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sábado, junio 28, 2008

Breves

ODI GONZALES. La editorial El Santo Oficio acaba de reeditar en un solo libro dos poemarios de Odi Gonzalez: Valle sagrado (1993) y Almas en pena (1998). Por tal motivo el autor fue entrevistado el martes en la sección cultural de La Primera y por Pedro Escribano en la de La República. En estos poemarios suyos, "al interior del discurso poético confluyen muchas voces para decir lo mismo. Esta idea la percibí en un velorio, en el valle del Urubamba", señala el poeta, natural de dicho valle sagrado, como consagra el título de su poemario. En otra entrevista, realizada en Arequipa, y publicada el pasado mes de abril por Juan W. Yufra en su weblog La boca del sapo, Odi Gonzales opina lo siguiente: "La crítica de Lima es racista, ignorante, mediocre y no es propia de estos tiempos pues vive en la superficialidad, en los chismes y en peleas de parroquias". Y en la entrevista en La Primera a su vez dice: "He visto muy poca renovación [en la crítica literaria en general], no hay una irrupción de personas que analicen una obra literaria con seriedad. En todo caso, son las mismas personas que desde un buen tiempo siguen ejerciendo la crítica o también siguen los mismos esquemas anquilosados". No le falta razón a Odi Gonzales para quejarse de la critica local, aunque debería ser más específico en diferenciar la crítica periodística de la académica. En esta ha habido importantes avances en el conocimiento de la poesía en lenguas indígenas (los libros de los Montoya, los estudios de Julio Noriega y muchos otros), así como el reconocimiento que la poesía quechua ha adquirido en foros internacionales, como se vio en el Primer Congreso Internacional de Poesía Peruana celebrado en Madrid en noviembre del 2006, en el que destacó la presencia de Chask'a Anka Ninawaman.

EL HABLADOR. El pasado lunes en la sección cultural de Expreso Tomacini Sinche López entrevistó a Mario Granda y Johnny Zevallos, dos de los editores de la revista virtual de literatura El Hablador, a propósito de la reciente edición número 15 de esta publicación. Incluyo una pregunta. "¿Qué recepción tiene la revista?": "MG: Ha sido muy buena hasta ahora. Hay todo tipo de público, desde académico y universitario hasta aficionados a la literatura. JZ: Hasta ahora hemos tenido más de cien mil visitas. Tenemos picos altos cada vez que sale un nuevo número, pero mantenemos un promedio de setenta visitas diarias. Y nuestros lectores son 60% nacionales y 40% del extranjero".

LAUER Y EL PERÚ AL 2011. "Las elecciones del 2006 terminaron configurándose como una confrontación entre Lima y un grupo importante de regiones, y todo sugiere que las del 2011 van por el mismo camino, ya que la cobertura nacional de los partidos políticos más establecidos no ha mejorado. No convirtamos la regionalización en una desarticulación de lo nacional", escribió ayer Mirko Lauer en su columna de La República.

