Sin respuestas ante el horror con Jonathan Littell

Recuerdo aquí el artículo que Mario Vargas Llosa dedicara a Las benévolas, la obra que motiva la entrevista a Litell, y su visión de "cierto miasma de irrealidad" en la novela, a la que compara con las del marqués de Sade en tanto "no nos ofrece ninguna escapatoria, y luego de sumergirnos en la más abyecta manifestación de lo repugnante que puede ser lo humano, nos deja allí, en esos humores deletéreos, condenados para siempre". En esta misma línea, Mantilla apunta que el libro viene creando "auténtico asombro por su ambición, por su contundencia, por cómo consigue desmontar tópicos y despojarnos de incertidumbres que nos dejan todavía más desnudos y sin respuestas ante el horror". De hecho, Mantilla conversa con Littell sobre el artículo de Vargas Llosa. "Dijo que era un libro impresionante pero que no dejaba resquicio de esperanza": "Ya, es que yo no creo en la esperanza. No tengo esperanza en nada. Si nos fijamos en el mundo, es todo un espanto. Ser una persona decente se pone difícil. En Occidente creíamos que habíamos encontrado un equilibrio, pero para el resto de la humanidad, la vida es una pesadilla".
Al final del diálogo, Littell se permite incluso decirle a su entrevistador que ha concedido "algunas entrevistas interesantes en las que han surgido algunos elementos nuevos y entonces valen", pero que esta suya en Babelia no es el caso. ¡Vaya tipo!
Por otra parte, en Babelia se publica un artículo de Manuel Delgado sobre el libro El rechazo de las minorías. Ensayo sobre la geografía de la furia de Arjun Appadurai, destacado representante de la teoría postcolonial (Said, Spivak, Bhabha). Para Appadurai, en palabras de Delgado, "en casos extremos, sólo la violencia fanática podrá restablecer la unidad perdida o enajenada. Frente al desorden y la fragilidad de lo real, sólo queda ya la estabilidad inmutable de las doctrinas más feroces, un orden atroz que será más severo cuanto más se empeñe la experiencia en desmentirlo y que no dudará en aplastar, en cuanto sea preciso, aquello o aquellos que se atrevan a recordarle que sólo puede existir como sueño para unos y pesadilla para otros". En ese sentido, Littell afirma que "lo que la gente teme ahora [en Estados Unidos] es a los fundamentalistas religiosos[, quienes] han tejido toda una red de poder, con mucho dinero, son peligrosos de verdad. Gente que promueve ejércitos privados, uso de armas, esos sí que tienen peligro".
En la foto: Jonathan Littell. Hoy por hoy "ser un demócrata supone formar parte de un lado que a veces ampara cosas horribles, que tiene sus errores", afirma. "Muchos chicos y chicas de cualquier Estado americano eligen marcharse a Irak a torturar gente. Éticamente están muy confundidos, está claro. Pero se puede entender esta confusión cuando existen juristas que en ese país legitiman la tortura".