Ricardo Arjona en la letras peruanas

Una extraña fijación parece instalarse entre algunos actores de la escena literaria peruana y el cantautor guatemalteco Ricardo Arjona. Recuerdo, por ejemplo, una reseña de Giancarlo Stagnaro a la novela La hora azul de Alonso Cueto en la que señalaba que "la cursilería ronda la relación entre [Adrián Ormache y Miriam]. Por ejemplo, una canción del cantante Ricardo Arjona activa la libido de Ormache, quien deja a su cliente sentado en su estudio y sale en busca de Miriam". Y ahora, al ingresar al weblog que César Gutiérrez ha creado en torno a su 80m84rd3r0, veo un post suyo con fecha de hoy en el que continúa dando cuenta (con su particular humor) de los avatares editoriales que él y su novela han venido experimentando; avatares que, se supone, han ya de concluir merced al apoyo económico brindado por el Gobierno Regional de Arequipa (¿viva la regionalización, Gutiérrez?). En dicho post, venía diciendo, vuelvo a toparme con la presencia metafórica de Arjona, esta vez asociada al exitoso, vendedor y talentoso Santiago Roncagliolo, quien en los días de Abril rojo fue a su vez asociado por Dante Castro con Karate Kid. Por mi parte (confieso que he vivido) debo decir que me recuerdo en alguna fiesta bailando ese pegajoso hit noventero llamado "Mujeres", canción que no sé si las femichistas (o sea, no las feministas) tengan en su Reino. En todo caso, a las chicas de esas fiestas sí que les gustaba.

En la foto: Roncagliolo.