Jáuregui / Bryce
En el weblog Puente aéreo de Gustavo Faverón se da cuenta de este artículo de Eloy Jáuregui del 20 de noviembre del 2006 y de este otro del diario argentino Página 12 del 7 de julio del 2006, autoría de Moira Soto. Para decirlo en los términos del título del artículo de los periodistas del diario Correo Manuel Eráusquin y Carlos M. Sotomayor sobre un caso similar de Alonso Cueto: ¿Plagio o desliz? O, ¿"una mala cita al no usar comillas y no especificar su fuente", como escribí respecto a dicho caso? Sobre el tema de los plagios, en el último número de la revista Caretas aparece una entrevista de Jerónimo Pimentel a la sicoanalista Matilde Caplansky. "Es válido preguntarse qué le está pasando a quienes para muchos son el reducto moral de la sociedad, porque han empezado a emparentarse con lo peor de ella: los políticos", escribe Pimentel. También elabora las siguientes preguntas: "¿Qué es lo que tiene que pasarle a un escritor psicológicamente para que decida cometer un plagio, más aún, asumiendo que no le falta talento? ¿Qué psicopatías pueden explicar el plagio? ¿En qué marco específico se encuentra? ¿Está dentro de la mitomanía? ¿La depresión? ¿Es posible que haya un goce en este tipo de trasgresión? ¿Se puede decir que el plagio es al intelectual lo que la corrupción al político?". Y expresa que "llama la atención que ante el develamiento de los mismos la responsabilidad de los autores haya sido siempre minimizada". Respecto a esto último, veamos esta respuesta dada por Caretas a la carta del lector Jorge Morales con relación a los plagios de Bryce Echenique: "En el Perú hay que otorgar el beneficio de la duda a sus verdaderos talentos, destacando sus virtudes y tratando de explicarse sus extravagancias". Por su parte, Giovanna Pollarolo en su columna de hoy en Perú 21, "Bryce: copia y original", reflexiona de esta forma: "Sin duda alguna, en este caso, la apropiación o 'plagio' no se puede explicar como un ejercicio de 'intertextualidad'. Pero tampoco, debo decir, me convence la idea de un Alfredo Bryce a la caza de los escritos de otros para apropiárselos y fingir que son fruto de su creación. ¿Cómo explicar entonces las descaradas similitudes entre los artículos publicados con su firma y los de sus autores originales?". Pollarolo cierra su artículo anunciando que "por limitaciones de espacio, continuaré reflexionando sobre este tema la próxima semana".
PD: Hoy en la sección cultural del diario La República, Pedro Escribano entrevista a Selenco Vega, reciente ganador del premio Copé de cuento. Quiero citar las palabras de Vega respecto a lo que denomina como blogs de escritores: "El escritor lo que debe hacer es procurar escribir. Ahora veo que existen muchos blogs de escritores que tienen muchos deseos de que su nombre aparezca lo más posible en las páginas web, en los periódicos y comienzan a organizar debates y rencillas sin sentido". Sus palabras son sintetizadas por La República (supongo que por el propio Escribano, editor de la página cultural), vía una llamada de página, de este modo: "Veo muchos blogs de escritores que organizan debates y rencillas sin sentido".
En la foto: Eloy Jáuregui. "El memurandun y el secretarismo brycyano", se lee hoy en su artículo de La República.
PD: Hoy en la sección cultural del diario La República, Pedro Escribano entrevista a Selenco Vega, reciente ganador del premio Copé de cuento. Quiero citar las palabras de Vega respecto a lo que denomina como blogs de escritores: "El escritor lo que debe hacer es procurar escribir. Ahora veo que existen muchos blogs de escritores que tienen muchos deseos de que su nombre aparezca lo más posible en las páginas web, en los periódicos y comienzan a organizar debates y rencillas sin sentido". Sus palabras son sintetizadas por La República (supongo que por el propio Escribano, editor de la página cultural), vía una llamada de página, de este modo: "Veo muchos blogs de escritores que organizan debates y rencillas sin sentido".
En la foto: Eloy Jáuregui. "El memurandun y el secretarismo brycyano", se lee hoy en su artículo de La República.