zonadenoticias

lunes, junio 30, 2008

Dos reseñas a Febrero Lujuria

Dos reseñas recientes a Febrero Lujuria, novela de Christian Reynoso publicada el año pasado en Lima. "Ficcionar la Fiesta de la Virgen de la Candelaria desde una perspectiva diferente a la tradicional significa aceptar un reto de modernidad que Christian Reynoso lleva a cabo con eficacia y sin abandonar ni traicionar lo esencial que tiene esta celebración como representación de un microcosmos social. Para ello, el narrador toma una distancia estratégica para la cual crea la ciudad ficticia de 'Lago Grande', y de la fiesta, su lado carnavalesco, tanto en lo que tiene de significado católico como de forma de construir una realidad como la define Bajtín. Con esa distancia y sobre esa estructura aparecen una serie de diversos personajes que le dan a la novela una polifonía que a través del discurso carnavalesco nos permite adentrarnos en ese microcosmos desde diferentes puntos de vista y disfrutar de esa polivalencia. También, sobre esa polivalencia el narrador construye y resume los elementos antagónicos que subyacen en esta fiesta expresadas en dicotomías como fe/paganismo, amor/lujuria, razón/instinto. Así, desacralizando la visión tradicional de la Fiesta de la Candelaria, Christian Reynoso nos ofrece una visión diferente y singular de ella", escribe Mario Suárez Simich en reseña publicada en el reciente número 24 de la revista Sieteculebras (Cusco, mayo-agosto 2008). "Los nuevos lectores, ajenos al entorno puneño, pueden enterarse de las danzas y sus excesos, de las devociones y sus lamentos, de las festividades y sus placeres, en esta muy interesante ficción. Sin duda que para los devotos y también para los tradicionistas, este relato sea permisivo, blasfemo e impertinente, pero no podrán negar el tono sencillo de su lenguaje, la frescura de los acontecimientos, lo paródico de sus personajes y la carnavalesca visión de febrero en Lago Grande", señala, por su parte, José Gabriel Valdivia en El Búho de Arequipa.

PD Martes 01 Julio: Mirko Lauer hoy en su columna de La República: "La perspectiva de un corso de Wong bajo administración chilena se ha vuelto un socorrido tema de discusión pre-Fiestas Patrias [...] ¿Alguna empresa de peruanos al 100% está dispuesta a organizar un corso similar o a sumarse al esfuerzo de Wong, y así 'peruanizarlo' un poco más? Acaso no es casual que un corso así se le haya ocurrido a una familia de inmigrantes chinos. Quizá empresarios de origen puneño hubieran propuesto algo más espectacular, como la Fiesta de la virgen de la Candelaria. Una coreografía que probablemente ya está siendo danzada por mistis de toda nacionalidad en ciudades del hemisferio norte".


En la foto: Fiesta de la Virgen de la Candelaria.

domingo, junio 29, 2008

Miguel Gutiérrez, Nieto Degregori, Heraud, Margaret Atwood

Hoy El Dominical de El Comercio incluye varios textos de interés, entre los que destaco los tres siguientes. En primer lugar, la reseña de Carlos Morales a El mundo sin Xóchitl, la recientemente reeditada novela de Miguel Gutiérrez, "actualmente uno de nuestros mayores escritores". Y sobre la novela sostiene Morales que "es un libro hiriente y hermoso, uno de los acontecimientos más sobrecogedores que haya sucedido últimamente en la literatura peruana". El Dominical también incluye un fragmento del relato "El guachimán", el cual da título al nuevo libro de Luis Nieto Degregori. Por último, Diego Otero comenta Estación reunida, poemario recientemente reeditado de Javier Heraud, quien plasmara "una obra orgánica, coherente, sorprendentemente madura en muchos sentidos y, sobre todo, plagada de episodios altos. Estación reunida es, en efecto, el momento más logrado de la poesía heraudiana. Es un libro que abarca diversas zonas de la experiencia, y que sabe ser enigmático y sugerente. Desde sus versos iniciales ('Nos prometieron la felicidad / y hasta ahora nada nos han dado') Estación reunida plantea un eje temático ambiguo, de signos abiertos y afilados, en el que el otoño es la estación de lo que no se posee: el sosiego contemplativo, el espacio de reflexión y la piedad, pero también la estación de todo lo que encarna un cambio (¿social?), una transformación (¿política?), un viaje (¿moral?). En Estación reunida hay una sorprendente asimilación de ciertas estrategias shakespereanas, como ese lirismo aguzado y preciso, que sabe sembrar interrogantes y pulsar fibras comunes. También empiezan a aparecer una serie de intuiciones narrativas, corales, dialógicas, producto de atentas lecturas de ciertos autores sobre los que se fundarían, al poco tiempo, las tendencias dominantes en la generación, como T.S. Eliot. Así, Estación reunida es un libro cuya gravitación tiene que ver con su capacidad para intuir las estrategias formales que la experiencia de su época demandaba. Estación reunida es un libro que abre brecha, que propone rutas, que ofrece llaves". Por otra parte, hoy en la Revista de Libros del diario El Mercurio Camilo Marks publica un artículo a propósito del reciente Premio Príncipe de Asturias de las Letras otorgado a la "inagotable, brillante, ejemplar" Margaret Atwood. "La gran autora canadiense tiene pocos rivales en cuanto al valor de su obra, a la variedad de ella; a su estilo chispeante, riquísimo, conmovedor, clásico, aunque dotado de todos los recursos modernos. [...] Atwood ha publicado 12 novelas, 4 colecciones de cuentos y nouvelles, 12 volúmenes de versos, dos ensayos, un drama, varios libros de fábulas para niños, y ha sido editora de diversas antologías que han dado a conocer a los literatos de su país. Es inevitable que siendo tan prolífica, la excelencia no la acompañe en forma constante, pero en conjunto, su corpus literario conforma un aporte fundamental a cada una de las formas artísticas que ha abordado, desde 1969, cuando saltó a la fama internacional debido a La mujer comestible, que ha sido leída por millones de personas, hasta Desorden moral o La penelopíada, sus últimos títulos. [...] Y parece ineludible concluir una breve reseña alrededor de Margaret Atwood sin hacer alusión a su compromiso político radical con las causas libertarias y democráticas", señala Marks.

PD: Carlos M. Sotomayor entrevista hoy en la sección cultural de Correo a Carlos Calderón Fajardo a propósito de Playas.


PD Lunes 30: Giancarlo Stagnaro entrevista hoy a Miguel Gutiérrez en el suplemento Variedades de El Peruano (ver págs. 16 y 17). "Hay un tipo de lectura que sigo y seguiré haciendo: una lectura ideológica del texto literario. Sin embargo, planteo cómo en mi tesis y artículos sobre la generación del 50 una lectura ideológica no agota otras lecturas. Las discrepancias que pueda haber con un autor desde el punto de vista de mis percepciones ideológicas no descalifican estéticamente su obra", señala el autor de la recientemente reeditada La generación del 50: un mundo dividido.


PD2 Lunes 30: El weblog El útero de Marita publica un post con amplia información del día sobre la asqueante intervención de hoy de Vladimiro Montesinos en el juicio a Alberto Fujimori.



En la foto: Miguel Gutiérrez. "En el pálido ámbito cultural peruano, son los lectores y escritores jóvenes los que se sienten más cercanos a su escritura", sostiene Carlos Morales.

sábado, junio 28, 2008

Breves

ODI GONZALES. La editorial El Santo Oficio acaba de reeditar en un solo libro dos poemarios de Odi Gonzalez: Valle sagrado (1993) y Almas en pena (1998). Por tal motivo el autor fue entrevistado el martes en la sección cultural de La Primera y por Pedro Escribano en la de La República. En estos poemarios suyos, "al interior del discurso poético confluyen muchas voces para decir lo mismo. Esta idea la percibí en un velorio, en el valle del Urubamba", señala el poeta, natural de dicho valle sagrado, como consagra el título de su poemario. En otra entrevista, realizada en Arequipa, y publicada el pasado mes de abril por Juan W. Yufra en su weblog La boca del sapo, Odi Gonzales opina lo siguiente: "La crítica de Lima es racista, ignorante, mediocre y no es propia de estos tiempos pues vive en la superficialidad, en los chismes y en peleas de parroquias". Y en la entrevista en La Primera a su vez dice: "He visto muy poca renovación [en la crítica literaria en general], no hay una irrupción de personas que analicen una obra literaria con seriedad. En todo caso, son las mismas personas que desde un buen tiempo siguen ejerciendo la crítica o también siguen los mismos esquemas anquilosados". No le falta razón a Odi Gonzales para quejarse de la critica local, aunque debería ser más específico en diferenciar la crítica periodística de la académica. En esta ha habido importantes avances en el conocimiento de la poesía en lenguas indígenas (los libros de los Montoya, los estudios de Julio Noriega y muchos otros), así como el reconocimiento que la poesía quechua ha adquirido en foros internacionales, como se vio en el Primer Congreso Internacional de Poesía Peruana celebrado en Madrid en noviembre del 2006, en el que destacó la presencia de Chask'a Anka Ninawaman.

EL HABLADOR. El pasado lunes en la sección cultural de Expreso Tomacini Sinche López entrevistó a Mario Granda y Johnny Zevallos, dos de los editores de la revista virtual de literatura El Hablador, a propósito de la reciente edición número 15 de esta publicación. Incluyo una pregunta. "¿Qué recepción tiene la revista?": "MG: Ha sido muy buena hasta ahora. Hay todo tipo de público, desde académico y universitario hasta aficionados a la literatura. JZ: Hasta ahora hemos tenido más de cien mil visitas. Tenemos picos altos cada vez que sale un nuevo número, pero mantenemos un promedio de setenta visitas diarias. Y nuestros lectores son 60% nacionales y 40% del extranjero".

LAUER Y EL PERÚ AL 2011. "Las elecciones del 2006 terminaron configurándose como una confrontación entre Lima y un grupo importante de regiones, y todo sugiere que las del 2011 van por el mismo camino, ya que la cobertura nacional de los partidos políticos más establecidos no ha mejorado. No convirtamos la regionalización en una desarticulación de lo nacional", escribió ayer Mirko Lauer en su columna de La República.

