Segundo número de Nudos

Acaba de aparecer el segundo número de Nudos, la revista de artes y letras de América Latina que dirigen Carmen Herrera Nolorve y Ricardo Sumalavia desde Bordeaux (Francia). El nuevo número de la revista coincide con "la celebración de la hermandad entre las ciudades de Lima y Bordeaux. Cincuenta años de un intercambio cultural que en estas fechas se han traducido en una intensa jornada de coloquios literarios, exposiciones arqueológicas y artísticas, etc", según señalan los directores en su editorial. Por tal motivo, Nudos publica una selección "de los poetas más representativos que viven en Bordeaux": Brigitte Giraud, Claude Chambard, Chantal Detcherry y Dominique Boudou. También, continúa la encuesta del primer número a diversos artistas plásticos latinoamericanos, quienes dan su opinión con respecto a las instalaciones, performances y videoarte, y el rol de ello dentro del arte latinoamericano. Responden Marisa Gallo (Argentina), Rustha Luna Pozzi-Escot (Perú), Manuel Zumbado (Costa Rica), Vera Picado (Costa Rica), Abel Bentín (Perú), Liza Schanaiderman (Perú) y Diana Bonilla (Colombia).

Cecilia González, profesora en la Universidad Michel de Montaigne - Bordeaux 3, escribe sobre "La poesía utópica de Juan Gelman". Se publica, en idioma francés, la ponencia que Carlos Herrera leyera en el I Congreso Internacional de Narrativa Peruana celebrado en Madrid el 2005. Recordemos que esta ponencia fue considerada como "genial" por Mario Suárez Simich, uno de los organizadores de dicho Congreso. "Recurriendo al cubo de Rubic [Herrera] pudo ilustrar la compleja variedad en la que pueden dividirse los universos narrativos del Perú de hoy", escribió Suárez Simich. La revista publica a su vez poemas de Rosella Di Paolo y un cuento brevisimo del recientemente fallecido José B. Adolph.

Finalmente, una entrevista con el pintor Herman Braun Vega, a cargo de Ricardo Tang y Carmen Herrera. Incluyo una pregunta. "¿No crees que en Francia tu obra es más difundida en los medios que en el Perú?": "Absolutamente. Por dos razones. En los años 65 y 66, en el Perú, había una sola galería, en Lima, y hacían lo que querían con los artistas y la gente vivía mal del arte porque tenía que hacer la cola para ser el número uno, dos, tres. Yo creé una asociación de jóvenes artistas -invité a todos- que creó una contrabienal, ya que por entonces se venía haciendo una bienal a la que solo habían invitado a seis artistas, en lugar de invitar a todos los artistas peruanos reconocidos, como se hace en las bienales. Yo hice una contrabienal y logré reunir obras de artistas e hice una venta al martillo. Logré vender para crear una galería para los artistas y mandar tres muchachos fuera del país con beca. Todo eso me creó un resentimiento de los oficiales, los que decidían ¿qué es el arte? que han decidido ignorarme. Cuando hay bienales en el Perú, no me invitan. Pero el meollo de la cultura, de los que dirigen todo eso, me tiene tachado. Inclusive me dicen que estoy protegido por Sendero Luminoso. (Risas)". Una crítica muy negativa a la obra del pintor puede verse en esta columna del 2002 de Luis Lama en Caretas. En la visión de Lama, "Herman Braun (-Vega suena cursi y añejo) no ha sido profeta en su tierra, porque puedo dar fe de su prestigio en otros países, particularmente en los círculos de una izquierda intelectual que se muestra renuente a aggiornamiento alguno". Lama se dio espacio para apuntar una ironía estúpida: "Es encomiable que la Universidad Católica haya invitado a un artista al que ha otorgado el reconocimiento que su trayectoria amerita. Sí cabría lamentar que una institución tan cinematográficamente activa como el CCPUC no haya aprovechado la ocasión para exhibir nuevamente El Inquilino, filmada en el estudio parisino de Braun. Esta, sin duda alguna, es su mejor obra visual. Lástima que la película fuera realizada por otro. Polansky, darling, diría Susan de Bryce". En fin, mucho más interesante resulta leer el estupendo poema de Rodolfo Hinostroza "Esbozo de un retrato de Herman Braun".

Este segundo número de Nudos está dedicado "al desaparecido poeta peruano José Watanabe, colaborador y amigo".

En la foto: Herman Braun Vega en su taller en Arcueil.