Julio Ortega sobre Orhan Pamuk
"Celebro el premio de Pamuk porque, además de ser un gran novelista, tiene un gran corazón que está del lado de las víctimas y en contra del olvido. En estos tiempos en que el espejismo del escritor mediático ha reemplazado el coraje del escritor independiente, salvo, claro, altas excepciones, Pamuk reivindica la soledad del artista que apuesta por la memoria, hoy el instrumento poético más político. En su caso, por el millón de armenios masacrados por el autoritarismo turco, cuyos derechos humanos nadie reclamó y, peor aun, el mundo olvidó. Recordar, nos dice Pamuk, es estar solo, pero esa voz en el desierto ya no predica, canta y lamenta. Incómodo en todas partes, este escritor nos devuelve, por fin, a la literatura".
(El Comercio)
(El Comercio)