RÍO, VIOLENCIA ESTRUCTURAL Y LIBERTAD DE ESPÍRITU. El suplemento cultural Babelia del diario El País publica en su sección Crónicas de América Latina un artículo del narrador brasileño João Paulo Cuenca titulado "Escribir detrás de los tiros de Río de Janeiro". Desde un balcón, durante una fiesta en el barrio de clase media de Leme, en Río de Janeiro, y acompañado solamente de un vaso de cerveza, Cuenca escucha de pronto unos balazos en medio de la noche. "Primero estampidos producidos por pistolas y luego intermitentes balazos de fusil. El carioca medio es un connaisseur cuando se trata de identificar el ruido producido por las armas de fuego: sabe distinguir el sonido de un revólver calibre 38 del de una ametralladora antiaérea, o del de un AK-47, el fusil ruso que, por estos pagos, le ha robado la popularidad al AR-15", anota. Cuenca parte de estos hechos de la sociedad en la que vive para desarrollar su visión como escritor: "Antes de que diga que pedir responsabilidad social y posicionamiento moral a escritores es lo mismo que esperar talento o capacidad inventiva de un cura, preciso decir que en mis novelas y cuentos nunca nadie sintió hambre. Y además, nadie disparó nunca un tiro en una favela. Escribo crónicas para periódicos desde hace cinco años, sobrevivo en Río de Janeiro desde hace treinta y, prácticamente, nunca me ocupé del tema. Podría decir que esta ha sido la primera vez (y tal vez la última). No me siento obligado a hacerlo. No siento que deba retractar algo que no forme parte de mi extravagante proyecto literario, cuyo rumbo está determinado exclusivamente por mí, y hasta hoy no me he sentido influenciado por eventos tan vulgares como un tiroteo. Por suerte, otros escritores brasileños contemporáneos, como Sérgio Sant'Anna, Bernardo Carvalho, Joca Reiners Terron, Daniel Galera y otros muchos más especímenes originales que podría citar aquí, comparten esa misma libertad de espíritu". Cuenca puede no sentirse obligado a incorporar este u otros temas en su narrativa, pero no deja de ser consciente de que la realidad hace lo suyo: "En mi caso puedo decir que no escribo sobre tiros, nunca sobre los tiros, pero, si estoy sin suerte, sí bajo los tiros. Que se reflejan explícitamente o no en mi literatura y en mi sanidad mental". Sobre tiros y balas, en la poesía peruana tenemos el poema "Bala perdida" en Zona dark (1991) de Montserrat Álvarez. El primer poema de Una procesión entera va por dentro (1998) de Rodrigo Quijano comienza con los versos "Ahora bien, imagina que eres una bala". Y aquí recuerdo que unos versos del poema final de mi poemario Cansancio (1995), poema publicado inicialmente en los primeros años de esa década, dicen: "Sólo corro mi memoria ayudado por este lapicero negro. / Escucho balazos / se han incorporado a la paz de mis noches". Pueden leer el weblog de Cuenca, alojado en la página web del diario O Globo, donde es columnista, aquí.

EL ARTE DE VIVIR ZURCIDO. La sección cultural de Caretas 2033 publica un artículo sobre el libro Perú, el arte de vivir de Josefina Barrón. En esta obra, tal y como se lee, "'la tendencia es resolver, en la manifestación artística, lo repulsivo, lo inmundo, lo impuro, aquello que la acción del hombre ha perturbado y violentado, en muchos casos, hasta un punto sin retorno', explica Barrón. Y es la imagen de una bandera peruana hecha con retazos de tela (obra de Luis García Zapatero titulada Bandera peruana) la que da pie a una reflexión de la autora sobre lo que esa nueva peruanidad puede representar hoy en día: 'Una bandera de harapos que son hilvanados, acaso zurcidos, como zurcido está el país que representa'".

LOS EXPULSADOS. César Hildebrandt comenta hoy en su columna de La Primera respecto a la probable repatriación de inmigrantes hoy ilegales en Europa (tema que motiva la caricatura de Heduardo hoy en Perú 21). "Esos millones de emprendedores que hemos perdido, ¿por qué se fueron? ¿No es que se fueron porque aquí fuimos incapaces de retenerlos con trabajos dignos, meritocracia vigente, igualdad de oportunidades, educación pública de calidad? ¿Se fueron o los expulsamos con nuestro fracaso económico y social y nuestra incurable corrupción?", escribe. ¿No está partiendo Hildebrandt de una concepción del "nosotros" como conjunto de una sociedad implícita e idealmente homogénea? Hildebrandt tiene razón cuando dice que millones de peruanos que emigraron lo hicieron porque fueron prácticamente expulsados del país por las pésimas condiciones de vida, lo cual quiere decir que los que se quedaron son aún más miserables o simplemente se han acomodado bien en el sistema como para sobrevivir. Sin embargo, esto no es exacto. Al margen de las discutibles cifras sobre la reducción de la pobreza y las indiscutibles fallas del "chorreo" neoliberal ("chorreo" que tanto celebran los turiferarios), de lo que no habla Hildebrandt es del tema de las remesas y su imprescindible papel en la economía de la región. Porque el mayor ingreso de divisas en el Perú y en Latinoamérica en general viene del dinero que todos los días envían los migrantes a sus familiares y amigos. El argumento basado solamente en la legalidad o ilegalidad del migrante se relativiza con los resultados económicos de la migración. Cito de la introducción del libro The Other Latinos, publicado en Boston el año pasado y en las cifras otorgadas por el BID. Allí también pueden verse los millones de euros enviados específicamente desde España a Latinoamérica el 2006. La cita: "Según las figuras lanzadas por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), los inmigrantes latinoamericanos que residían en los Estados Unidos, Europa, y Japón enviaron 38 mil millones dólares a sus países de origen el 2003 y 53,600 millones el 2005. Estas cantidades excedieron de lejos la inversión extranjera total recibida durante esos años por todos los países latinoamericanos juntos. De los 38 mil millones de dólares enviados el 2003, 30 mil millones se originaron de los inmigrantes latinos y latinoamericanos que residían en los Estados Unidos. Donald F. Terry, director del fondo multilateral de inversiones del BID, ha señalado que hay por lo menos 150 millones de transacciones (las llamadas remesas) de 200 o 300 dólares cada una al año, desde diversos países a 18 millones de familias en América Latina. Las figuras del BID muestran que México recibió 13,300 millones dólares el 2003 y 20,030 millones de 2005; Brasil, 5,200 mil millones el 2003 y 6,410 millones el 2005; Colombia, 3,100 millones el 2003 y 4,120 millones de 2005; El Salvador, 2,300 millones el 2003 y 2,830 millones el 2005; la República Dominicana, 2,200 millones el 2003 y 2,680 millones el 2005; Guatemala, 2 mil millones el 2003 y 2,990 millones el 2005; Ecuador, 1,700 millones el 2003 y 2 mil millones el 2005; Jamaica, 1,400 millones el 2003 y 1,650 millones el 2005, y Perú, 1,300 millones el 2003 y 2,490 millones el 2005" (15). ¿Qué pasaría con la economía del país si se cortara un importante porcentaje de ese flujo de miles de millones de dólares al año? Esa ley es un intento vano de imponer la pasión política por encima de la cruda y fría realidad económica. Caerá por su propio peso.

MÁS SOBRE LOS EXPULSADOS. Quien también ha opinado sobre este tema es el narrador mexicano Jorge Volpi, "doblemente dolido al constatar el olvido y la traición de los socialistas". Volpi publicó ayer en El País un artículo titulado "Perder los papeles". "Uno no puede decidir dónde nacer -el jus soli- o de dónde son sus padres -el jus sanguini-, de modo que el acta de nacimiento, el pasaporte y el DNI son instrumentos que el poder impone a los individuos de forma arbitraria: el biopoder denunciado por Foucault. ¿Qué diferencia a un niño nacido en Albacete de padres españoles de uno nacido en Madrid de padres ecuatorianos, aun si éstos son ilegales? Nada, excepto que uno de ellos puede ser enviado a un lugar que ni siquiera conoce y el otro no. ¿Y a un adulto peruano y uno español, ambos con empleos legales en Madrid? Nada excepto que, sin haber cometido delito alguno, uno puede ser internado durante semanas en una cárcel -desterremos el eufemismo un centro de detención- o expulsado del hogar que ha elegido libremente -repatriado- y otro no. Ambos trabajan, ambos pagan impuestos, ambos se ganan la vida. ¿Por qué esta injusticia? Porque a uno le hace falta un papel: eso es todo", escribe. Y enseguida añade: "Todos odiamos las comparaciones con el nazismo, pero ello no impide denunciar la lógica fascista de este tipo de ordenamientos. Ahora nos parece monstruoso que se haya discriminado a los judíos a causa de su 'raza': un concepto inventado por el poder para legitimar la persecución. ¿No es igual de atroz discriminar a alguien por su 'nacionalidad', otro concepto igualmente arbitrario? [...] Duele oír que los socialistas españoles hablen de regular la 'inmigración legal' y rechazar la 'inmigración ilegal', porque en esta última sólo cabrían quienes han sido arrancados de su país contra su voluntad y, aun en ese caso, la ilegalidad sólo afecta a los tratantes, no a las víctimas".

En la foto: carátula de Perú, el arte de vivir.

viernes, junio 27, 2008

Ademán de guachimán

Escritor cusqueño Luis Nieto Degregori otea la nueva Lima con El guachimán y otras historias

Por Carlos Cabanillas*

Cusco, ombligo del mundo, tiene un piercing. La vieja Lima –capital en decadencia– ha sido reemplazada por una nueva megalópolis. De fricciones y roces sociales afines trata El guachimán y otras historias (Santillana, 2008), último libro del curtido escritor Luis Nieto Degregori. Consta de un cuento y dos novelas cortas, todo hilvanado y cosido a través de la problemática sexual.
Los personajes utilizan el sexo para conseguir estatus social o resarcimiento. Incluso amor. Pero el amor difícilmente puede nacer en un contexto de tanta desigualdad. En "La mala conciencia" un sacerdote que intenta aprovecharse de una muchacha termina siendo el engañado.
Busca manipularla con la ley divina del bien y el mal, pero termina sobrepasado por la picardía amoral de ella. En "El descubrimiento de América" (1968) de Alfredo Bryce el protagonista abusa de 'la chola América'. ¿Cuánto ha cambiado el país en cuarenta años?