RÍO, VIOLENCIA ESTRUCTURAL Y LIBERTAD DE ESPÍRITU. El suplemento cultural Babelia del diario El País publica en su sección Crónicas de América Latina un artículo del narrador brasileño João Paulo Cuenca titulado "Escribir detrás de los tiros de Río de Janeiro". Desde un balcón, durante una fiesta en el barrio de clase media de Leme, en Río de Janeiro, y acompañado solamente de un vaso de cerveza, Cuenca escucha de pronto unos balazos en medio de la noche. "Primero estampidos producidos por pistolas y luego intermitentes balazos de fusil. El carioca medio es un connaisseur cuando se trata de identificar el ruido producido por las armas de fuego: sabe distinguir el sonido de un revólver calibre 38 del de una ametralladora antiaérea, o del de un AK-47, el fusil ruso que, por estos pagos, le ha robado la popularidad al AR-15", anota. Cuenca parte de estos hechos de la sociedad en la que vive para desarrollar su visión como escritor: "Antes de que diga que pedir responsabilidad social y posicionamiento moral a escritores es lo mismo que esperar talento o capacidad inventiva de un cura, preciso decir que en mis novelas y cuentos nunca nadie sintió hambre. Y además, nadie disparó nunca un tiro en una favela. Escribo crónicas para periódicos desde hace cinco años, sobrevivo en Río de Janeiro desde hace treinta y, prácticamente, nunca me ocupé del tema. Podría decir que esta ha sido la primera vez (y tal vez la última). No me siento obligado a hacerlo. No siento que deba retractar algo que no forme parte de mi extravagante proyecto literario, cuyo rumbo está determinado exclusivamente por mí, y hasta hoy no me he sentido influenciado por eventos tan vulgares como un tiroteo. Por suerte, otros escritores brasileños contemporáneos, como Sérgio Sant'Anna, Bernardo Carvalho, Joca Reiners Terron, Daniel Galera y otros muchos más especímenes originales que podría citar aquí, comparten esa misma libertad de espíritu". Cuenca puede no sentirse obligado a incorporar este u otros temas en su narrativa, pero no deja de ser consciente de que la realidad hace lo suyo: "En mi caso puedo decir que no escribo sobre tiros, nunca sobre los tiros, pero, si estoy sin suerte, sí bajo los tiros. Que se reflejan explícitamente o no en mi literatura y en mi sanidad mental". Sobre tiros y balas, en la poesía peruana tenemos el poema "Bala perdida" en Zona dark (1991) de Montserrat Álvarez. El primer poema de Una procesión entera va por dentro (1998) de Rodrigo Quijano comienza con los versos "Ahora bien, imagina que eres una bala". Y aquí recuerdo que unos versos del poema final de mi poemario Cansancio (1995), poema publicado inicialmente en los primeros años de esa década, dicen: "Sólo corro mi memoria ayudado por este lapicero negro. / Escucho balazos / se han incorporado a la paz de mis noches". Pueden leer el weblog de Cuenca, alojado en la página web del diario O Globo, donde es columnista, aquí.

EL ARTE DE VIVIR ZURCIDO. La sección cultural de Caretas 2033 publica un artículo sobre el libro Perú, el arte de vivir de Josefina Barrón. En esta obra, tal y como se lee, "'la tendencia es resolver, en la manifestación artística, lo repulsivo, lo inmundo, lo impuro, aquello que la acción del hombre ha perturbado y violentado, en muchos casos, hasta un punto sin retorno', explica Barrón. Y es la imagen de una bandera peruana hecha con retazos de tela (obra de Luis García Zapatero titulada Bandera peruana) la que da pie a una reflexión de la autora sobre lo que esa nueva peruanidad puede representar hoy en día: 'Una bandera de harapos que son hilvanados, acaso zurcidos, como zurcido está el país que representa'".

