Breves
ESCAJADILLO SOBRE ALEGRÍA. Carlos Villanes Cairo publicó ayer en la página cultural de La República un artículo sobre el libro Para leer a Ciro Alegría de Tomás G. Escajadillo, "aunque no se refiere a toda la narrativa del escritor. Su caudal crítico se nutre de la obra cumbre del gran narrador, sin lugar a dudas, la mayor novela peruana del siglo XX [El mundo es ancho y ajeno]", opina Villanes.
PULIR HUESOS. El domingo pasado la Revista de Libros del diario El Mercurio dio cuenta de la antología Pulir huesos (Galaxia-Gutenberg), selección y prólogo del poeta y crítico uruguayo Eduardo Milán. "'Si uno se atreve a mirar el denso, tupido, no tan simpático rostro real de América Latina, puede encontrar -creciente, no precisamente intacto, tocado, para ser preciso- su rostro poético. De ese desafío, un botón de muestra, amplia y a la vez (dis)cernida, de su veracidad', escribe el antologador nacido en Uruguay en 1952 y radicado en México. Milán reúne a 23 poetas hispanoamericanos nacidos entre 1950 y 1965", se lee. La nota de El Mercurio informa en función a los poetas chilenos incluidos. Así, en la misma se expresa que "toda antología tiene algún grado de arbitrariedad, pero no cabe duda de que la decisión de Eduardo Milán provocará reacciones. A pesar de pertenecer, por edad, al lapso considerado, quedaron fuera [los poetas chilenos] Raúl Zurita, Elvira Hernández y Bruno Vidal, entre otros". Ayer Zurita envió una carta al suplemento en la cual explica que "Pulir huesos es la continuación de Las ínsulas extrañas: Antología de poesía en lengua española (1950-2000), publicada el 2003 por la misma Galaxia Gutenberg y realizada por el mismo Eduardo Milán, junto a Blanca Varela, Andrés Sánchez Robayna y José Ángel Valente. Los chilenos incluidos en esa antología son Pablo Neruda, Nicanor Parra, Gonzalo Rojas, Enrique Lihn, Armando Uribe, Jorge Teillier, Óscar Hahn y este servidor". Por mi parte, sé que los poetas peruanos incluidos en Pulir huesos son Mario Montalbetti, Róger Santiváñez, Magdalena Chocano, Reynaldo Jiménez y Maurizio Medo.
QUÉ LEEN. Abelardo Sánchez León escribió el pasado 26 en El Comercio, a propósito de Estambul de Orhan Pamuk sobre "El Bósforo y el Rímac". En La República Mario Guevara comentó el libro que viene leyendo: Bendíceme, Última de Rudolfo Anaya. Javier Arévalo, por su parte, hace lo propio con los ensayos de Fernando Savater. Y: pueden bajar aquí en versión pdf todos los números de la Gaceta cultural del Instituto Nacional de Cultura.
WÁSHINGTON DELGADO. Abelardo Oquendo publicó ayer en su columna de La República el poema "El viaje incontenible" de Washington Delgado, incluido en su antología La palabra en el tiempo publicada recientemente por el Centro Cultural de España y Lustra Editores.
VARGAS LLOSA Y LA CRÍTICA LITERARIA. "Hasta hace muy poco creía que el mejor libro de crítica literaria aparecido en América Latina era Muerte y transfiguración de Martín Fierro (1948), de Ezequiel Martínez Estrada. Ahora, que acabo de leerlo, pienso que es el que Octavio Paz dedicó a Sor Juana Inés de la Cruz o las trampas de la fe (1982)", escribió ayer Mario Vargas Llosa en su columna Piedra de toque publicada en El Comercio.
ÁGREDA SOBRE GARCÍA FALCÓN. "El cielo de Capri es una buena novela, que se lee con facilidad e interés, y que además acepta diversas interpretaciones", sostiene Javier Ágreda en su columna de hoy en La República.
ÁLVARO LASSO. Hoy en la página Contracorriente de El Comercio David Hidalgo entrevista, como parte de los personajes del año, a Álvaro Lasso, editor de Estruendomudo. "Vamos a cumplir cinco años y haber resistido ya es bastante. Ahora, es importante señalar que existe la Alianza Peruana de Editores (ALPE), algo que no conocíamos años atrás: que los editores mayores estuvieran junto a un editor chiquito y a uno de ONG. Con esa representación se pueden conseguir muchas cosas. Hace una semana se quitó el impuesto al escritor, que era algo desquiciado. Y se va a poner en funcionamiento el Cofide Libro, que va a ser genial, porque así como la gente para construir su casa va al banco de materiales, nosotros los editores también necesitamos financiamiento para sacar libros. Si a mí me dieran un año para pagar un libro sería el hombre más feliz. No puedo ni imaginarme las cosas que podría hacer. Eso está aprobado, hay que moverlo. Y lo otro es que la alianza peruana de editores va a lanzar un premio que se va a fallar en abril, para el mejor libro del año, la mejor novela, una serie de categorías. Ese va a ser un referente y esperamos que invite a los lectores a leer más. Creo que se vienen cosas muy buenas", afirma Lasso.