Ese cuento me gustó muchísimo. Es de una época de más inhibiciones y prejuicios. Simboliza el nacimiento de una nación. Yo intento narrar en el presente las manifestaciones de esa violencia pasada. En este contexto, el sexo no puede ser sólo un acto placentero.
Un intento de explicar la sociedad a través de sus vidas privadas. "La historia privada de las naciones", como Balzac se refería a la novela.
Así es. Recuerdo también los cuentos de Iván Bunin, un Nobel ruso que quiso describir su sociedad a través de las relaciones sexuales y amorosas. Aquí son violentas, siempre marcadas por el poder económico. El hostal, entonces, es el espacio de enfrentamiento. El escenario simbólico en el que el nuevo limeño vive su sexualidad.
Un escenario pasajero, como las combis y casinos que aparecen en su libro. También hay menciones a la pollería Norky's y a la calata de Caretas.
Son elementos de nuestra sexualidad. Para El guachimán tuve que descubrir el mundo de los avisos sexuales en Internet. El protagonista, quien había sido choleado por su propia enamorada, encuentra su resarcimiento al estar con una chica blanca y bonita.
Sorprende el optimismo de su libro. Solía abordarse a la ciudad de Lima desde una mirada desencantada. Incluso evocando la 'arcadia colonial' que rechazó Sebastián Salazar Bondy o la Lima señorial que se fue.
Es una respuesta a la pregunta de cuándo se jodió el Perú, frase que me molesta mucho. [Mario] Vargas Llosa describe con ella sólo al Perú criollo, el que tenía la sartén por el mango. Ese Perú está en crisis desde los cincuenta, década en que se ambienta Conversación en la Catedral. Pero el resto del país ha mejorado. Te aseguro que el chofer Ambrosio (personaje de la novela) la pasó mejor que sus padres.
El estupro que el 'chofer negro' comete con su amo, 'criollo y corrupto', sería un anuncio de la decadencia. Gregorio Martínez dice que en el cuándo se jodió el Perú, joder equivale a copular.
Es que en las haciendas, el patrón era el dueño de la sexualidad de sus sirvientes. Mis historias "El guachimán" y "Ninochka" son una venganza. Pero triste, finalmente, porque sólo el sexo más intenso es el que finalmente deriva en amor.

* Publicado en Caretas 2033.
En la foto: Luis Nieto Degregori. "El guachimán observa pasivamente la sociedad a través de la vitrina", señala.

Asco


Por Almudena Grandes*

Señoras y señores, niñas y niños, europeos todos: ¡enhorabuena! Hemos conseguido cuadrar el círculo de la iniquidad. No ha sido fácil. Desde los lejanos tiempos de los barcos negreros hasta la inoculación televisiva del consumismo desaforado, el camino ha sido largo, arduo, fatigoso. Fue necesario colonizar continentes enteros, esclavizar a sus habitantes, explotar sin descanso sus materias primas, comprar reyezuelos, armar a sus enemigos, vender armas a todos por igual, crear pequeñas élites intelectuales, y sobornar después a sus miembros para producir un caos fecundo y controlado del que seguir sacando tajada.
Así prosperamos. Así nos enriquecimos. Así llegamos a un punto de desarrollo tal que no pudimos sostenerlo con nuestros propios medios. Y llegaron los inmigrantes, para recoger la basura de nuestra sociedad de obesos, para respirar los fertilizantes que intoxicaban nuestros pulmones, para hacer los trabajos que nuestros parados se negaban a hacer. Y mientras las vacas engordaron, todo fue diálogo, interculturalidad, derechos humanos y mutuos beneficios. Hasta que ya no engordaron más. Su flaqueza ha traído consigo -en plena Eurocopa, eso sí, para que no nos enteremos mucho- la versión comunitaria de Guantánamo, centros de detención sin control judicial donde encerrar a los ilegales hasta 18 meses, y desde donde hasta los niños pueden ser expulsados en cualquier momento hacia un país que ni siquiera sea el suyo.
Hace algún tiempo, dije aquí que mi voto era útil. Ahora, después de asistir a la penosa, sonrojante actuación de los socialistas españoles en esta vergüenza, estoy más segura que nunca. Zapatero ha logrado meternos por fin en Europa. No en la de las naciones, ni en la de la primera velocidad, sino en la Europa que da asco. Enhorabuena, repito. Y ahora, si me perdonan, voy a retirarme para vomitar.


* Publicado este lunes 23 en El País.
En la foto: vibrante selección española de fútbol, potencial ganadora de la Eurocopa 2008.

jueves, junio 26, 2008

Cien años del nacimiento de Salvador Allende


Mataron a Chicho Allende
Mi colega
Que iba con una
Casaquita de cuero
A conversar
Con las placeras

Mataron a Pablo Neruda

Aquí no se respeta
Ni al poeta
Ni al médico

Sí señores
Las balas pueden más
Que los versos
Y la medicina


Luis Hernández, "A Chile"

En opinión de César Hildebrandt "hoy el mundo reclama un liderazgo como el de Salvador Allende, un ­ejemplo como el que predicó, una sensibilidad social como la que lo condujo al poder y al martirio casi al mismo tiempo. Allende nos espera instalado en el futuro". Lo escribe en su columna de La Primera bajo un hermoso título: "Cien años sin soledad". Por su parte, el diario El País le dedica un dossier que estuvo anunciado desde su página principal con el título de "El centenario de un símbolo de la libertad". Esta noche aquí en Ottawa habrá un homenaje a Allende en el Viña del Mar organizado por los poetas chilenos Jorge Etcheverry y Luciano Díaz, cuyo padre, en la foto, acompaña al líder en una de sus presentaciones.

miércoles, junio 25, 2008

Margaret Atwood, Premio Príncipe de Asturias de las Letras


Y el Premio Príncipe de Asturias se vino para Ottawa, ciudad que por estos días de verano celebra su estupendo Festival de Jazz. "La ecologista, feminista, autora de novelas y poeta: la canadiense Margaret Atwood, (Ottawa, Canadá, 1939), ha ganado el Premio Príncipe de Asturias de las Letras. El jurado del prestigioso galardón ha justificado su decisión en la 'espléndida obra literaria' de Atwood, 'que ha explorado diferentes géneros con agudeza e ironía, y porque en ella asume inteligentemente la tradición clásica, defiende la dignidad de las mujeres y denuncia situaciones de injusticia social'. Máximo exponente de la literatura canadiense y una las voces más eminentes de la narrativa actual (en el año 2000 ganó el prestigioso Booker Prize), Margaret Atwood ofrece en sus novelas su visión comprometida y crítica del mundo y la sociedad contemporáneos, mientras revela una extraordinaria sensibilidad en su abundante producción poética, género que cultiva con maestría", informa el diario El País. Valga mencionar que Atwood había quedado finalista el 2006 y 2007. Como se recuerda, el miércoles pasado Tzvetan Todorov se hizo acreedor a este mismo Premio en el área de Ciencias Sociales.
En 1997 Atwood y su esposo el novelista Graeme Gibson confeccionaron la antología Desde el invierno, la cual reúne a 23 narradores canadienses de habla inglesa. El libro, impreso aquí en Canadá, fue publicado por el sello editorial de Toronto McClelland & Steward y por la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Incluyo un fragmento del prólogo (que pueden leer aquí completo en inglés): "Northrop Frye, el más prestigioso y autorizado crítico del Canadá, observó una vez que mientras la imaginación europea está obsesionada por El Tiempo, es el Espacio lo que obsesiona la imaginación del continente americano. Existen buenas razones para que a los canadienses en particular les preocupe el espacio. Con la desaparición de la Unión Soviética, el Canadá ha pasado a ser el país más grande del mundo, con una superficie de casi diez millones de kilómetros cuadrados. [...] La historia del Canadá y, por ende, de la literatura canadiense, han recibido la profunda influencia -y no siempre positiva- de la frontera de casi nueve mil kilómetros que comparte con el país más poderoso del mundo. El que en un tiempo fuese colonia británica y ahora esté muy cerca de ser una colonia económica y cultural de su vecino del sur, ha provocado en sus habitantes una constante preocupación por su identidad. Hace varios años, una estación radial realizó un concurso jocoso entre sus radioyentes para encontrar un equivalente canadiense a 'tan americano como el pastel de manzanas'. La frase ganadora, 'tan canadiense como es posible dadas las circunstancias', ha pasado a ser un pesaroso tema" (9). "Los Estados Unidos de América separa a los canadienses de los países y culturas de América Latina y el Caribe. Cuando miramos al sur -lo que en el Canadá hacemos con bastante frecuencia-, los Estados Unidos bloquean nuestra mirada. Lo mismo ocurre cuando los latinoamericanos levantan la vista hacia el Norte. Como resultado de ello, canadienses y latinoamericanos conocen demasiado poco unos de otros" (11). En Lima, la editorial Nido de Cuervos publicó el 2006 La mano de Dios, antología de cuentistas contemporáneos de Quebec a cargo de Gaëtan Lévesque y traducida al español por Renato Sandoval y Guillermo Niño de Guzmán. Ese mismo año, la editorial mexicana Sexto Piso publicó Contar cuentos, antología de relatos reunidos por la premio Nobel de Literatura 1991 Nadine Gordimer que incluye a Margaret Atwood junto a Arthur Miller, José Saramago, Salman Rushdie, Gabriel García Márquez, Kenzaburo Oé, Günther Grass, entre otros.

PD Jueves 26: Las secciones culturales de El Comercio, Correo y La República informan hoy sobre el Premio Príncipe de Asturias obtenido por Margaret Atwood.

