legítima, autoreflexiva, autocrítica e irónica, elementos que dicho sea de paso caracterizan al mejor cine latinoamericano, si no estuviera teñida al fin de cuentas del racismo peruano. En este sentido, el microcosmos podría haber sido ubicado en La Molina cambiándole de nombre. Claudia Llosa sabe bien que en este barrio también hay momentos en los que el mundo se invierte, el incesto y la pedofilia son frecuentes, el asesinato se hace más común y las borracheras colectivas, consumo de drogas y orgías son frecuentes en fiestas donde también el tiempo y el control social se suspenden. Por último, a pesar de que en este barrio vive la población más modernizada, neoliberalmente hablando, el orden patriarcal está más sólido que nunca y es legitimado por la iglesia católica conservadora. Es cierto que molesta el "atraso" del Perú en lo que concierne a la situación de la mujer pero hay que recordar que las élites peruanas tienen mucha responsabilidad de esta situación con sus propias mujeres y las otras. Por último, la propuesta feminista es convencional en el sentido de que Madeiunsa repite el rol tradicional de la mujer que pierde la virginidad con un foráneo, diferente a ella, y deja el pueblo. Del mismo modo, es una salvación inescrupulosa individual y no solidaria. Ella deja a su hermana para que sufra el orden patriarcal. En el final semiabierto de la película caben las posibilidades de que Madeiunsa esté fecundada y junto con su futuro vástago se proletaricen o prostituyan en Lima. Es decir, el filme repite las trayectorias de miles de mujeres rurales cuando inmigran a Lima. Por estas razones, no es una propuesta feminista radical. Está teñida también de prejuicios sobre la mujer rural de parte de una mujer urbana.
Para terminar, es preocupante la acogida que ha tenido la película en Lima y en el pueblo donde se filmó la película. Pareciera que ya se ha desarrollado un sentido común neoliberal en la mayoría de los pobladores urbanos y rurales. Por ser común no se le problematiza. Al contrario, se le acepta. Pero habría que hacer un estudio serio de la recepción de la película. ¿Quiénes realmente la ven? Lima tiene 8 millones de habitantes, la película ha sido vista hasta la fecha por 30,000 personas. De la misma manera, habría que averiguar qué es lo que ven los pobladores del pueblo ancashino donde se filmó la película; el estreno fue una gran celebración que describen algunas crónicas periodísticas. ¿Su situación está tan mala que la festejan? ¿La entienden como un reconocimiento o integración, aunque anómalos, de parte de la élite urbana? Un mérito de la película es que nos permite entrar al imaginario de las actuales élites peruanas y confrontarla con otras visiones sobre el Perú, cosa que viene ocurriendo cada vez con más frecuencia. La polémica sobre Madeinusa es otra pieza del rompecabezas que sigue al debate que surgió sobre el uso del cuento "Paco Yunque" de César Vallejo.


En la foto: crítico Juan Zevallos Aguilar.