Y el ganador es... Orhan Pamuk

La designación del nuevo Nobel viene con polémica bajo el brazo. Por mencionar un ejemplo en el campo de los weblogs, Iván Thays había venido recogiendo distintas fuentes que ponían a Pamuk como favorito (empezó con un cable publicado en El Mundo), y consignaba a su vez abiertos rechazos como el de Juan Palomo, quien en su columna en el suplemento El Cultural de dicho diario decía: "Sea cual sea el fallo de la Academia Sueca (y si el elegido es Pamuk, de fallo nada)". Otra fuente consignada por Thays fue una noticia de Milenio.
Alonso Cueto en su columna de Perú 21 del pasado lunes acusó recibo de estos informes de Thays. "Pamuk, que es un escritor interesante, no tiene, sin embargo, una obra tan completa e integrada como la de otros eternos postulantes: Philip Roth, Paul Auster o Mario Vargas Llosa", escribió Cueto después de recordar la denuncia de Pamuk por "el genocidio de un millón de armenios a comienzos del siglo pasado, y de treinta mil kurdos, en los años ochenta".
No he leído a Pamuk, pero veo en Tiramillas esta breve nota a una obra del autor, Me llamo rojo (Alfaguara), a la que se denomina como una "una novela total. A la sabiduría de la mejor narración histórica se une el ritmo trepidante de la novela negra y una seductora historia de amor". También, veo que El Cultural publica un fragmento de su muy reciente libro Estambul. Ciudad y recuerdos. Por su parte, El País entrega el primer capítulo de su novela Nieve. Y debo decir que Pamuk ha obtenido mi simpatía con esta excelente entrevista que le hizo Rosa Montero el pasado 24 de setiembre en El País.
Finalmente, en la edición de hoy en la revista Caretas Iván Thays publica un artículo sobre el tema del Nobel. Con relación a Pamuk escribe lo siguiente: "Este año, las quinielas apuntan hacia el narrador turco Orhan Pamuk no solo por lo estimable de su obra, sino por la celebridad que ganó a principios de año cuando un tribunal de su país quiso enjuiciarlo por 'traicionar al alma turca' en una entrevista ofrecida a un diario holandés. ¿Estarán ahora mismo todos los medios del mundo enviando corresponsales a Estambul?". Además, en un recuadro, Thays se pregunta si habrá algún Nobel peruano y dice: "La Academia Sueca, que no tuvo posibilidades de saber que Vallejo era un poeta extraordinario sino luego de su muerte, pudo haberse decantado por tres nombres de peruanos que cumplían la condición de escritores notables, con prestigio de culto, aptos para que ellos los 'descubran' al mundo: Martín Adán, Julio Ramón Ribeyro y Jorge Eduardo Eielson. Muertos ellos, y dada la relativa juventud de nuestros mejores poetas y narradores actuales, el único nombre por el que uno podría tener alguna expectativa es el de Blanca Varela, pero es poco probable sobre todo porque su obra no ha sido suficientemente traducida y difundida en Europa".
Orhan Pamuk es pues, entonces, el flamante Premio Nobel de Literatura 2006.
En la foto: Pamuk, con libro rojo en mano, recibiendo el aplauso del público en una de sus presentaciones.