En la foto: Margaret Atwood. "Los canadienses ya no son los únicos que tienen una sensación de exilio o que se consideran -en palabras de la poeta P. K. Page- 'turistas permanentes'", señala.

martes, junio 24, 2008

Vida, muerte y resurrección en el Día del Campesino


Hoy a las 7:30 pm en el Paradero Habana de Micromuseo (Manuel Bonilla 107, Miraflores) se llevará a cabo un conversatorio como parte de la clausura de la exposición Ofrenda y vasallaje. La papa y las altas cumbres de Carmen Reátegui. Participarán en el mismo "el curador de la muestra (Gustavo Buntinx), un crítico de reconocida vocación científica y filosófica (Jorge Villacorta), un sociólogo identificado con las glorias y las penas de la (post)modernidad popular (César Ramos), un antropólogo de miradas renovadas, renovadoras, sobre nuestra religiosidad en trance (Harold Hernández)", así como la propia artista Carmen Reátegui, cuya exposición es percibida por Micromuseo como "un gesto ritual y también una intervención crítica de sesgos tanto religiosos como políticos y artísticos. Documentos del siglo XVIII y una tonelada de morayas (chuño blanco) articulados para una propuesta de urgencia crítica ante los signos crecientes de la extinción de la Tierra. Y de la banalización del poder oficial que, por ejemplo, desecha la denominación del Año Internacional de la Papa para reemplazarla por el Año de las Cumbres Mundiales –precisamente en el país donde se domestica y de donde es oriundo nuestro tubérculo genésico. Contra tales absurdos en estos desangelados tiempos, se alzan los poderes alternos de lo simbólico. Las latencias, las potencias de un arte que se redefine para recuperar sus posibilidades esenciales: la sanación, la reparación, la transmutación incluso. Como en la experiencia casi mística de aquella impresionante obra realizada en 1980 por Víctor Grippo (el gran artífice platense, muerto hace seis años) cuyo título da también nombre al encuentro reflexivo aquí propuesto: Vida, muerte, resurrección, la explosión y ruptura de oscuros volúmenes esenciales de plomo (eran los años de plomo en la dictadura argentina) por la fuerza elemental pero triunfante de las menestras que, a pesar de todo, germinan tras las soldaduras de esos cuerpos pretendidamente clausurados".

En la foto: Pagapu. 2001-2005, obra de Carmen Reátegui (detalle).

lunes, junio 23, 2008

Lectura de Blanca Varela en Medellín (1995)


En este video Blanca Varela lee su poema "Canto villano" durante la quinta edición del Festival Internacional de Poesía de Medellín (junio de 1995), donde fue huésped de honor.

domingo, junio 22, 2008

Arte y conceptualismo


PERÚ: ARTE, PAISAJE Y ENTORNO SOCIAL. Ayer en la sección cultural de El Comercio Enrique Planas entrevistó a Josefina Barrón a propósito de la publicación "del ambicioso volumen Perú, el arte de vivir", del cual es autora. Sobre la idea inicial de "compartir el paisaje peruano según la visión de los artistas contemporáneos" la obra terminó por añadir el entorno social de dicho paisaje: "Irrumpieron entonces lo urbano, el Perú emergente, la política. Y con estos temas, los artistas plásticos que han hecho suyas estas preocupaciones: Juan Javier Salazar, Alfredo Márquez, Álex Ángeles, Claudia Coca, Susana Torres, Christian Bendayán, Cristina Planas, y un largo etcétera. Editado por el Banco Interamericano de Finanzas (BIF), y asistido por el fotógrafo José Carlos Martinat y el crítico Gustavo Buntinx, el sólido libro de mesa fue distribuido entre los mandatarios que asistieron a la cumbre ALC-UE, como una forma de salpicar de contracultura tan protocolar cita", señala Planas. Esta excelente iniciativa de Josefina Barrón me recuerda a Copiar el Edén: Arte reciente en Chile (2006), extraordinario volumen de 600 páginas, edición de lujo y formato bilingüe (inglés-español) a cargo del curador cubano Gerardo Mosquera en el cual se difunde lo más destacado del arte chileno desde 1973 a la fecha (desde Elías Adasme hasta el Raúl Zurita de CADA y La vida nueva) a través de la visión de seis destacados críticos y estudiosos como Justo Pastor Mellado o Nelly Richard. Ojo en Lima que Copiar el Edén es distribuido por la Dirección de Asuntos Culturales de la Cancillería chilena a los museos, fundaciones y espacios de exhibición y difusión del arte contemporáneo más relevantes de los cinco continentes. Yo conseguí mi ejemplar el pasado mes de abril de manos del agregado cultural de Chile aquí en Ottawa como parte de un distinción que obtuve de la Universidad de Ottawa. Incluyo tres preguntas de la entrevista a Josefina Barrón. "¿Cómo fue el proceso de investigación para reunir tal variedad de artistas?": "Muy intuitivo. Buscaba hacer un libro ecléctico, vibrante, desbordado. Por eso me voy de un extremo a otro y doy lugar en el libro tanto a las performances de Frau Diamanda como a la obra de Fernando de Szyszlo. Quería compartir representaciones muy expresivas de este país vibrante creadas por los artistas plásticos en los últimos 30 años". "¿No había el riesgo de que el desborde se convirtiera en dispersión?": "Sí, había ese riesgo, pero me gusta tomarlos. Yo quería que el libro fuera como el país: disperso, desbordante, híbrido, contradictorio en muchos sentidos". "La presencia de un artista como Juan Javier Salazar es quizá la más fuerte en tu libro": "Juan Javier da material para hacer todo un libro sobre su obra, que es puro concepto. Por eso fui hasta Cieneguilla y entré en su taller, un lugar lleno de polvo y patos. Su obra es sincera, sucia, pobre, hecha con pintura industrial y material reciclable. Él es lo más contracultural que existe en las artes visuales de este país. Somos un país de contracultura. Igualmente vibrante, sucio, ruidoso, donde las cosas no están terminadas".

EL CONCEPTUALISMO DE MOSCÚ. Hoy el diario español El Mundo informa sobre la presentación en el centro de arte Schirn de Fráncfort de "la primera gran retrospectiva del Conceptualismo de Moscú, con una recopilación de obras desde 1960 hasta 1990. La muestra podrá verse en la Fundación Juan March de Madrid a partir del 10 de octubre. Desde este sábado y hasta el próximo 14 de septiembre, este centro de arte de Fráncfort alberga las imágenes, textos e instalaciones que reflejaron de forma crítica la ideología socialista soviética. Debido a la fuerte censura ideológica en la Unión Soviética, las actividades de los grupos de artistas se consideraban un tipo de provocación política y únicamente se admitía la interpretación del arte y de la sociedad que el Partido Comunista presentaba, recordó el Schirn Kunsthalle". También se lee: "El Conceptualismo de Moscú es un movimiento artístico que surgió en el mundo 'underground' de la desaparecida Unión Soviética en los años 60, como reacción al realismo oficial que presentaba el régimen socialista. Esta corriente artística se desarrolló dentro de la escena artística independiente y no oficial de Moscú que surgió tras la muerte de Stalin en 1953 en las grandes ciudad de la URSS y se prolongó hasta los 90. Fue tolerada por las autoridades rusas pero censurada casi completamente por los medios de comunicación de masas, controlada por el Estado, y separada de las exposiciones oficiales. Los artistas del Conceptualismo de Moscú se reunían periódicamente para discutir nuevos trabajos y textos, editaron publicaciones propias e internacionales y crearon un archivo. Siguiendo el Arte Conceptual angloamericano de los 60 y 70, se confrontaron con la pregunta: ¿qué es arte? Principalmente, utilizaron el discurso ideológico oficial de forma irónica y profana para modificarlo y analizarlo y por ello, en este sentido, llevaron a cabo un esclarecimiento total, como destaca el título de la retrospectiva: La aclaración total o la Ilustración Total".

En la foto: Lenin-Coca-Cola, de Alexander Kosolapov y La Wawa, "obra de Cristina Planas, censurada en dos ocasiones, muestra a Abimael Guzmán", señala El Comercio.