MONTSERRAT ÁLVAREZ. Como saludo del inminente 2008 (en países como Australia ya recibieron el nuevo año), y "mientras llega la hora de liquidar de una buena vez esta última noche 2007", la poeta Montserrat Álvarez envía esta "fabulilla (inmoral) que se me ocurrió ahora": "El Dios desertor. Dios amó siempre a Satán con un vicioso amor inconfesable. Allí donde, por paradoja para nuestro finito entendimiento, la omnipotencia cede ante la perfección, Él ignoraba en sí este agujero negro, abisal orificio de su compacto Ser cuya pasión operó en cierto instante (y generó entonces la brecha y el desorden del instante, el enemigo de la eternidad) una fisura irreversible en la sempiterna y plena luz sin sombras del mediodía de lo Absoluto para dar paso al Gesto, a la Caída, al antes y al después del movimiento con el que Dios partió, lleno del hambre y la sedienta urgencia del que ama, a buscar al Demonio tan deseado. Escapando, introdujo una abrupta cesura en lo continuo de la perpetuidad, y disfrazado de hombre se arrojó en el tiempo para buscar al Diablo en la trampa del mundo. Vacío quedó así ya para siempre el gran trono de Dios, pues lo perfecto no admite el deseo, y negro, con la mancha del amor, Dios conoció la angustia de lo incierto que desconociera su omnisciencia antigua, y el querer introdujo en su Todo la Nada: Dios había pecado y llenado sus venas con sangre de mortal, sangre de amante y sangre de monstruo, y Dios dejó de ser en adelante nombre que designara cosa existente alguna. Pero como Dios ya no era Dios ni volvería a serlo nunca más, pues lo perfecto puede corromperse mas lo corrupto no puede ser perfecto, esto no le importaba, y agitado en las noches de mil ciudades llenas de secretos vagó sin rumbo igual que un predador obsesionado por el recuerdo de una piel, un contacto, una voz, un insidioso olor de su pasado que busca ahora sin tregua en el futuro. Así se enamoró la eternidad de los frutos del tiempo. Así el conjunto de todo lo creado giró sobre sí mismo como un ebrio frenético y danzante en los círculos alucinados de lo que se genera y lo que acaba, de lo sido y de lo porvenir, de lo que nace y muere, delirante y borracho en una orgía sobrela que no habrá jamás ya otra cosa que el trono abandonado del Dios que desertara de Sí mismo. Así, en las licenciosas saturnales de los astros y seres que giran sin objeto en el vasto universo enloquecido, un Dios que tiembla y ríe obscenamente celebra con terrible alegría el largo carnaval de su demencia en medio de los hombres. En las tristes ciudades de la historia, desapercibido se desliza persiguiendo al amado que lo privó de juicio, sin saber si es feliz o desdichado, olvidándose con creciente frecuencia de lo que era cuando no estaba loco, recordándolo menos cada vez, creyendo haber visto aquí o allá las ascuas de los ojos hermosos y asesinos de Luzbel y dejando ante esos espejismos su copa inconclusa en la barra de algún sórdido bar para correr tras el Ángel Rebelde, sintiéndose a veces vibrante con el júbilo de sus expectativas, sintiéndose otras veces un idiota, y, en momentos de extrema soledad, preguntando su precio a alguna puta. Cada vez que amanece o atardece, cuando algo termina y comienza otra cosa, cuando mueren un día o una noche o los ruidos le indican que el apetito febril de las criaturas ha devorado otro año y que todas se aprestan a mascar y engullir el año inminente, sin descanso posible comienza su ciega cacería. Aguzando el olfato como bestia de presa vuelve a partir, y en su alma privada de razón anticipa el reconocimiento del bello objeto de su afán voraz bajo una de sus máscaras, que ahora, ciego y frenético pese a que un día fuera el ojo omnipresente, no puede adivinar. Así, anticipando con gozo y con temor lo que vendrá, como todas las famélicas criaturas que se deslizan por entre las edades, con nervioso deleite y tortura exquisita, a cada fino término de algo traspone igual que un mortal cualquiera los umbrales del tiempo y el olvido, precipitándose en el porvenir. Y, aunque Él no lo sepa, ése es el castigo que recibió su culpa por haber sucumbido al desear, y la forma que asume para Él el Infierno".
FELIZ 2008. Les deseo un feliz año nuevo. Debo a la vez hacer un anuncio con relación a esta Zona de noticias (algo había adelantado ya hace unos días): este weblog se convertirá, poco a poco, y por lo menos durante buenos meses del año, en semanario; mejor dicho, la frecuencia de los posteos no podrá ser diaria. Pienso que a lo sumo una vez a la semana.
En la foto: Carlos Eduardo Zavaleta y Álvaro Lasso.