LOS EXPULSADOS. César Hildebrandt comenta hoy en su columna de La Primera respecto a la probable repatriación de inmigrantes hoy ilegales en Europa (tema que motiva la caricatura de Heduardo hoy en Perú 21). "Esos millones de emprendedores que hemos perdido, ¿por qué se fueron? ¿No es que se fueron porque aquí fuimos incapaces de retenerlos con trabajos dignos, meritocracia vigente, igualdad de oportunidades, educación pública de calidad? ¿Se fueron o los expulsamos con nuestro fracaso económico y social y nuestra incurable corrupción?", escribe. ¿No está partiendo Hildebrandt de una concepción del "nosotros" como conjunto de una sociedad implícita e idealmente homogénea? Hildebrandt tiene razón cuando dice que millones de peruanos que emigraron lo hicieron porque fueron prácticamente expulsados del país por las pésimas condiciones de vida, lo cual quiere decir que los que se quedaron son aún más miserables o simplemente se han acomodado bien en el sistema como para sobrevivir. Sin embargo, esto no es exacto. Al margen de las discutibles cifras sobre la reducción de la pobreza y las indiscutibles fallas del "chorreo" neoliberal ("chorreo" que tanto celebran los turiferarios), de lo que no habla Hildebrandt es del tema de las remesas y su imprescindible papel en la economía de la región. Porque el mayor ingreso de divisas en el Perú y en Latinoamérica en general viene del dinero que todos los días envían los migrantes a sus familiares y amigos. El argumento basado solamente en la legalidad o ilegalidad del migrante se relativiza con los resultados económicos de la migración. Cito de la introducción del libro The Other Latinos, publicado en Boston el año pasado y en las cifras otorgadas por el BID. Allí también pueden verse los millones de euros enviados específicamente desde España a Latinoamérica el 2006. La cita: "Según las figuras lanzadas por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los inmigrantes latinoamericanos que residían en los Estados Unidos, Europa, y Japón enviaron 38 mil millones dólares a sus países de origen el 2003 y 53,600 millones el 2005. Estas cantidades excedieron de lejos la inversión extranjera total recibida durante esos años por todos los países latinoamericanos juntos. De los 38 mil millones de dólares enviados el 2003, 30 mil millones se originaron de los inmigrantes latinos y latinoamericanos que residían en los Estados Unidos. Donald F. Terry, director del fondo multilateral de inversiones del BID, ha señalado que hay por lo menos 150 millones de transacciones (las llamadas remesas) de 200 o 300 dólares cada una al año, desde diversos países a 18 millones de familias en América Latina. Las figuras del BID muestran que México recibió 13,300 millones dólares el 2003 y 20,030 millones de 2005; Brasil, 5,200 mil millones el 2003 y 6,410 millones el 2005; Colombia, 3,100 millones el 2003 y 4,120 millones de 2005; El Salvador, 2,300 millones el 2003 y 2,830 millones el 2005; la República Dominicana, 2,200 millones el 2003 y 2,680 millones el 2005; Guatemala, 2 mil millones el 2003 y 2,990 millones el 2005; Ecuador, 1,700 millones el 2003 y 2 mil millones el 2005; Jamaica, 1,400 millones el 2003 y 1,650 millones el 2005, y Perú, 1,300 millones el 2003 y 2,490 millones el 2005" (15). ¿Qué pasaría con la economía del país si se cortara un importante porcentaje de ese flujo de miles de millones de dólares al año? Esa ley es un intento vano de imponer la pasión política por encima de la cruda y fría realidad económica. Caerá por su propio peso.

MÁS SOBRE LOS EXPULSADOS. Quien también ha opinado sobre este tema es el narrador mexicano Jorge Volpi, "doblemente dolido al constatar el olvido y la traición de los socialistas". Volpi publicó ayer en El País un artículo titulado "Perder los papeles". "Uno no puede decidir dónde nacer -el jus soli- o de dónde son sus padres -el jus sanguini-, de modo que el acta de nacimiento, el pasaporte y el DNI son instrumentos que el poder impone a los individuos de forma arbitraria: el biopoder denunciado por Foucault. ¿Qué diferencia a un niño nacido en Albacete de padres españoles de uno nacido en Madrid de padres ecuatorianos, aun si éstos son ilegales? Nada, excepto que uno de ellos puede ser enviado a un lugar que ni siquiera conoce y el otro no. ¿Y a un adulto peruano y uno español, ambos con empleos legales en Madrid? Nada excepto que, sin haber cometido delito alguno, uno puede ser internado durante semanas en una cárcel -desterremos el eufemismo un centro de detención- o expulsado del hogar que ha elegido libremente -repatriado- y otro no. Ambos trabajan, ambos pagan impuestos, ambos se ganan la vida. ¿Por qué esta injusticia? Porque a uno le hace falta un papel: eso es todo", escribe. Y enseguida añade: "Todos odiamos las comparaciones con el nazismo, pero ello no impide denunciar la lógica fascista de este tipo de ordenamientos. Ahora nos parece monstruoso que se haya discriminado a los judíos a causa de su 'raza': un concepto inventado por el poder para legitimar la persecución. ¿No es igual de atroz discriminar a alguien por su 'nacionalidad', otro concepto igualmente arbitrario? [...] Duele oír que los socialistas españoles hablen de regular la 'inmigración legal' y rechazar la 'inmigración ilegal', porque en esta última sólo cabrían quienes han sido arrancados de su país contra su voluntad y, aun en ese caso, la ilegalidad sólo afecta a los tratantes, no a las víctimas".

En la foto: carátula de Perú, el arte de vivir.