sábado, junio 21, 2008

Pollarolo: nuevo libro sobre María Emilia Cornejo en marcha


El pasado domingo en el suplemento cultural Semana del diario La Primera Juan Carlos Bondy publicó un artículo sobre "Mentiras en la literatura [universal]", que incluye en un recuadro el caso de los tres famosos poemas de María Emilia Cornejo, y que pueden leer en el encabezado de este post. Por otro lado, hoy Giovanna Pollarolo dedica nuevamente su columna en Perú 21 al debate en torno a dichos poemas; en cierto modo una respuesta implícita a mi post del pasado sábado sobre su anterior columna. Pollarolo refuerza en función de lo afirmado por José Rosas Ribeyro que éste y Elqui Burgos son los verdaderos autores de esos tres poemas, pero lo hace para rechazar tajantemente tal afirmación por "absolutamente discutible" (habla de "testimonios personales confusos, carentes de pruebas y evidencias claras") y sumarse de inmediato a la lectura apreciada por Rocío Silva Santisteban en el poemario En la mitad del camino recorrido, "obra en la que María Emilia trabajaba cuando murió" como ha señalado Mariella Sala en su "Presentación" al mismo. Sería de interés si Pollarolo dedica una siguiente columna a su propia lectura de dicha obra sobre la base de la discusión en curso, dado que RSS no sólo advierte "un estilo muy parecido" con "un lenguaje muy directo, poco adjetivado" en los 31 poemas del libro, sino que también encuentra en "muchos de ellos un halo erótico que denotan, precisamente, el rasgo fundamental de la poesía de Cornejo: una actitud poco pasiva frente a la relación amorosa y sexual". Mientras que, por mi parte, ya he señalado con anterioridad que observo en dicho volumen "la diferencia clara que marcan el estilo y la construcción de un sujeto femenino en las secciones I a IV del libro, con relación a la sección V, donde están los tres famosos poemas (y uno más a modo de epílogo dedicado a su hermana gemela Ana María), y en los que aparece una voz más cortante, menos obsecuente, capaz de cometer adulterio y despreciar al hombre, entre otros actos de rebeldía contra el machismo y el patriarcalismo. Se trata, sin duda, de poemas mucho mejor logrados, con un manejo profesional del ritmo (Burgos había ganado en 1971 los Juegos Florales Universitarios convocados por UNMSM y Rosas Ribeyro el VII Premio de Poesía José María Arguedas en 1972) y una audacia ideológica y moral que estaban muy veladas o simplemente ausentes en las primeras cuatro partes. Y es que en las secciones I-IV la mujer que habla en los poemas es sumisa, leal, monogámica y hasta ingenuamente resignada frente al hombre: 'soy la mujer incondicional / que nada pide a cambio / la que siempre te recibe / y te abre las piernas sin chistar' (57)". Por último, Pollarolo ofrece a su vez una primicia editorial, de la cual me alegro mucho dado que constata que para nada es ésta una discusión disparatada: "La futura publicación del estudio filológico de la obra de Cornejo, realizado por la investigadora Susana Reisz, [que] contribuirá a determinar la autoría de estos poemas". Precisamente yo había hecho referencia en mi post del sábado a la necesidad de "una edición crítica que ofrezca un ordenamiento cabal y comprehensivo de la producción textual completa de la poeta Cornejo". Ojalá Susana Reisz contemple en su estudio las discusiones y reflexiones que se han llevado a cabo en este weblog y en otros espacios virtuales. Por lo pronto, será interesante conocer la forma en que dialoga con su propia visión de María Emilia Cornejo, apuntada en su libro de 1996 Voces sexuadas. Género y poesía en Hispanoamérica: "Hoy yo sé bastante más sobre esa ahogada [Alfonsina Storni] que alimentaba mis fantasías necrófilas en los lejanos tiempos en que yo era niña y corría olas. Hoy puedo incluso incorporarla en una prolija lista de poetas desventuradas en el amor y suicidas, junto a celebridades mundiales como Sylvia Plath, junto a figuras del panteón hispanoamericano como Alejandra Pizarnik o junto al de aquella 'muchacha mala de la historia', María Emilia Cornejo, quien en su corta vida no tuvo tiempo para hacerse conocer fuera de las letras peruanas pero sí el suficiente como para dejar resonando en ellas la impaciencia y el acento inconfundible de una voz de mujer" (16). Y enseguida añade en un pie de página: "'Soy la muchacha mala de la historia' es el título de uno de sus poemas más citados en estudios y antologías locales. Aparece recogido en un breve volumen, que contiene todos sus textos (incluidos algunos fragmentos inacabados) y que fue editado en 1989, diecisiete años después de su muerte. [S]u tono de sarcasmo y rebeldía es un elocuente anticipo del rumbo que tomarían unos años después las voces femeninas más radicales de la poesía peruana". Como puede verse, Susana Reisz se refiere a "algunos fragmentos inacabados" incluidos en el libro. ¿Por qué entonces tantas resistencias ante el testimonio de José Rosas Ribeyro? Porque el mismo colisiona con afirmaciones del tipo "el acento inconfundible de una voz de mujer" o "un elocuente anticipo del rumbo que tomarían unos años después las voces femeninas más radicales de la poesía peruana". En ese sentido, resulta dable preguntarse si una estudiosa que ha emitido una afirmación tan concluyente sobre la obra hoy en discusión de María Emilia Cornejo es la persona más apropiada -sobre todo en esta coyuntura concreta- para realizar tal estudio, uno de cuyos efectos no negados a priori pasa precisamente por la abierta contradicción de sus propias valoraciones críticas. En cualquier caso, el anuncio ya está hecho y solo resta aguardar el resultado de su interpretación de los textos. De momento, para un acercamiento suyo con relación al tema de la perspectiva genérico-sexual léase su trabajo "¿Quién habla en el poema... cuando escribe una mujer?".


En la foto: "Nadie discute que esos [tres] textos son largamente superiores a otros firmados por Cornejo, como 'Mi pueblo no es' o 'Terriblemente tuya'", apunta muy acertadamente Juan Carlos Bondy.

viernes, junio 20, 2008

Varios


BOLAÑO. Los weblogs Nuvolaglia y Cinencuentro informan que la novela Los detectives salvajes de Roberto Bolaño "será trasladada al cine en una producción mexicana en la que han de participar Cadereyta, Mantarraya Producciones y Catatonia Films, a las que podría sumarse también la chilena MC Films. La película vendrá avalada por el productor Jaime Romandia, colaborador habitual del aclamado cineasta Carlos Reygadas, en tanto que la dirección ha recaído en Carlos Sama. Su intención es que el reparto reúna actores latinoamericanos".

CHIRINOS. Guilherme, el koala que llegó al Perú es el título del segundo libro de cuentos para niños que acaba de publicar Eduardo Chirinos (el primero fue Guilherme, el koala que llegó por Internet, y apareció el 2005). Esto ha motivado una nota en la sección cultural de El Comercio (publicada el último sábado), así como una entrevista de Carlos M. Sotomayor aparecida este martes en la sección cultural de Correo. "Con el paso del tiempo la poesía no se constriñe a la significación que usualmente le damos y empieza a abarcar otras cosas. Y siempre ha sido así. Tú sabes que poiesis en griego es crear, y más bien el tiempo la ha ido constriñendo a lo que entendemos por escribir poemas. Con el tiempo he entendido que la actividad de escribir poemas compromete otras cosas: la traducción, la labor periodística eventual, la enseñanza de literatura, la pasión por escribir crónicas, ensayos. Y sobre todo la idea de una comunicación que nunca he perdido. Para mí es muy fácil comunicarme con los niños. Siempre he creado historias, he hecho dibujitos... Había una demanda interior por hacerlo", señala el autor.

TODOROV. El semiólogo e historiador francés de origen búlgaro Tzvetan Todorov obtuvo este miércoles el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2008 al que optaban treinta y seis candidaturas procedentes de dieciocho países, informó ese mismo día El País. La República y Perú 21 han dado cuenta también de este premio. El primer sábado de este mes la Revista Ñ publicó su artículo "¿Qué es ser civilizado?". Para quienes se interesan por la teoría literaria, resulta particularmente útil su libro Crítica de la crítica, en el que Todorov analiza "las grandes corrientes ideológicas de esta época, tal como se manifiestan a través de la reflexión sobre la literatura" (9), empezando por los formalistas rusos, y pasando por Bajtin, Blanchot, Jakobson, Barthes, Northrop Frye, entre otros críticos y pensadores no menos importantes.

RAMÍREZ RUIZ. Como diera cuenta aquí el pasado viernes, el 17 de junio se cumplió el primer año de la muerte del poeta Juan Ramírez Ruiz. Por tal motivo, ese día Pedro Escribano publicó en la página cultural de La República "parte de un extenso testimonio de Nivardo Córdova que se publicará en la revista literaria Arteidea". Otro texto sobre Ramírez Ruiz es el de Armando Arteaga, publicado en el cuarto número de la revista Sol & Niebla, aparecido este mes (se presentará este lunes 23), y republicado el martes en el weblog Terra ígnea del propio Arteaga y el miércoles por Paul Guillén en su weblog Sol negro. "Juan Ramírez Ruiz fue el único consecuente con los manifiestos y la poesía integral, mirar y leer sus libros", señala Arteaga, quien fue amigo del autor de Un par de vueltas por la realidad "desde los primeros instantes de los recitales del Movimiento Hora Zero en la Biblioteca Nacional".

PERCY GALINDO. Hace un mes la revista Caretas publicó un adelanto de Como los verdaderos héroes, novela de Percy Galindo recientemente ganadora del Premio Copé. La semana pasada Porta 9 publicó otro fragmento de esta obra que pronto estará en librerías.

ILDEFONSO. La edición de ayer de Caretas 2032 publica un breve reportaje de Carlos Cabanillas a Miguel Ildefonso a propósito de su reciente poemario Himnos. "El deseo expreso del autor es desligarse de su mochila poética. Menos visceral, más analítico. Menos noventa. Dejar el patrón marcado de la armonía por la polifonía de la sinfonía: movimientos, puntos de vista. Paneos en vez de primeros planos", escribe Cabanillas.

PUTIS. Hoy "la histórica página editorial del Decano" (como la denominó ayer Aldo Mariátegui en sus Chiquitas de Correo, enronchado por esta columna de Abelardo Sánchez León) publica un artículo de Lilia Ramírez Varela (abogada de Justicia Viva) sobre "Putis y el deber del Estado", en el cual entre otras cosas señala lo siguiente: "Ciertos militares, que tenían como fin defender a la población de la cruenta actuación senderista, se valieron de su función y engañaron, violaron, asesinaron a los comuneros y después asaltaron sus cuerpos y vendieron sus pertenencias. El Ejército, durante más de dos décadas, encubrió estos hechos y en la actualidad, contra toda lógica, parece que lo quiere seguir haciendo. [...] A estas alturas nos preguntamos si al Gobierno realmente le afecta el horror de lo ocurrido en Putis".

TEÓFILO CASTILLO. Ernesto Carlín Gereda publicó ayer en la página cultural de El Peruano una entrevista al historiador Fernando Villegas a propósito de la publicación de su libro Perú a través de la pintura y crítica de Teófilo Castillo (1887-1922). Incluyo una pregunta. "¿Su interés por este artista es por que desde esa época la pintura deja de mostrar solo el lado criollo del Perú?": "El problema con Castillo es que muchos lo han enfrascado como ilustrador de Palma. Mi trabajo ha consistido en sacarlo de ese esquema. Entonces, sí es singular que el indio aparece en los cuadros del artista. También aparece en cuadros como La marcha del inca o Sacerdotisa Nasca, entre otros. Pero el problema es que siempre es en el pasado. Por ello es que le concedo más importancia al paisaje. Èl es un novecentista, comparte ideas con Riva Agüero y con los intelectuales de esa generación que habían condenado al indio a un proceso de desaparición".

SIU KAM WEN. La sección cultural del Instituto Cervantes de Espana publicó el lunes un artículo sobre el narrador Siu Kam Wen escrito por M. Ángeles Vázquez (coorganizadora del siempre recordado I Congreso Internacional de Narrativa Peruana celebrado en Madrid en mayo del 2005). "A mediados de los ochenta, con El tramo final y La primera espada del imperio, es cuando el escritor nacido en Chungshan, Kuangtung (China), Siu Kam Wen, publica los entresijos internos del mundo chino-peruano presentando las vicisitudes de su colectividad para integrarse a la peruana. Desde una narrativa urbana al uso en este periodo, los cuentos del autor nos ofrecen la experiencia de unos personajes que obedecen a códigos culturales diferentes a los tradicionales peruanos, robusteciendo la idea de Lima como ciudad en la que coexisten y se mezclan todas las razas y naciones", comenta la crítica española.

RIVERA MARTÍNEZ. La edición de esta semana del suplemento Variedades del diario El Peruano publica una entrevista de Giancarlo Stagnaro a Edgardo Rivera Martínez (ver páginas 18 y 19) a propósito de la reciente recopilación de sus Cuentos del Ande y la neblina (1964-2008). "Para el narrador existe una abundante producción narrativa en provincias que por contextos determinados de circulación y producción se queda en provincias, sin ser conocida en el resto del país. 'Hace un año hubo un congreso de escritores en Huancayo y no leí una sola línea al respecto en los periódicos. En mi propia tierra [Jauja] hubo una reunión, hay inquietud, se publica, pero es la desigualdad nuevamente. Y eso se acentúa con la globalización', comenta".

JOSÉ DE PIÉROLA
. Como di cuenta el domingo, la editorial Norma acaba de publicar el libro de José de Piérola Sur y norte, "que reúne los mejores cuentos del autor". Republico, en exclusiva para esta Zona de noticias, su relato "La viuda de Cayara", el cual explica muy bien por qué de Piérola hace rato se encuentra en la primera línea de la narrativa peruana.


CONGRAINS SOBRE BOMBARDERO. El pasado 28 de mayo, durante la presentación de su novela 999 palabras para el planeta Tierra, Enrique Congrains Martin se refirió a Bombardero de César Gutiérrez, palabras que han sido transcritas y publicadas en el blog dedicado a esta obra. "Yo que he leído Bombardero, una novela muy difícil de leer, pero la considero la novela más importante de la literatura peruana en este nuevo siglo. Además, Bombardero abre un nuevo camino", expresó Congrains.


ÁGREDA SOBRE INOCENTE. El pasado domingo, en el suplemento Semana de La Primera Javier Ágreda reseñó la novela La ciudad de los culpables de Rafael Inocente. "Aunque compartimos en buena medida el entusiasmo con que Miguel Gutiérrez comenta esta novela (destacando 'el conocimiento verdaderamente excepcional de la Lima andina que tiene Inocente'); no creemos, como él, que se trate de una obra que se adscriba a la narrativa picaresca. Más bien nos atreveríamos a vincular a La ciudad de los culpables con las vertientes más radicales del realismo, aquellas que rozan el panfleto político", sostiene.

En la foto: Edgardo Rivera Martínez y Tzvetan Todorov.

jueves, junio 19, 2008

El viejo y el mar


Cultural: En edición limitada, Carlos Calderón Fajardo ha publicado Playas. Aquí, rescatado de la clandestinidad, el relato "Punta Negra"*

Las aguas cubren el mar. Recién en el umbral de mi vejez he podido percatarme de esto. Toda mi vida, desde niño, he esperado que algo emerja violentamente de él.
Presiento que voy a partir pronto. Ahora de viejo espero que del mar salga lo que me dé paz a mi existencia. Siento mucho miedo.
Estoy leyendo una novela del escritor israelí Amos Oz. Se titula: Un descanso verdadero. En esa novela hay un párrafo que perfectamente puede ser insertado en este texto mío. Amos Oz escribe en su novela: "Cómo se burlan de nosotros. Qué humor tan negro. Qué banal. Qué vulgar e insulso. Y encima se repite tanto que me da asco. No hay salida: como las aguas que cubren el mar".
Cada libro es un océano. Debajo de las palabras que son las aguas está el mar, y de allí proviene la siguiente historia contada por Amos Oz:
"Una vez, cuando era pequeño, antes de la larga huida de Uzbequistán, tal vez después de escapar de Kiev, se escondieron en el sótano de una granja abandonada y una noche cocinaron y se comieron un gato tiñoso. Vassily, un cristiano convertido al judaísmo, mató al gato de un puñetazo en la cabeza cuando el animalito se acercó a sus pies mendigando una caricia. Por culpa de la nieve de fuera y de la humedad del sótano, el fuego se apagó y tuvieron que comerse el gato medio crudo. Zorzi, el pequeño llorón, a pesar del hambre que tenía, no quiso comer y, cuando Vassily le dijo si no comes nunca serás tan fuerte como Vassily, el niño se puso a llorar de tal modo que Vassily tuvo que taparle la boca con su mano enrojecida y llena de pecas y decirle en voz baja: si no te callas, Vassily te hará pammm como si fueras otro gato. ¿Sabes por qué? Porque tenemos mucha hambre".
Dejo la novela de Amos Oz y me quedo mirando el mar. ¿Cuál es el mar oculto tras lo que he leído? ¿Cuál de los tres personajes soy yo? ¿Vassily, el que mató de un puñetazo a un gato? ¿Zorzi, el niño llorón, que a pesar de tener hambre no quiere comer a ese gato? ¿O soy el gato al que luego de que le reventaron la cabeza, lo cocinaron y se lo comieron medio crudo?
Esas son las aguas, ¿pero cuál es el mar? ¿Cuál es la verdad debajo de las aguas? Se puede decir que cuando hay hambre no hay límite para la crueldad. Pero creo que el mar escondido es más que eso. Es igual que el mar que tengo delante de mi casa, diga lo que se diga sobre él, su misterio es inescrutable.
A veces me quedo toda la noche en la terraza. Ya no está Hortensia para obligarme a entrar recurriendo al pretexto que me puede dar una pulmonía si me quedo afuera hasta tan tarde.
"En tu vida no has hecho otra cosa que mirar el mar y leer. No se cómo he podido aguantarte tantos años" –esa voz resuena dentro de mí: la voz de Hortensia.
Si bien soy un hombre tranquilo, Hortensia, en cambio, no se me parecía en nada. Fue campeona de atletismo en el colegio. No paraba de moverse un solo instante; limpiando, pasándoles el plumero a los muebles que en la playa se llenan constantemente de polvo, igual que los pisos que se cubren de arenilla, porque la casa está en medio del desierto, y los suelos y paredes los corroe la brisa, la sal. Hortensia no miraba nunca el mar. Miraba la casa. El salitre está permanentemente carcomiendo lo que puede, y puede terminar tragándose una pared si uno se descuida. Ella constantemente hacía remodelaciones: laqueaba la madera de los muebles, mandaba tarrajear las paredes horadadas. Se levantaba a las seis y a las nueve ya había limpiado la casa, preparado el almuerzo, leído el periódico y había tomado su desayuno.
A las nueve en punto de la mañana estaba lista con su gorrita de tela calada hasta las cejas. Su short de atleta sobre su ropa de baño. Sólo su cara había envejecido debido a la sobreexposición al sol, pero su cuerpo seguía duro y elástico.
"De tanto mirar el mar te has vuelto barrigón. ¿No te da vergüenza la panza que te manejas?", dijo ella.
A las nueve y treinta minutos de la mañana Hortensia plantaba su sombrilla en la arena y extendía su toalla. Luego de instalada, corría varios kilómetros por la arena, al borde mismo del agua, de manera tal que el mar mojaba sus tobillos. Corría como una gacela espantando las gaviotas a su paso. Nadie podía creer que mi Hortensia a su edad pudiese correr tanto. Cada mañana trotaba tres kilómetros de ida y tres de vuelta. Luego de la carrera hacía varias series de abdominales. Yo, por supuesto, sentado bajo la sombrilla en la playa, seguía leyendo y contemplando el mar.
"¡Métete al agua panzón!", recuerdo que me gritó ese día, burlona. Pero a mí no me gustaba meterme al agua.
Recuerdo perfectamente esa mañana. Hortensia continuó animándome a entrar al agua y yo me seguí negando. Como ella solía hacerlo, salió corriendo y se zambulló debajo de una ola. No me explico qué pasó. Debió haber entrado poco a poco para que su cuerpo se adecue a la temperatura del agua. Había bandera roja.
Se internó nadando. Yo no le quitaba la vista. De pronto vino lo que se conoce como "la racha": una sucesión de cinco a seis olas que se forman seguidas una tras otra. El peligro no está en el tamaño de las olas, uno se zambulle debajo de ellas para evitar el impacto. El peligro radica en la resaca. La ola, después de llegar a la orilla, regresa y subterráneamente une su fuerza con la siguiente ola que viene. Las corrientes se mezclan, son impredecibles cuando hay marea alta.
Pasó la racha de seis olas y quedó el mar desierto. No había ni rastro de Hortensia. Corrí a avisar a los salvavidas. Se zambulleron con sus aletas.
Estuvieron largo rato buceando, buscando. El mar estaba muy bravo. No pudieron encontrarla.
El mar vara los cuerpos de los ahogados unos días después del suceso; generalmente lejos del lugar donde ocurrió el accidente. Los cuerpos son arrastrados varios kilómetros por corrientes submarinas. Cuando el cuerpo es por fin varado, luce inflado de color azul plomizo, hinchado y desfigurado por la mordedura de los peces. Pero el cuerpo de mi Hortensia el mar nunca lo varó.
Nadie pudo comprender cómo una mujer que conocía tan bien el mar, a su edad, pudo haber cometido tan intrépida tontería. El golpe fue tremendo para nuestra familia. Como el puñetazo de Vassily sobre la cabeza del gato tiñoso. Mis hijos se desmoronaron. Quisieron que yo venda la casa. Les era insoportable vivir ahí. Como me negué se fueron a los Estados Unidos, a Kansas, Arizona, Wichita. Lugares donde no se viera el mar.
Paro sentado en la entrada de mi casa. Mi casa está casi en ruinas, porque las casas en la playa si no se cuidan, si no se las mantiene, se las tragan la brisa y el polvo del desierto. Suelo amanecer sentado en la terraza mirando el mar. Hace años que no duermo. No está Hortensia para obligarme a ir a la cama. Así que me quedo ahí la noche entera contemplando el mar bajo las aguas.


* Publicado en Caretas 2032.
En la foto: el escritor en Punta Negra, a donde se retira a escribir desde hace más de 30 años. [Leyenda de Caretas]

Discursos en torno a la feminidad

Con el título de este post Marianne Blanco Dejardin publicó el pasado 10 de junio en la sección cultural de El Comercio una crónica sobre la exposición Re-Género, en la cual las curadoras Pilar Talavera (Perú) y Paloma García Valdivia (España) han convocado a quince artistas en torno al tema de la relación madre-hija. "Las artistas peruanas invitadas son Elena Tejada, Carolina Rieckoff, Karen Macher, Ivana Ferrer, Natalia Revilla, Olga Engelmann, Ana Barboza y Verónica Luyo. También participan siete artistas españolas: Maite Camacho, María José Gallardo, Gloria Marin, Antonia Peña, Mariana Rodríguez Vargas, Isabel Tallos y Pilar Cano, que fueron convocadas por Paloma García Valdivia y con la que la curadora peruana decidió compartir el proyecto", se lee. Destaco a la primera de las nombradas, Elena Tejada, quien hace diez años realizara la performance Recuerdo (1998), absolutamente valerosa. "Realicé esta acción en una universidad estatal con los militares en las cercanías. El público era mi única protección", ha comentado ella. En el vídeo que encabeza este post Tejada hace de las suyas irrumpiendo, cual Mujer Maravilla, en las calles del popular barrio de Chinatown, en New York. Por otro lado, hoy en su columna de Caretas 2032 el crítico de arte Luis Lama dedica parte de la misma a la exposición que motiva este post: "Re-Género. Es una buena muestra que reúne a 6 peruanas y a 6 españolas en un contrapunto que se quiere como una nueva visión 'de la feminidad a través de la maternidad'. Habría que añadir que la selección es acertada y que tanto Pilar Talavera como Paloma García han hecho un correcto trabajo curatorial. Podría ser que las españolas deslumbren por aquello del 'impacto de lo nuevo', pero entre las peruanas hay obras tan feroces como la de Carolina Rieckof que terminan por engullirse toda la muestra. Normalmente huyo de las muestras feministas, porque su contenido siempre me resulta predecible. Sin embargo, ésta constituye una sorpresa al ser enfocada como la relación entre madre e hija, incidiendo en los conflictos e identificaciones generacionales que producen una relación cuyas fricciones son de enorme riqueza para el arte. Habría además que destacar el montaje que resulta particularmente acertado para albergar un número tan grande de obras y tan dispersas. Esta es la primera muestra que hace Pilar Talavera, cuyo interés por 'lo abyecto según Julia Kristeva' la motivó hacer un planteamiento ajustado. En una entrevista, ella hace referencia a ¡Wack!, la espantosa muestra en el Museo de Arte Contemporáneo de Los Angeles. Allí se gastó una millonada y el resultado de fuerte carga feminazi está a enorme distancia de la propuesta local, tan modesta pero meditada y con tan rica lectura como la que AECI presenta".

miércoles, junio 18, 2008

¿Efecto post 6-0?


Hoy en la página de opinión del diario El Comercio el escritor Abelardo Sánchez León, gran amante del fútbol, utiliza el título del último poemario de José Watanabe, "Banderas detrás de la niebla", para ofrecer esta opinión sobre las dos banderas peruanas: "Quizá sea tiempo de considerar que la bandera del arco iris pueda reemplazar a la blanquirroja, símbolo oficial de gente criolla como yo, concebida y confeccionada a espaldas de la población indígena que no ha sentido suya la independencia de 1821. Quizá esta historia de colores explique el famoso dicho que tanto nos ofende: 'No hay peor enemigo de un peruano que otro peruano'", señala. ¿La balada del gol perdido?

En la foto: "La bandera es un asunto serio. Es un símbolo y un significado", sostiene Sánchez León.

martes, junio 17, 2008

Peces, el nuevo poemario de José Morales Saravia

El poeta José Morales Saravia (Lima, 1954) acaba de publicar recientemente, con el sello argentino Tsé Tsé, su cuarto libro de poesía titulado Peces. "El tejido conectivo, en Peces, dispone a la atención, a través de la constante del detalle: nada podría distraer tanta sed intacta de belleza. La condición artesanal de su registro concentra en lo elemental: sílabas son escamas. El poema celebra, permutante epifanía, mucho más acá de lo mero humano", señala Reynaldo Jiménez en la contracarátula del libro. Morales Saravia es autor de los poemarios Cactáceas (1979), Zancudas (1983) y Océanidas (2006), y de los libros en prosa o "ensayos poetológicos", como los denomina, La luna escarlata (1991), La ciudad expresiva. Crítica de la razón enfática (1991) y La laguna onírica. Crítica de la razón catabática (2007). A continuación, un poema de Peces. La escuela neobarroca en todo su esplendor.

CARDÚMENES

Como el edificio que va haciendo su extensión de fachada a toda calle y a
todo barrio, ventana a ventana y puerta a puerta, con el hilado de los
arcones y las travesías de los pasajes;
como el bosque que se avecina de árboles trayendo cada uno sus propias
raíces al sistema de los zumos interiores y cada hoja atinglándose a
escamas hasta dar su urbanismo de selva;
testimonio sois, cardúmenes, de lo que liga, ladrillo a ladrillo, esa móvil
y bien trenzada casa que sembláis a toda hora contada segundo a
segundo por el sempiterno tiempo de la argamasa;
fratría de municipio marino cuyas marítimas composturas son el traje
perfecto a las viviendas comunales que se portan, sedentarias, en la
errancia prescrita por las corrientes templadas o fríamente
destempladas.
¿Hay nomadismos cuando se sale a caminar por las avenidas acuáticas de
innúmeras calles y no menos incontables barrios sembrados como
algas por toda la palma de la extensión y se es siempre edificio
comunal, sede del consejo de vecinos, asamblea cívica de elegido
o acordado alcalde?
No menos sorprende la destreza de vuestros albañiles erigiéndoos como
firme y elástica columna que sostiene hermandades y sólidos
acuerdos –más que tácitos insertos en el espinazo de vuestro fuste–,
que el diseño de los alarifes para vuestras fachadas cambiantes y
siempre el mismo trenzado de escamas a punta de engarce de peces.
¿No os movéis flexibles al soplo de los vientos submarinos y trasegáis
desiertos o planicies levantando tiendas en los cruces donde se
organizan un oasis de corales y abundantes dátiles brotados como
plancton en el raso cielo del mar?
Bandadas sois de atejadas escamas que portáis en sucesión de cuadernas
y de sus astiles envelados –velachos de toda confección izados
siempre a la precisión de las aletas– el timón de las travesías
y los timoneles de las naves;
solidaridad en el vuelo por los rasos submarinos que encielan vuestro
movimiento y lo hacen lucir como la fratría de flamencos signando
de rojo la inmensa página del mar;
sois la caligrafía que repasa una ruta y la inscribe en el mapa que trenzáis
y el pincel que nombra cada una de las estaciones y su itinerario
hilado en una frase que siempre se sucede de otra en su renovada
sintaxis y en su cambiante morfología.
Ruta a ruta son itinerarios que se hacen y se rehacen en una geografía de
viaje con nunca repetida bitácora y siempre anudante espíritu de
travesía que es la migración escandida en sus sílabas y asegurada de
puertos.
¿No afirmáis vosotros, beduinos de intuidas algas y camélidas paciencias,
que todo pico tensado hacia el horizonte da en el blanco del alpiste
y salta por encima de los barrotes del canario, que el pez es un ser
para el bogar en siempre hermandad de esterilla acanastada?
Pues sois, cardúmenes, el impulso chorro que parte como lava en un
salto de pura fruición de vida, el intermitente abrir y cerrar los ojos
que más que parpadeo es incredulidad gratísima de serse uno y
muchos.
Os ven cargar las alforjas, poneros los trajes de las acémilas con sus
sólidas angarillas que no están sino pesadas del deseo de cruzar
los cielos submarinos con la determinación de las garzas o de las
cigüeñas camino a las más tibias aguas.
¿Y qué de vuestro pastado en los grandes territorios que una caricia
acuosa cubre con la suavidad de los pastos, con la ternura de un
dorso de mano que peina todo un poblado de algas en su líbera
vecindad?
Manadas de tordillos puestas al trasluz de las aguas para ofrecerse en el
espectáculo de los pescuezos píamente oblicuos hacia los suelos en
encuentro feliz con los sabores esperados.
En el pacer de los alazanes descansos que han hecho la jornada de las
praderas y en los trabajos estinfálidos se han hilado escamas como
se hila cada uno de vuestros cuerpos a un cuerpo también
atinglado de peces.
Mimbreo de bisontes arribando al valle que los define, enunciando,
benedictos, el delicioso tiempo más allá del tiempo que se aprisa
para no llegar tarde a ningún encuentro.
Pues esos son vuestros minutos y segundos, cardúmenes, vuestras horas
que han desempacado apremios y los han puesto a mojarse para que
pierdan durezas e intolerancias.
Las reses que sois en la extensa res vadean con la inocencia de terneras de
mar que han sido presentadas al día hermanado de paciencia y
ahijado de patria y que mientan en su pequeño espacio visto todo el
mar y sus rutas.
Manadas que galopan con el ahinco de los búfalos los tapices callejeros de
una urbe que es el vaivén de una inmensa medusa suprimida de
escozores y supinada de brillos hasta emulante cósmico reverbero.
Manadas que dan cuerpo a los prados y los hacen extensión de sabanas
y tiempo de llanuras, cardúmenes que prestan con su rumiar
submarino profundidad a las abras y densidad de hipocampos al
sistema de las grutas.
La idea de la fratría en el hato de escamas que despunta en ramo, peces
dorados y plateados florecidos a sus colores con los brotes de
magníficos pétalos y no menos recipientes sépalos.
Se arrebañan vuestras aletas carneras y becerran piadosas e ingenuas
trashumando las serranías submarinas, buscando los mejores pastos
en un empecer los pasos por una sonrisa esbozada en alguna onda
de valle.
Como corderillos de plata tachonados en el inmenso y celeste techo del
cielo, bajo las tingladas tejas del mar que se enturbian en
apretados rebaños, que se sueltan sin romper sus ligamentos
turbiones de nimbos.
Cardúmenes sois de cirros peinados por el viento, nubes de caballas que
dan su rayo como una flor de lis tejida a chorros en las fuentes de
solidarias gotas y anchoas.
Nunca perdidos, no, sino siempre ganados de borregos que están más allá
de las tontas órdenes cumplidas por desidia y más acá de la
voluntad que desviste el traje de luces para mostrar la cicatriz
identitaria, el propio serse para la muerte.
Rebaños de aleteos recogidos en pobladas cejas que se arquean o
desenarcan, sus pilosos tramados como las plumas prestas al vuelo
para dar bóvedas a miradas o parpadeos del mar,
ascendéis y descendéis cumbres como la bien astada cabra montesa o la
oveja que amerina sus lanas y no hay pastos impelentes, no bucolos
que os renuncien a vuestros remanso y su ingénito bucolismo que es
más un huerto de no imaginados narvales y de bien logradas
mercedes cívicas.
Viento cuyas esclusas libradas entre dos colinas, corréis como una
serpiente boa por el valle para asediar alguna de sus resguardadas y
sólidas cumbres;
riáis en hordas hasta las murallas portando el estandarte de vuestra causa
como si barrierais con los peines de las escamas toda
resistencia de un solo latigazo, tropas con las frentes estampadas de
cívicas consignas que hilan más apretadas las tramas para las
victorias celebradas en la batalla o en las plazas vitoriantes;
atravesáis el mar portando por sus estepas el sello de sus arenas en
vuestros cascos y las atilas fierezas que saltan y chispean como
manantiales de generosa burbuja.
Pues no hay fortaleza que os ponga escollos ni almena que se os encumbre
inalcanzable ni roca que golpeada no dé su chorro quebrando la
dureza de la indiferencia a vuestras presiones.
Ninguna mies que se resista a vuestro funesto soplo de escualos que la
doblega cuando hacéis escuadras y el civismo se ha izado maligno
en galones militares de obediencia y disciplina.
Guerreros de vestidas defensas en toda la extensión que un acuático
zopilote o que un ñandú submarino cruza en un trizar de los dedos
para trozar las contravenidas intenciones enemigas?
¿Es el hilo que teje vuestras sólidas fratrías origen del canuto ofensivo que
diseña diagonales adversativas y convulsivas respuestas o telos de
la madeja que no se hace sino para protegerse de los fríos que os
desescaman y filetean luego de haberos descubierto el vulnerable
flanco, el talón de programada flecha?
¡Sol que relumbra en las mieles de vuestros trabajos, cardúmenes,
haciéndose del dorado que vuestras abejas han destilado para todos
los brillos mañaneros, la maravilla de la luz llevada al más exigente
paladar!
Enjambres de estrellas hacendosas que corréis como una banda de seda
terciada sobre el pecho del día, como un compacto árbol cuyas
hojas intercaladas en el exacto tiempo de vuestro musical seseo.
Moradores de la dulzura haciendo dulzura vecinal, cuartos comunales que
compartís en patios de eminentes traspatios marinos, levantados
ladrillo a ladrillo por albañiles de la cera que argamasa fratrías.
Colmenas de anillos continuos que la piedra del amanecer hace ondas
rondas en las aguas para revelarse vuestro lugar de laboreo, las
oficinas donde tanta aleta persiste en sus escamas y branquias.
¿Panópticos de mirada total sobre cada una de las celdas que moran
vuestros peces, sobre cada una de las burbujas que hacen el aliento
de cada aleteo libre de bárbulas y costras?
¿El precio inmanente a ese tejido que se endulza de mieles, riza vuestros
cabellos con el peine más lacio y extenso y os viste con el perfecto
y alado overall para los más elásticos movimientos y los vadeos
confortables?
Paseáis los jardines del mar sembrados de anémonas y corales, de
surtidores hipocampos, de atentos erizos y estiradas estrellas
ofreciendo la flor nectarina y ambrosaica en vuestros enjambres que
son el jazmín sustraído de sus dulces pigmentos y las cucardas
visitadas en sus dulcísimos pistilos.
Multitudes que asomáis el rostro a las terrazas de los océanos y os
asambleáis en las plazas de las grutas cuando el día filtra sus pitazos
relumbrantes y convocatorios.
Os traéis desde las esquinas de la tarde que ha retrocedido hasta su
mediodía y portáis la escarapela del municipio que os alberga y las
señas de las corrientes que os adomicilian.
Cardúmenes que arribáis cívicos y encabellados de trenzas para celebrar
la elasticidad de los mimbres, la acogida de las canastas que
vuestras fratrías tejen y retejen y os hacen de pertenencias marinas;
¿sois sólo la bandera regional que adereza la propia infancia cuyos astiles
han flameado torno al pueblerino geranio sin darle atención a los
cartuchos vecinos o a las púrpuras cárdenas de acullá?;
¿hay un íntimo hilo que se mezcla imperceptible en el trenzado de las
más propias hebras con los colores que saltan por encima de la más
cercana municipalidad y sus ordenazas ediles?
Vuestras escamas os sientan en los sillones de las ondas y no son sólo el
cojín para dormir en el regazo materno provincial ni las alfombras
de victorias nacionales para el estulticio desfile luego de las
pruebas:
Escamas de toda identidad que salta los escollos de algas y sargazos y está
más allá del estrecho istmo y las prisiones lacustres,
¿os izan ellas, cardúmenes, como un sol a mediodía que es estandarte de
la fratría de las fratrías abrazando con sus sonrisas a todas las
sombras posibles de esa luz unificante?;
¿o los gorriones se desvisten de sus pequeñez y humildad y corren a
atarse como firmes mieses que siniestran en su hato y petate labores
que malignas las desmerecen?
Gavillas de ocultas raíces y no menos mentidas sombrillas que no quitan
reverbero o insolación sino esconden los malos alientos y el mal de
ojo y la luz desde el lado de sus retorcidos nudos,
¿son vuestras colmenas y cardúmenes, hormigueros donde se prepara el
aguijón mortal o la irremediable picadura que quita los sólidos
anillos del ébano?;
vuestras escamas de plata, dijes de luna sustraídos a las altas mareas
cuando la reventazón abre una sonrisa de dientes picados, son las
canas sabidurías de viejo y no de sabio que de una sola mirada tasan
a sus víctimas posibles;
la hermandad de branquias y la fratría de aletas para respirar oxígenos
ajenos en los extramuros de las algas deshiladas a los arrecifes
hospitalarios.
Más que grutas con sus interioridades de civismo y sus sueños atlántidas,
las cuevas de apenas escapadas burbujas y veladas entradas suman
sus cuarenta hurtos a un alibabado plan que tramáis para sorprender
hasta cormoranes volando desprevenidos.
Peces que os juntáis y no izáis asamblea, bandadas que os enracimáis y el
hilo sólo alcanza hasta la banda, manadas de pezuñas lobuladas que
rompéis tejido a las praderas y no dejáis del prado sino el esqueleto
de unos terrones deshechos y los huesos de un sonoro y perverso
regüeldo;
¿o salís, cardúmenes, sigilosos –el meneo mudo de la cola del gato, para
hacer que vuestra cauda aleta no os denuncie– y pinceláis sobre
paredes las erizas consignas, el calamar llamado a las rebeliones
de las olas?
Jaurías que se engalanan a la búsqueda de las liebres adversarias, el
cincho templado y los belfos cultivando cansancios y babas, la
frente encintada de parcos lemas, la bandera flameando con los
colores de esa cazadora gavilla.
Arrojáis guijarros pulidos por las iras y una cólera os da la dentellada del
escualo, las salivas rabiosas de los chacales que ironizan, la tintura
subversiva del octopus que escribe en todas las pieles a la mano su
pico de enojo.
Sois los canes que ladrando muerden doblemente abarricados en las
cruces de las arterias submarinas, la bolsa explosiva bajo el brazo,
la burbuja de regüeldo y el tiempo tictacndo amenazante, luto
como una fuente que iníciase con un omnipotente disparo de agua:
¿No ascienden hasta el firmamento, como los finos e infinitos aljófares
del desierto, todas estas gotas y pueblan el cosmos de estrellas que
no son sino el brillo de un segundo iluminado de ladrillos furiosos?
Murenas que hacéis, murañas, los cerrojos que siempre pueden bostezar y
dar el número de sus dientes saltados desde las más fieles y rosadas
encías para desencajar la sonrisa.
Lebreles arribados a las más pías costas a ponerle pezuña impertinente
y míseros destinos a la fronda que saca la pauta de vuestra envidia
en el roedor que se os atraviesa infeliz y premiado con la suerte de
vuestro ladrido.
Racimo de pétalos suculentos y marqueteras escamas como las piezas de
un mosaico que construyen, todas, el rostro de las viñas y relatan
sus leyendas de vendimia.
Apretadas moras que desmienten solitarias esperas cuando amanece y el
cojín de las olas ha velado por las sienes en un reposante y
adventero sueño de largas promesas.
Como piñatas que cuelgan llenas de sol de los pinos y sostiénense de
innúmeros sépalos, definidas pináceas en toda la extensión de su
pertenencia al árbol y éste al persistente bosque de brillantes
inviernos y gustosos veranos.
No se toma un hilo y se arriba a la falsa profundidad del canuto, de la
desnuda madeja, pasando las yemas de los dedos por toda la
extensión del cabo hasta una inexistente áncora, pues más que
filamento trama maroma.
Peripecia de navíos hecha mapa de ruta hacia las frondas de solidarios
verdes, hacia el diligente hormigueo de comunes anhelos que
termitan sonrientes una melita colmena.
Entretramado cósmico de tanta aireada y fresca celda cuyas puertas
siempre batientes y las ventanas líberas, inscritas luminosas
en el firmamento que cartografía vuestro movimiento.
Archipiélagos que corréis por el mar como núbiles jóvenes que se
aprontan llenas del sueño de las perlas en su preclara maternidad
de clámide y llevan consigo las islas de no holladas arenas, las
costas de puerto a inaugurar y las aguas clarísimas hasta la
transparencia de pensamientos.
Cardúmenes, dibujáis en vuestros vadeos la fratría de las uvas con un
pincel que retrata las vides, dais muestras de grosellas que estánse
juntas como aéreas grullas, como atados de bananos y levantáis un
estandarte cívico con pretensiones ecuménicas.



En la foto: carátula de Peces. "En términos generales, sí me siento cómodo dentro de esto, que se ha llamado el neobarroco", señala Morales Saravia en una entrevista.